Por: Fabiola VA y Michelle PM
Y puede que eso sea cierto y un día también me iré
Fragmento de ”Carta” por Silvana Estrada
Que el amor no dura un siglo y el río no corre al revés
Y puede que se equivoquen, y el miedo nos juegue mal
Y por ahorrarnos dolores, el viento nos deje atrás
El mes de febrero más que una celebración al amor es una reflexión acerca de las relaciones afectivas debido a la polémica que existe en la actualidad respecto al argumento de la balanza al que se inclina hoy más que nunca la sociedad; por un lado, al amor propio o por otro, al amor en pareja.
Existe la idea de emanciparse, de realizar las cosas de forma independiente, de cuidarse a sí mismo, de ser tomado en cuenta, de cumplir los sueños personales y dar un giro a que ser una persona soltera es una opción. Pero también existe esta otra idea de compartir la vida con alguien, de apoyarse mutuamente, de tener con quién celebrar los éxitos y fracasos, que para que funcione una relación tiene que existir un compromiso de ambas partes y que hay veces que se tiene que ceder. Con un replanteamiento de los roles en la sociedad la forma de ver el amor ha cambiado a la par.
Por eso consultamos la opinión de la investigadora de la Facultad de Psicología de la UASLP, la Dra. Dulce María Galarza Tejada, que realiza estudios relacionados con la cultura, salud y organizaciones en un sector como la adolescencia y juventud para que nos diera una perspectiva acerca de este tema.
Todas las relaciones son únicas y tienen diversas formas de apreciar la realidad y del lugar que se ocupa en el mundo. Que estas trasciendan, ya sea en momentos de éxito o fracaso, depende de la capacidad que tenga la persona para reflexionar sobre su propia vida; y cuando no es posible, debido a las conductas opresoras arraigadas en la sociedad, se puede recurrir a un especialista que ayude a tomar decisiones para un futuro.
Es un hecho que el contexto influye totalmente en la forma de relacionarnos, especialmente en la actualidad debido al uso de las redes sociales después de un periodo de pandemia, en el cual el acceso a una información de forma global cambia la forma de llevar las relaciones afectivas con la migración de personas a otros países que se adaptan a una cultura distinta debido al amor que conoció en línea. Desafortunadamente el resultado no siempre es como se espera al mostrar en los medios masivos de comunicación una perspectiva idealizada.
Dentro de la música y las series de televisión como medio de expresión muestran historias para empatizar con los demás, pero eso no quiere decir que uno tenga que seguirla o se sienta completamente identificado y por momentos no se logra hacer esa separación que termina haciendo daño a la persona llevando a las personas a sufrir frustración, enojo y depresión de lo que se espera vivir.
También en otra parte del ejercicio adaptamos algunas preguntas para realizar a dos participantes jóvenes de 19 años para que dieran su opinión al respecto sobre las relaciones humanas.
“Creo que no hay mejor forma de tener una relación sana, que (re)conociéndola como imperfecta, deslizándose de los estatutos del amor romántico; empezando por conocernos a nosotros mismos”, comenta la participante uno. Esa imperfección que existe en una persona nos lleva a una reflexión que nos permita identificar que cada relación es diferente y tendrá un tiempo de duración que nos deja visualizar si nos ayuda a trascender de forma positiva o si nos está haciendo daño, como comenta la Dra. Galarza.
Y continua el participante con esta idea que complementa el párrafo anterior. “También está en la llave del autoconocimiento, a partir de que yo reconozco mis propios límites, lo que me hace sentir cómodo y lo que no, es que yo formo una red de apoyo de las personas que yo decido que me acompañen en mi proceso”, con una versión más esperanzadora al decir que se pueden construir nuevos lazos y formar un nuevo círculo más adecuado para la persona.
El participante dos comenta que es difícil contestar a la pregunta, “hay muchas personas que tienen su concepto de lo que es (sano) en cuestión a una relación afectiva, pero para mí significa compartir los momentos bellos con alguien, sin embargo, dejando vivir a la otra persona”.
Por eso comenta la investigadora que salir de una relación tóxica es posible porque existen escenarios en dónde se ha cambiado con la ayuda de la reflexión. El observar esas realidades en otro contexto ayuda a visualizar cuando una persona puede estar en riesgo de estar en una relación enfermiza.
“Tiene que existir un balance, si te sobrepasas ya sea siendo muy egoísta o dando todo por los demás en ambas situaciones es dañino para uno mismo”, por eso es importante como comenta el tener siempre presente todos los ángulos. Los extremos no siempre permiten ver las cosas con claridad y darse cuenta cómo afecta la vida de una persona. Saber hasta qué punto el entorno afecta al individuo y hacer un lado lo que no sirve, al estar expuesto a las redes sociales ser lo suficientemente crítico para hacer uso de lo pueda ser útil.
En ambos escenarios de los participantes podemos hacer una comparación que, aunque surgen de la misma idea de evitar la toxicidad y buscar lo mejor para uno y lo seres queridos tanto en relaciones románticas, platónicas o familiares. Existe una diversidad de opiniones, o más bien de experiencias, de las cuales puede verse afectadas por el contenido que se consume en redes sociales e internet respecto al tema del amor o acerca de las relaciones inter e intrapersonales, porque pueden jugar un papel esencial para comunicarse con los seres queridos o el aprendizaje acerca de cómo relacionarse, actuar o reconocer necesidades o carencias.
Al final solo o acompañado debemos de reflexionar y detectar que es lo mejor para cada persona para que se encuentre satisfecho y pleno con su propia vida.
