Guardianes de la Galaxia III: ¿Qué tal su soundtrack?

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Por: Alejandro Padilla Guzmán

Una vez más en esta sección de Galería 7C’s, en nuestra división de reseñas, les traemos a ustedes el soundtrack de esta bella película “marveloide”.

Guardianes de la Galaxia, Volumen 3 no me dejó disgustado o sin opinión, la película deja clara su tónica melancólica de principio a fin, con un desenlace catártico. En esta ocasión su trama, en mi opinión, brilla más que muchas antecesoras de la franquicia, pero ese no es el tema, aquí hablamos de música.

Esta saga se caracterizó desde la primera (reseña que ya hemos publicado anteriormente) por utilizar canciones en su mayoría de los setentas y ochentas, con un mix interesante de los tracks de aquellos momentos. Esta tercera entrega no es la excepción y este filme, estrenado el 3 de mayo de 2023, nos deja con un gran soundtrack.

Creep (Acoustic Version) – Radiohead: Uno de los más importantes himnos a la tristeza de los últimos 30 años, original del “Pablo Honey” del año 93, en esta ocasión se utiliza una versión acústica del mismo Tom Yorke, que provoca un sonido mucho más personal del gran hit. Siempre es un deleite escuchar los alaridos dolosos de Yorke, incluso cuando se escucha una de las canciones más reproducidas en los mismos 30 años. Sin duda una gran elección elegir al cantante original del track.

Crazy on You – Heart: Con este track nos comunican el camino entero del soundtrack. Dos versiones con gran influencia acústica aparecen, la original del 75, con mucha más producción y bastantes instrumentos, y la energía característica de las intérpretes de “barracuda”, un track con fuerte influencia de su base acústica y un riff estruendoso con sus dos guitarras en armonía. Sin duda una de esas canciones clásicas setenteras del mundo anglo, enérgicas y muchas veces con un mensaje de amor en la gritona letra.

Since You Been Gone – Rainbow: una especie de balada rockerizada provoca ese sentimiento que se tiene al escuchar un track de estas características. “Since you been gone” me gusta por su sonido repetitivo y a pesar de su minimalismo musical en el que radica su grandeza. Su secreto, es un típico truco usado en el pop durante su existencia: simple + bueno = muy bueno.

In the Meantime – Spacehog: Con un tono mucho más melancólico que las anteriores y un GRAN bajo, “In the meantime” con la voz de Royston Langdon no deja indiferente a quien la escucha. Para bien o para mal, con toques del hardrock de la época como Audioslave, es notable su influencia bajo mis oídos al ser contemporáneos, con un coro que se repite hasta el cansancio, bajo una serie de acordes que no le favorecen. Rockera, animada, y con muy poco flow, aunque gran adhesión la del piano en el final.

Reasons – Earth, Wind and Fire: Clásica canción lenta, romántica y porno, características claras de los ejecutantes, con la voz bien colocada y coros que se disfrutan. Una instrumentación más que digna, las cuerdas, el bajo y la sección de aire hacen una mancuerna atinada.

Do You Realize?? – The Flaming Lips: Con una muy buena progresión de acordes, The flaming lips hace un trabajo interesante, al agregar un sintetizador que camina junto a la voz, en una sección más “casual”, entre la acústica y el bajo. La unión de voces a mitad del track con el clásico recurso de subir de tono y sintetizadores esporádicos que turnan la atención con la guitarra y la voz provoca esta buena unión entre ellos. Romántica, fresca y con buena progresión.

We Care a Lot – Faith No More: Metalerosa y enérgica es como sorprende dentro de la constitución del soundtrack. Esta canción, con una guitarra y una voz que parecen pegadas, y un bajo duro con su respectivo protagonismo. Las strings, con movimientos continuos de fondo, crean la armonía, con una coda parecida a los otros tracks. Con el riff final sella lo que fue una buena (sin más) canción rockera.

