El papel de la inteligencia artificial en la educación
Por: Rolando Morales Flores
Ilustración: Jaime G. Rueda
En estos últimos meses hemos sido testigos de una revolución en las herramientas tecnológicas, de forma específica, en el desarrollo y uso de las inteligencias artificiales para diversos usos y objetivos. La inserción de esta tecnología en la educación es un fenómeno que se bifurca en dos caminos dignos de analizar, en especial una herramienta que ha tenido un auge desde su reciente creación, ChatGPT
El término de Inteligencia Artificial fue acuñado por primera vez en 1955 en una conferencia del profesor de matemáticas de la Universidad de Dartmouth, John McCarthy, el concepto de Inteligencia Artificial denota un proceso por el que “hacer que una máquina se comporte de formas que serían llamadas inteligentes si un ser humano hiciera eso”.
Mientras que para los investigadores Jesús Miguel Flores Vivar y Francisco José García Peñalvo, la IA ha experimentado un crecimiento excepcional en los últimos años en consecuencia de los avances tecnológicos relacionados con el procesamiento de grandes cantidades de datos a la par del desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático:
“La inteligencia artificial (IA) es una disciplina de la informática que se encarga del estudio y diseño de sistemas capaces de realizar tareas que requieren inteligencia humana, tales como el reconocimiento de patrones, la toma de decisiones o la resolución de problemas”.
En tan solo 2022 se estima que el mercado relacionado con la IA alcanzó un valor que gira alrededor de los 450 millones de dólares, mientras mostró un crecimiento acelerado en campos que tienen dominio de aplicación como lo son en materia de derecho, medicina y educación, de acuerdo con datos publicados en el Worldwide Artificial Intelligence Software Forecast, 2022–2026.
Dentro del campo de la educación, el panorama ideal sería alcanzar, por medio de la IA, el desarrollo de programas que permitieran entornos de aprendizaje adaptativos y personalizados. Esto permitiría generar posibles estrategias para impartir conocimientos de manera eficaz y puntual basado en análisis predictivos.
Esta expectación creciente en el incremento de estas tecnologías ha tenido un gran auge a finales del año pasado e inicios del presente, nos referimos a una tecnología en específico, ChatGPT.
El lanzamiento del chatbot de IA, conocido como Generative Pretrained Transformer o simplemente abreviado como ChatGPT, fue lanzado al público general el 30 de noviembre de 2022 creado por la empresa OpenAI, cuenta con más de 175 millones de parámetros, y entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje, desde la traducción hasta la generación de texto. Desde entonces ha llevado sus herramientas y capacidades a una audiencia masiva.
Es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por IA GPT-4, parecido a los chats que se encuentran en los numerosos servicios de atención al cliente, pero con un nivel de comprensión que aprovecha el aprendizaje profundo para generar un texto similar al humano. Este modelo de lenguaje tiene un gran número de ventajas respecto a otros, de acuerdo con sus creadores tiene gran número de parámetros que se pueden entrenar, 10 veces más que cualquier otro modelo anterior. Cuantos más parámetros tiene un modelo, más datos se necesitan para entrenarlo. El modelo se ha entrenado con 45TB de datos de texto procedentes de múltiples fuentes hasta una fecha concreta.
Al decir “entrenado” nos referimos a que a una IA se le otorga datos a base de texto, se le hacen preguntas y se le añade información, de manera que este sistema, a base de correcciones a lo largo del tiempo, va “entrenándose” para realizar de forma automática la tarea para la que ha sido diseñada. Este es el método para entrenar a todas las IA, tanto a la de ChatGPT como otras del estilo de los Magic Avatars de Lensa.
Sus desarrolladores han hecho que el chatbot sea de uso gratuito y de fácil acceso para personas que no tienen experiencia técnica. Millones hacen uso de esta plataforma y; el resultado ha sido una explosión de experimentos de escritura divertidos y, a veces, aterradores, que han aumentado la creciente emoción y consternación sobre estas herramientas.
ChatGPT puede escribir ensayos, resumir trabajos de investigación, responder preguntas, entre otras acciones que han sorprendido a todos hasta tal punto que puede llegar a ser difícil, aunque no imposible, percatarse que el escrito en cuestión es concebido con esta tecnología.
El primer paso para hacer uso de ChatGPT es entrar en su página web: https://chat.openai.com, ya sea desde una computadora o cualquier otro dispositivo con acceso a internet. Posteriormente, es necesario crear una cuenta para poder acceder al chatbot. Tras acceder a la cuenta, ya es posible escribir lo que se desea en la barra que se encuentra en la parte inferior de la pantalla. Aunque en un inicio la interfaz aparece en inglés, esta puede cambiar de idioma.
Sin embargo, a pesar de sus múltiples y evidentes virtudes, hay quienes muestran una enorme, y en ciertos puntos justificados, preocupación ante los resultados del uso de esta tecnología, en especial en el campo de la educación.
