De la viñeta a la gran pantalla: el cómic de superhéroes

Comparte

Por Rolando Morales Flores
Ilustración de Jaime G. Rueda

Desde la odisea de un niño alienígena que cayó en los campos de Kansas para ser criado por un par de granjeros hasta la aventura de un joven y tímido fotógrafo que fue mordido por una araña radioactiva, las historias de los denominados superhéroes han cautivado al mundo durante generaciones. En un inicio con historietas que antaño solo costaban unos cuantos centavos hasta gigantescos blockbusters que inundan las salas de cine.

El nacimiento del género de superhéroes no tiene una fecha aproximada, pero tal vez nos podamos acercar. Para rastrear sus orígenes podríamos revisar las figuras de la mitología griega y romana o los escritos de Joseph Campbell, pero si lo que nos interesa es el héroe moderno que tanto da de qué hablar en nuestros días, tenemos que realizar un pequeño viaje a un planeta agonizante.

1938 la humanidad conoce a Superman, comienza la edad de oro

La historia del hombre llamado Clark Kent es mundialmente conocida, un periodista que trabaja en el Diario El Planeta, pero secretamente es un alienígena conocido como Superman que combate al crimen vestido con mallas, capa y por supuesto los calzoncillos por fuera. Su génesis fue fruto de la idea del guionista Jerry Siegel y el dibujante John Schuster que concibieron en 1933.

Si bien podemos encontrar pequeños antecedentes del género en la literatura popular, por ejemplo, la figura de Tarzán, Popeye, The Shadow, Doc Savage, The Spider, The Phantom Detective o el Zorro, Superman fue la unión de todos los elementos que caracterizaban a estos personajes en uno solo con el añadido de su naturaleza extraterrestre.

A pesar de esta innovación, Siegel y Schuster tuvieron que esperar cuatro años para que una editorial aceptara su idea para su publicación. El 10 de junio de 1938 finalmente llegó y marcó un antes y un después en la cultura popular, las personas conocieron al último hijo de Krypton, el hombre de acero, Superman apareció en el número uno de la revista Action Comics, publicada por la National Comics.

Tras cuatro meses de rotundo éxito, National Comics, que luego se fusionaría con Detective Comics, para crear lo que actualmente conocemos como DC Comics, rompería el esquema con la aparición de Batman en Detective Comics #27. El hombre murciélago no poseía poderes, se valía de su astucia e inteligencia para combatir al crimen.

“Pero es en una noche del 1934 que Superman deviene en la mente de Jerry Siegel, el héroe que marca una época. Un superhombre. Un ser excepcional venido del espacio. Nacido en un planeta condenado a la destrucción y enviado a la Tierra por el padre científico cuando era todavía un niño. Un dios bajado del cielo para salvar a los hombres. Para dar orden y justicia. Para hacernos estar tranquilos. Para protegernos del hampa. Para defender nuestras propiedades. Para hacernos sentir definitivamente civilizados”.

(Raffaelli 2003)

Posteriormente, múltiples publicaciones siguieron para aprovechar la ola de éxito que se estaba gestando en las editoriales. Comenzaron a aparecer otros personajes que se convirtieron en iconos, Flash fue publicado en enero de 1940 junto con Hawkman y en julio del mismo año aparece Green Lantern. En 1941 surgen Wonder Woman y Aquaman.

Mientras tanto, otras editoriales comenzaron a crear sus propios personajes. La más importante es Timely Comics, que en un futuro se convertiría en Marvel Comics, publicó Namor en abril de 1939 y The Human Torch en octubre y The Angel.

Durante la Segunda Guerra Mundial los cómics sirvieron como medio de propaganda, los personajes de las viñetas lucharían en la guerra del lado americano contra supervillanos nazistas. El mayor exponente de este contexto fue la publicación en 1941 del Capitán América, con su icónica portada en la que Steve Rogers golpea a Hitler, tal fue el éxito que las historias llegaban hasta el frente de batalla.

A esta época la podemos conocer como la Edad de Oro de los cómics, que se caracterizó, en términos artísticos, por poseer un estilo tosco sumado a los materiales baratos y la tinta en las cuales se imprimían las historietas. Tras finalizar la guerra, los cómics de superhéroes perdieron mucha popularidad y la industria se concentró en otro tipo de historias.