Koinu no Carnival (From “Minute Waltz”) – EHAMIC: De las más interesantes piezas que he escuchado en un soundtrack: una samba en japonés, con la utilización del software de voz conocido en el mundo de la música pop japonesa como “vocaloid”. La forma de la voz se une de manera extrañamente efectiva dentro de la rítmica brasileña, con una melodía muy divertida, digna de ser vista en algún anime. Al escuchar esta canción es inevitable mover la cabeza con la fusión de dos culturas tan distantes.

I’m Always Chasing Rainbows – Alice Cooper: Con un piano bien asertivo y una voz que platica una historia, la canción da paso a un subidón repentino de baterías y coros, con tiempo para reafirmar las estrofas en base al pequeño estribillo.

San Francisco – The Mowgli’s: Un rock con toques country, muy simple con una melodía pegajosa, sus tarareadas me recuerdan mucho a la fórmula de Morat, pues entre sus letras se escucha demasiado la palabra “love”, en un intento por hacer más rico el track. Instrumentalmente, las trompetas y las distintas guitarras agregan una buena variedad de armonías.

Poor Girl – X: Una progresión rápida y un ritmo constante que acrecienta conforme las primeras estrofas terminan. Con una melodía de voz estable y una guitarra bien rítmica marcada con platillos, nos brinda una buena impresión en un intento rockero pop, pegajosa a fuerzas y una letra que a mi parecer es lo más rescatable. Buena rola y ya.

This Is the Day – The The: Interesante es el teclado que inicia la canción con un lindísimo arpegio, acompañado después por la rítmica y un acordeón que le da un espíritu amoroso y hasta bailable. La voz grave adhiere un buen elemento en la ensalada de sonidos que “The the” nos ofrece. Para el coro se nota la constitución armónica por el teclado y una mayor acentuación rítmica. Es hasta mediados de la canción que le dejan un espacio solitario al acordeón en una maniobra de timbre original, la cual, después de pasar de nuevo por el coro, el acordeón toma una última vez el protagonismo con un saxofón sintetizado.

No Sleep Till Brooklyn – Beastie Boys: Bajo un sonido bien distorsionado de guitarra y una batería simple, se basa en un rock agresivo vocalmente, con un bajo inexistente y una guitarra que no hace más que su respectivo riff durante buena parte del track. Esta canción del 87 nos muestra tal vez la furia tan de moda en aquellos años, demostrada por su simpleza en los instrumentos para llenar los vacíos.

Dog Days Are Over – Florence + The Machine: melancólica y con una base acústica de timbres no tan utilizados, con un ukelele y un arpa. Una melodía esperanzadora, apoyada por los coros y los constantes cambios rítmicos, hacen que esta canción pueda ser memorable entre las personas que pasan por algún momento parecido al narrado en el track, con una preciosa resolución terminal.

Badlands – Bruce Springsteen: Una de las canciones de época con más producción de las expuestas hasta ahora. El Springsteen del 78, más allá de sus grandes solos, es recordado por el mensaje que ha dado en la gran cantidad de canciones en su haber. En este track específicamente es el solo y el pequeño puente a mitad del track lo que musicalmente me pareció más interesante. Canción recordable de una de las voces americanas más recordadas.

I Will Dare – The Replacements: con un ritmo pegajoso ligado a los acordes, se deja ver una melodía que acompaña este track de “The replacements”, con un arreglo de guitarra muy atinado que hace parte de una bella armonía con los acordes imparables que están en constante cambio. La voz ronca y rimas atinadas convierten este track en una buena canción de estilo ochentero.

Come and Get Your Love – Rebone: la canción insignia de esta serie de películas, relajada y sumamente alegre. Este clásico del “Wovoka” del año 73, nos lleva a esa época, con strings con ese sonido tan de esa época que juega con las melodías de voz y un bajo funk impresionante acompaña un despliegue de guitarras y pianos a lo lejos y que marcan una armonía sumamente rítmica. El gran hit que fue, es y será con una coda el riff final y unas cuantas melodías hechas por todos los instrumentos.

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