Por Rolando Morales Flores.
Desde hace algunos años, hemos sido testigos de cómo las mascotas se han convertido en una parte fundamental de nuestra vida, se ha demostrado que estas aportan beneficios positivos como reducir los niveles de estrés, aumentar la actividad física, mejorar la socialización y brindar sensación de amor y compañía.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura (USDA, 2020), se considera mascota a cualquier animal de compañía adquirido de forma privada, sin la intención de revenderlo o utilizarlo para fines de investigación. Los tipos de animales incluidos en esta clasificación abarcan perros, gatos, conejos, roedores, puercoespines, reptiles, anfibios, hurones y algunas especies de aves. Estas criaturas son seres domesticados que residen en nuestros hogares y satisfacen diversas necesidades, como compañía, responsabilidad y serenidad.
Mientras que la Asociación Médica Veterinaria Americana (AVMA), describe la conexión entre humanos y animales como una relación activa y provechosa para ambas partes, en la que los comportamientos esenciales para la salud y el bienestar de ambos ejercen una influencia significativa.
Tener mascotas dentro de los núcleos del hogar no es algo nuevo, sin embargo, cada vez más familias deciden incorporarlas a sus sistemas familiares. Conforme la familia pasa por diversas etapas en su desarrollo, los roles de las mascotas también se transforman para ajustarse a las necesidades de estos grupos. Las mascotas pueden desempeñar diferentes funciones en los niños y adolescentes, como la de ser su mejor amigo o hermano. Para los adultos jóvenes, criar una mascota puede simular los roles parentales, mientras que en la edad adulta, las mascotas pueden ser de ayuda para sobrellevar el síndrome del nido vacío.
En psicología, el síndrome del nido vacío se refiere a la amalgama de sentimientos y pensamientos que los progenitores experimentan cuando sus hijos se marchan del hogar. Es una respuesta emocional que surge como consecuencia de la ausencia del hijo adulto que deja el hogar familiar.
La conexión entre humanos y animales puede tener un impacto positivo en las personas al fomentar el contacto social y las relaciones con otros individuos. Aquellos que tienen perros suelen entablar más relaciones con miembros de su comunidad y recibir un mayor respaldo social gracias a las personas que conocen a través de sus mascotas. De acuerdo con un estudio cualitativo realizado por Maya Hayden-Evans para la Universidad de Curtin, las mascotas ofrecen un sentido y propósito, son una fuerza positiva para el vínculo emocional y la interacción social, fomentan la participación y la dedicación en actividades de importancia y poseen un beneficio terapéutico.
La relación entre las personas y sus mascotas es vista como algo extraordinario. Al darles nombres, se integran en las interacciones sociales, siendo reconocidas como individuos con distintas personalidades. Las personas perciben que las mascotas a menudo brindan mayor cariño y no son tan complicadas como los miembros humanos de la familia.
Las mascotas para el apoyo emocional ofrecen una serie de beneficios que influyen positivamente en nuestra salud mental. En un mundo cada vez más acelerado y estresante, estas adorables compañeras se han convertido en un recurso invaluable para muchas personas que buscan aliviar el estrés, la ansiedad y la soledad.
El vínculo entre los seres humanos y los animales ha existido desde tiempos inmemoriales. Las mascotas, como perros y gatos, tienen la capacidad de establecer conexiones emocionales profundas con sus cuidadores. Estas relaciones pueden proporcionar consuelo, compañía y apoyo en momentos difíciles (Archer, 1997).
A lo largo de los años, numerosos estudios han respaldado la idea de que acariciar a una mascota puede tener efectos positivos en nuestra salud y bienestar emocional. En particular, se ha demostrado que el acto de acariciar a una mascota puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumentar la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores asociados con la felicidad y el bienestar, tal como afirman los resultados del artículo Neurophysiological correlates of affiliative behaviour between humans and dogs para la revista académica The Veterinary Journal.
Un estudio adicional, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y publicado en la revista Psychosomatic Medicine, examinó los impactos de las interacciones entre humanos y mascotas en la liberación de sustancias químicas del cerebro y hormonas relacionadas con el estrés en pacientes que padecen enfermedades crónicas. Los resultados revelaron que las interacciones con animales de compañía, como acariciarlos y jugar con ellos, mostraron una reducción significativa en los niveles de cortisol y un aumento en la liberación de serotonina y dopamina. Estos cambios bioquímicos se asociaron con una mejoría en los síntomas de estrés y una sensación de bienestar más pronunciada en los participantes.
Las mascotas pueden desempeñar un papel fundamental en la vida de las personas, al brindar una sensación de compañía y pertenencia, especialmente en aquellos que viven solos o experimentan sentimientos de soledad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México había aproximadamente 7.2 millones de personas que vivían solas en 2020.
Esta cifra refleja un incremento significativo en comparación con años anteriores, y se espera que continúe aumentando en el futuro. En este escenario, las mascotas juegan un papel relevante en el bienestar emocional de las personas, al ayudar a disminuir los sentimientos de aislamiento.
En términos de legislación y regulación, México cuenta con leyes que protegen el bienestar de los animales y promueven la tenencia responsable de mascotas. La Ley General de Vida Silvestre establece la prohibición de la posesión de especies silvestres como mascotas, con el objetivo de preservar la biodiversidad y evitar el tráfico ilegal de animales. Asimismo, la Ley de Protección Animal de cada estado establece normas para garantizar el cuidado y trato digno de los animales domésticos. Aunado a esto, la Ley General de Bienestar Animal, aprobada en 2019, establece normas para garantizar el trato ético y responsable de los animales, incluyendo a las mascotas. Esto demuestra el reconocimiento de la importancia y el valor que tienen los animales en la sociedad mexicana.
La interacción con una mascota puede ser una experiencia maravillosa y beneficiosa para la salud emocional de las personas. En México, al igual que en muchas otras partes del mundo, se ha demostrado que la compañía de una mascota puede liberar endorfinas, sustancias químicas que generan una sensación de bienestar y pueden ayudar a aliviar la depresión y la ansiedad.
En México, un país con una cultura rica en tradiciones y amor por los animales, es común encontrar hogares donde las mascotas son consideradas miembros de la familia. Según datos de la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies, aproximadamente el 57% de los hogares mexicanos tienen al menos una mascota. Esta alta tasa de adopción de mascotas demuestra el reconocimiento de los beneficios emocionales que brindan a las personas.
Es esencial comprender y respetar el valor emocional que las mascotas brindan a las personas que las necesitan. Las mascotas, ya sean perros, gatos u otros animales, desempeñan un papel significativo en la vida de muchas personas, especialmente en aquellos que enfrentan desafíos emocionales o situaciones difíciles.
En México, donde la salud mental es un tema cada vez más importante, las mascotas para el apoyo emocional desempeñan un papel vital en el bienestar de muchas personas. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2020, aproximadamente el 17% de la población mexicana ha experimentado algún trastorno de salud mental en su vida, lo que destaca la necesidad de recursos y herramientas para abordar esta problemática.
En resumen, contar con una mascota puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental. No solo nos brindan compañía y apoyo emocional, sino que también promueven la responsabilidad, la rutina y la interacción social. Las mascotas desempeñan un papel fundamental en mejorar nuestra calidad de vida y bienestar psicológico. Es importante tener en cuenta que al decidir tener una mascota, debemos considerar nuestra capacidad para cuidarla adecuadamente. Sin embargo, si tomamos las precauciones necesarias, la relación entre las personas y sus mascotas puede ser sumamente gratificante.