“En 1954, el psiquiatra Fredric Wertham desencadenó un pánico moral sobre los cómics, lo que llevó a la creación de la Comics Code Authority. El CCA reprimió la violencia, el terror y el gore y prohibió los cómics que tratan sobre prejuicios raciales y religiosos; como sostiene la Liga de Defensa del Cómic, se aseguró de que solo las creencias de su administrador Charles F. Murphy estuvieran representadas en los cómics y redujo drásticamente el número de personajes no blancos”.

(Raya, 2022)

Corre Barry corre: La revolución de la Edad de Plata

En un laboratorio de Ciudad Central, un joven forense fue golpeado por un rayo que le otorgó poderes sin iguales, así nació el hombre más rápido. La Edad de Plata comenzó con la publicación del Showcase #4 y la presentación de Barry Allen como el Flash moderno en 1956.

Este periodo se caracterizó, principalmente por parte de DC Comics, por sus series de relanzamientos en los que intentaron traer de regreso sus viejos personajes con nuevos orígenes para presentarlos a las nuevas generaciones con el uso de elementos científicos representativos de la ciencia ficción que se aplicaron a las formas en los héroes consiguen sus respectivos poderes.

En 1960 DC Comics creó la icónica Liga de la Justicia. El equipo fue introducido The Brave & the Bold #28; por lo que no tardó en protagonizar su propio título, y las ventas se dispararon. Este hecho fue un catalizador para las demás editoriales, puesto que hasta ese momento los títulos mostraban a un héroe solitario en su serie regular, el éxito de la Liga demostró que tener a un grupo de personajes como protagonistas no necesariamente era algo malo, si se manejaba de la forma correcta.

Muchos héroes de la Edad de Oro fueron reutilizados por DC Comics: Barry Allen reemplazó al primer Flash, Jay Garrick, así como Hal Jordan fungió como el nuevo Green Lantern tras Alan Scott, los héroes de la Justice Society of America fueron los predecesores de la Justice League of America. Esto por muchos años fue un asunto sin resolver, pero en 1961 se publicó el tomo #123 de la serie regular de The Flash, la cual se tituló Flash of Two Worlds, en la que Barry conoce a Jay Garrick mientras explica que su existencia se debe a que ambos pertenecen a diferentes universos. Aquí fue cuando nació el tan popular concepto del multiverso.

Es entonces cuando Marvel Comics tomó la iniciativa y con su dúo maravilloso, conformado por Stan Lee y Jack Kirby comenzaron a crear sus propios equipos. El primero fue la familia favorita de Marvel, Los cuatro fantásticos, un grupo de científicos que se expusieron a una tormenta cósmica que les otorgó curiosas habilidades. Posteriormente, vendrían otros equipos como los X-Men y The Avengers, ambos publicados en 1963.

Durante la Edad de Plata, muchos de los más grandes héroes fueron originados, como Spiderman, Batgirl, los Teen Titans, Iron Man, etc. Sin embargo, las restricciones del CCA hacían que las historias no pudieran tomar un tono maduro y los personajes femeninos eran relegados a un segundo plano.

Por otro lado, el apartado artístico mejoró considerablemente con la aparición de grandes dibujantes como Jack Kirby, Murphy Anderson, Sal Buscema, Steve Ditko y John Romita Sr. Con el paso de los años el CCA fue perdiendo fuerza y marcó el final de la Edad de Plata. Hay quienes identifican la salida de Jack Kirby de Marvel como el final, mientras que otros aseguran que fue la publicación de Amazing Spider-Man #121-122 en 1973, puesto que el tomo muestra la muerte de Gwen Stacy y se toma como prueba de la maduración del género.

De la Edad de Bronce a la modernidad

El Comics Code Authority dejó de estar vigente en 1971, cuando el Departamento de Salud, Educación y Bienestar Social de los Estados Unidos pidió a Marvel que publicara un cómic de Spider-Man en el que se tratara el tema de la drogadicción. Esto llevó a la revisión del CCA, lo que permitió a los escritores contar historias más realistas, integrar tropos de terror como monstruos y hombres lobo en sus historias y dar más protagonismo a los villanos.

