Por Rogelio Vega
Es asombroso cómo el arte a través del dibujo ha existido desde la prehistoria, de ello da certeza la Antropología y las investigaciones hechas en torno a las pinturas rupestres. Estos “dibujitos”, son la muestra más antigua de una abstracción, pero también podrían ser algo así como “el grafiti de los cavernícolas”.
Recordemos que el grafiti es el arte urbano expresado en calles y bardas, principalmente de barrios populares, anteriormente muy ligado al vandalismo, ¿por qué?, simplemente por su carácter subversivo, revolucionario, y hasta revoltoso dirían los más conservadores. Al igual que en los tiempos del Imperio Romano, donde por cierto surgió, el grafiti tiene un propósito fundamental: expresar inconformidad. En la idílica Roma, la cuna de los grafiteros, era usado de forma satírica para atacar a la clase dirigente.
El grafiti, con la aparición de otros medios de protesta (como las redes sociales) ha perdido un poco su esencia “vandálica” y disruptiva, ya no todos los grafiteros son “revolucionarios” y “anarquistas urbanos”, ahora este se consagra como una forma de arte, incluso hay quienes ya ni siquiera hacen uso de una pared.
“Cuando estaba más chavo, los jóvenes que no querían incurrir en vandalismo, dibujaban sus grafitis en libretas”, expresa Marcos, un chico que desde pequeño se inclinaba al dibujo, en especial al lettering, y muy en particular a las letras “cholas” como las llamaba él. “Para mí era muy difícil mostrar mi gusto por el dibujo del grafiti, pues en mi casa no era bien visto, a pesar de que era un talento” concluyó.
Según Marcos, la percepción del grafiti cambió radicalmente a partir del año 2016, cuando se brindaron espacios a todos los jóvenes grafiteros para expresar su arte de una manera diferente, a través de murales, con una representación más enfocada a temas normalmente socio-culturales. Incluso los gobiernos pasaron de ser perseguidores de grafiteros a precursores de estas expresiones artísticas.
A finales del año 2017, principios del 2018, llegó a las escuelas una moda que comenzó más inclinada hacia las niñas, llamada “el lettering”.
El lettering en general es el arte de dibujar las letras, más allá de solo escribirlas. Esto existido por años, pero su auge incrementó debido a las redes sociales, principalmente Instagram, dónde se mostraban como parte de la tendencia de “apuntes bonitos”. Diferentes usuarias de esta moda dicen poder ahí expresar diferentes sentimientos, sentirse identificadas a través de los colores que usan, de los diversos trazos o diseños que utilizan.
En su mayoría, quienes realizan esta expresión artística son chicas de universidad, esta etapa donde se les da más libertad de expresión artística. Para ellas el dibujar diferentes diseños de letras les permite “plasmar una huella de lo que a ellas les gusta, aunque solo se quede en un cuaderno, o una carta”, comentan algunas jóvenes con quien pudimos platicar.
Casi en su totalidad, quienes practican esta moda o arte son chicas de niveles socioeconómico medio-alto, las cuales no verás en las calles haciendo pintas y otros actos que consideran “vandálicos”. Además, que, para todo esto se ocupan herramientas que llegan a ser costosas como el brush pen, o los lápices punta pincel. Mismas que ya son sustituidas por algunas herramientas como marcadores con puntas de imitación o parecidas, que permiten crear el trabajo que haría el brush pen, mismo trabajo al que algunos dibujantes deciden llamar “falso lettering”.
El aprovechamiento de la mercadotecnia se ha hecho presente para esto, pues marcas o empresas encargadas de la venta de marcadores, plumas y lápices buscaron lanzar diferentes productos para estas necesidades, haciendo destacar a estas chicas y haciéndolas conocidas en los contextos populares como “las niñas de los marcadores”. Las cuales plasman el arte de su creatividad en libretas y hojas especiales para eso. Sin necesidad de rayar un portón o una pared.
Expresando y dando a conocer que el dibujo es para todos, el grafiti tiene muchas maneras de presentarse, y el lettering en las jóvenes estudiantes es una de ellas, porque no importa que solo sea una letra o un simple rayón, detrás de esa mancha hay mucha expresión.
