Por Laila Iga Marcelino
“Hacer cine con una cámara de rollo nos permite sentirnos más cercanos a nuestro producto final, es una forma más artesanal y se vive todo un proceso que al finalizar el resultado es mucho más gratificante que el de una cámara digital”.
Pablo Cruz Villalba
El director y cinematógrafo Pablo Cruz Villalba de la Escuela Superior de Cine (ESCINE) fue el encargado de impartir el curso-taller “Cine (16mm)” como parte de la 35 Semana de la Comunicación, en las instalaciones de la Facultad.
Al inicio del taller, alrededor de 25 personas se dieron cita en una sala, todos con un propio conocimiento de cine, de cámaras o, al menos, las ganas de querer aprender más sobre el cine.
El profesor Pablo Cruz como introducción proyectó su último lanzamiento cinematográfico, esto como un ejemplo de lo que podríamos llegar a hacer con el método de usar una cámara 16mm.
Continuó con la explicación teórica del proceso de revelado, y la instalación del rollo en la cámara, pero el verdadero aprendizaje empezó al segundo día, cuando se realizó la experimentación de filmar por toda la Facultad y sus alrededores, para finalizar en el laboratorio, donde se sacó el rollo en completa oscuridad para comenzar el proceso de revelación. Con un largo trabajo en equipo para realizar prelavados, revelación, paro, bleach, fijador y photoflo, las cintas se dejaron secar, y aunque el resultado final llegará en dos semanas, para todos los participantes ya es un éxito logrado.
En la mayoría de los talleres que se han impartido en la Facultad son de adaptación a la tecnología, de seguir el paso a lo que viene, pero a diferencia de todos esos, este curso te enseña a que no siempre tienes que ir de la mano con la tecnología, te da la alternativa de aprender de una forma más casera a hacer cine ya sea con un propósito o de forma experimental y es inexplicable la sensación de fascinación que se tiene al sacar el rollo para ver los primeros resultados y esa es la importancia de este tipo de talleres.
Trabajar con una cámara 16mm es toda una experiencia, desde la preparación del rollo, el tiempo de filmación, y todo el proceso de revelado y en las palabras del profesor Pablo, “el resultado es gratificante”.
Para mí, desde el primer momento todo fue una experiencia qué sabía me dejaría algo bueno y no solo aprender a revelar o aprender a filmar con cámaras de rollo, sino también la convivencia que se vivió durante el curso, y para ellos que no pudieron ser parte, mi recomendación es que no dejen ir oportunidades de aprendizaje tan buenas como esta.