Muchos de los anteriores creativos y artistas veteranos se retiraron para dar paso a una nueva generación tanto de escritores como dibujantes, durante esta época el género fue transformado por personas como Neal Adams, John Byrne, Frank Miller y George Pérez.

En el año de 1978 ocurrió la llamada “Implosión DC”, este evento se refiere al periodo en el que DC Comics saturó el mercado y en consecuencia la empresa estuvo a punto de desaparecer; esta situación permitió a Marvel Comics apropiarse del 50% del mercado.

Esta edad se caracteriza por presentar una mayor diversidad de personajes en las historias como Blade, el Green Lantern de John Stewart, Luke Cage, Shang-Chi, White Tiger y Thunderbird. En Marvel, las historias de los X-Men escritas por Chris Claremont apoyaban esta perspectiva, puesto que el tono general de las tramas contaba con una esencia de lucha social. Por parte de DC Comics abordó este enfoque con grupos como The New Teen Titans escrito por Marv Wolfman. En la Edad de Bronce también se hicieron comunes los team-ups, los crossovers y las antologías.

Es en esta época donde se puede enmarcar la Edad Oscura del Cómic, que se caracterizó por la aparición de personajes con un trasfondo mucho más complejo y con tramas intrincadas, así como el desarrollo de historias individuales de los clasificados como antihéroes, Elektra, Punisher, Wolverine y Daredevil son un claro ejemplo de esto. Sus principales diferencias con el héroe clásico es que se encuentran alejados de los típicos arquetipos de la perfección, la nobleza y los poderes ilimitados.

Las historias que fueron estandarte de esta idea fueron The Dark Knight Returns de Frank Miller, publicado en 1986, y Watchmen de Alan Moore, que se publicó entre 1986 y 1987. Al mismo tiempo, mientras las casas editoras alcanzaron una gran popularidad debido a sus personajes e historias, la transición a la gran pantalla fue una idea que se barajó paralelamente.

Del noveno al séptimo arte

La enorme popularidad de los seriales fue el formato con el que inició el género de superhéroes en el mundo audiovisual. El primero de estos fue Adventures of Captain Marvel (1941), posteriormente le siguieron Batman (1943), The Phanton (1943), Captain America (1944) y Superman (1948). Estos productos sustentaron sus historias en la fantasía, pero también aprovecharon para incorporar la temática de la Segunda Guerra Mundial.

Los seriales cinematográficos terminaron con el estreno de Superman and the Mole-Man estrenado en 1950, esto dio pie a la transición de los superhéroes a la pantalla chica con series de televisión. La más reconocida fue The Adventures of Superman, que se transmitió de 1952 a 1958 y contaba con la icónica interpretación de George Reeves como el hombre de acero.

Es imposible entender esta época de la historia de los superhéroes sin la interpretación de Adam West como el hombre murciélago en la película de 1966 Batman, la cual desembocó en la serie homónima. La serie es recordada por su tono ligero y cómico que permitió que el público general se acercara al personaje y pudiera conectar con su historia, una interpretación que se bifurca con las futuras adaptaciones que vinieron después.

Si bien el verdadero salto cinematográfico del género de los superhéroes fue tardado, debido a que los efectos especiales no eran lo suficientemente avanzados para llevar a cabo lo que requería la trama, como fue el caso de Spiderman de 1978, la producción encabezada por Richard Donner de Superman rompió ese paradigma. La película presentó al kryptoniano volando en dos dimensiones, a diferencia de las anteriores producciones, pero lo que mantuvo a la audiencia fue la interpretación de Christopher Reeve.

En completa contraposición del colorido Adam West, el Batman de Michael Keaton revolucionó a las masas. El estudio pidió una película de acción, pero el director Tim Burton quería evitar los estereotipos clásicos, por lo tanto, apostaron por un tono oscuro y maduro que en 1989 llegó a las salas de cine.

La secuela llegó en 1992, Batman Returns es considerada por muchos como superior a su antecesora. El filme presenta a personajes como Catwoman y el Pingüino interpretados por Michelle Pfeiffer y Danny DeVito respectivamente. La influencia de la saga de Burton fue tal que impulsó la salida de otras obras como El cuervo (1994), Spawn (1997) y Mystery Men (1999). Pero sobre todo en Blade (1998).