Desde su lanzamiento las cifras de uso aumentaron de forma exponencial, tan solo en sus primeros cinco días en línea alcanzó la cifra de 5 millones de usuarios. Este fenómeno es una clara evidencia del comportamiento humano ante la tendencia y la innovación. Hay quienes lo describen como el mejor chatbot basado en IA que se ha lanzado al público general, tal como asevera Kevin Roose en su artículo para el New York Times, The Brilliance and Weirdness of ChatGPT. Mientras que en ChatGPT Could Make Democracy Even More Messy escrito para el medio Bloomberg por Tyler Cowen, señala que pueden existir efectos adversos para una democracia.
Específicamente en la labor educativa también existen diversas posturas que deben señalarse. De acuerdo con Marc Alier-Forment docente en la Universidad Politécnica de Cataluña, no duda en afirmar que esta herramienta, a pesar de su temprana edad, ha superado el nivel deceptivo y se encuentra en un nivel disruptivo, de acuerdo con el modelo de crecimiento exponencial de 6D, desarrollado por Peter Diamandis en su libro de la Teoría de la abundancia, para ayudar a las empresas y a las personas a alcanzar la evolución (Digitalización, Engaño, Disrupción, Desmonetización, Desmaterialización y Democratización).
En contraparte, Daniel Herman, docente de inglés, explica en su artículo The End of High-School English para The Atlantic, qué múltiples instituciones educativas han comenzado a prohibir el uso de ChatGPT. Esto debido a que existe el constante temor de que los estudiantes hagan uso de esta herramienta para generar automáticamente ensayos o textos académicos como parte de sus asignaciones escolares.
Esta situación ya sucedió en la ciudad de New York a inicios de año. Las escuelas públicas bloquearon de sus redes y dispositivos el acceso a ChatCPT con el fin de proteger a sus estudiantes de los efectos negativos del uso indebido de esta tecnología. Así lo notificó Lucas Ropek para el medio digital Gizmodo.
Dan Gillmor, un erudito en periodismo de la Universidad Estatal de Arizona, comunicó al periódico The Guardian que le había enviado a ChatGPT una pregunta de tarea que a menudo asigna a sus estudiantes, y el artículo que produjo en respuesta le habría valido a un estudiante una buena calificación.
El efecto negativo que puede llegar a tener una utilización inadecuada de ChatGPT por parte de los estudiantes trae consigo la revisión del chatbot mientras salen a la luz sus errores y las limitaciones que tiene. De acuerdo con Emma Bowman, periodista para el medio digital NPR, ChatGPT aún está lejos de ser una herramienta fidedigna debido a las múltiples respuestas que demuestran errores de razonamiento cuando en una conversación se pide que llegue a una solución lógica o cuando se le conduce a una contradicción.
La conversación alrededor de las bondades de ChatGPT no gira en torno a las respuestas, sino en sí se convertirá en un método para que cualquiera pueda escribir un texto sin el esfuerzo humano necesario, lo que a su vez conlleva a la falta de adquisición de las competencias intelectuales para las cuales fue diseñada la asignación en cuestión.
Estas tecnologías no tienen un fundamento que podamos definir como “malo”; sin embargo, lo podemos juzgar mediante nuestro prisma moral con el uso que le damos. Al igual que con todas los anteriores avances tecnológicos anteriores a este, tenemos que adaptarnos al cambio y en especial las instituciones educativas.
No es la primera vez que los parámetros de evaluación y de enseñanza en las escuelas de todos los niveles tienen que adecuarse para poder otorgar una educación adecuada que vaya de la mano con el proceso tecnológico. Múltiples opciones pueden tomarse en cuenta para evitar el mal uso del chatbot, tales como la implementación de tareas que vayan más allá de los textos académicos tradicionales hasta el uso de software para la detección oportuna del plagio, tales como Grammarly o DupliChecker.
Ante este panorama, el camino no debería ser la inmediata prohibición, sino el análisis que demostrará un profundo entendimiento sobre el correcto uso de estas herramientas tanto por parte del profesorado como de los estudiantes.
En la actual temporada de la exitosa serie de animación South Park, presenta un episodio titulado Aprendizaje Profundo en el que uno de los protagonistas, Stan, descubre ChatGPT y lo comienza a usar en trabajos en la escuela, pero también para su relación amorosa, provocando que todo sea maravilloso al inicio, hasta que descubre que son varios sus compañeros que lo utilizan y eso podría ser un problema. Lo interesante es que dan a entender en alguna parte del episodio que el guion del mismo es resuelto utilizando Chat GP
Las escuelas no pueden luchar contra lo inevitable, la única solución viable es avanzar de forma paralela en el desarrollo de nuevas tecnologías y estrategias para usarlas. Es terrorífico y magnífico hasta donde podemos llegar, y en especial lo que las IA pueden lograr, quién sabe a lo mejor este artículo fue escrito por una de ellas…