Un proyecto mucho más convencional, pero que marcó el inicio de las películas de superhéroes modernas, fue X-Men del año 2000, dirigida por Bryan Singer y con un elenco que actualmente es reconocido por cualquier persona que haya crecido con esa franquicia. Con Patrick Stewart como Charles Xavier, Ian McKellen como Magneto y sobre todo, Hugh Jackman como el salvaje Wolverine.

Posteriormente, en 2002, el director Sam Raimi entendió que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y entregó una digna obra sobre el arácnido favorito de todos. Spider-Man, protagonizada por Tobey Maguirre, marcó la pauta para los proyectos consecuentes al presentar una trama con tintes de humor pero con una historia franca y realista.

En 2005, Christopher Nolan lanzó al mundo una bomba para la cual nadie estaba preparado. Batman Begins, la primera de una trilogía y con Christian Bale para interpretar al vigilante por excelencia, mostró una narrativa que apeló al realismo y desechó la fantasía para enfatizar en las realidades sociales de la época, como la amenaza terrorista tras el 9/11 o el impacto de la Crisis Financiera Global de 2008. De lo más significativo de la trilogía fue la interpretación de Heath Ledger como el Joker, el eterno enemigo del murciélago, por la cual fue reconocido con un Oscar póstumo.

Después de deambular en muchos estudios y con adaptaciones insípidas, los pilares de Marvel se integraron en la recién fundada Marvel Studios encabezada por Kevin Feige, comenzó un fenómeno imparable. En 2008 llegó a las salas de cine Iron Man de Jon Favreau y con Robert Downey Jr interpretando al genio, millonario, play-boy y filántropo Tony Stark.

El éxito de la película dio inició a lo que conocemos como el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), una serie de proyectos interconectados que presentan las adaptaciones de los cómics a la pantalla grande y detonan en grandes eventos o crossovers como lo fue The Avengers de 2012.

¿El cine de superhéroes en crisis?

A pesar del rotundo éxito de Marvel Comics con el UCM y con maxi-eventos como lo fue Infinity War o Endgame que se han posicionado como algunas de las películas más taquilleras de todos los tiempos, la gallina de los huevos de oro no es para siempre.

En primer lugar, los intentos de DC de igualar el éxito de Marvel no han dado sus frutos y la nueva administración encabezada por James Gunn parece apuntar a un panorama completamente diferente.

Mientras que Marvel Studios se encuentra en una situación preocupante, tan solo hay que revisar su último estreno para poder hacernos una idea del panorama que se está viviendo. Ant Man and The Wasp: Quantumania estrenada el pasado 16 de febrero, ha sufrido la peor caída en taquilla dentro de las películas de su tipo. De acuerdo con datos recopilados por el medio The Hollywood Reporter, tras una semana en taquilla, ha presentado una bajada de rendimiento que se sitúa entre un 70% y un 72%. Hasta ahora, la mayor caída en venta de entradas durante el mismo periodo de tiempo era para Black Widow (2021) y su 67.8%, con Thor Love and Thunder (2022) muy cerca gracias a su caída del 67.6% en su momento.

Ant-Man lleva recaudados en Estados Unidos 167.2 millones de dólares, que si bien no es cualquier cosa no se compara con los otros proyectos de la compañía, la situación es algo más complicada si tenemos en cuenta su elevado presupuesto de 200 millones de dólares. A nivel global, el filme lleva recaudados hasta el momento 364 millones de dólares.

Aun así, hay casos mucho más sangrantes en el mismo género de los superhéroes, como es el caso de Morbius de Sony Pictures junto a Marvel, que sufrió una caída de un 73.8% tras una semana en taquilla.

La razón de esta situación puede deberse a una gran cantidad de factores, pero la sobreexplotación de proyectos de este tipo hace que el público general no sienta la misma pasión por estos filmes que hace algunos pocos años.

Sin embargo, no podemos negar que actualmente estos personajes están impresos en el colectivo cultural de las personas, ya sea por la potencia narrativa que estos ofrecen o el maravilloso deleite que es ver a las viñetas de antaño cobrar vida en las salas de cine, los superhéroes seguirán aquí por unos cuantos años más.

TE RECOMENDAMOS: