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Fuera las casas viejas y calles deprimentes, bienvenidas las fachadas bonitas, los restaurantes de autor, las galerías de arte y por supuesto ¡muchos edificios de lofts! Esto, querido lector tiene un nombre: ¡gentrificación!

Pero… ¿qué tiene de malo que la estética de un barrio mejore?, ¿cuál es el problema con la inversión en espacios que anteriormente no gozaban de buena fama? En primera instancia 2 cosas: alquileres caros y la expulsión gradual de los habitantes originales de una colonia o barrio.

La gentrificación es un fenómeno cada vez más común en zonas céntricas, donde empresarios, inversionistas y hasta el gobierno, deciden explotar el potencial de una zona en declive, elevando, mediante la introducción de comercios y la modificación del paisaje urbano, los costos inmobiliarios y de vida. Las prácticas poco éticas son comunes, cuando inversionistas compran propiedades a bajo costo, les ponen una que otra plantita, una fachada coqueta y las revenden en múltiples veces su valor original, o deciden poner frente a fincas en deterioro algún atractivo comercio o referente turístico.

Barcelona se ha quedado sin barceloneses y en su centro la población extranjera es cada vez mayor, zonas como la Condesa o la Roma son hoy centros Cosmopolitan en la Ciudad de México, incluso nuestro San Luis Potosí sufre este mal, sino volteen a ver el Barrio de San Miguelito cuyos predios van en aumento, o la Garita de Jalisco, que debido a su proximidad con colonias de alto poder adquisitivo ha sido explotada por desarrolladores.

En el caso de la capital catalana, el barrio de El Raval, fue escenario de una transformación radical luego de que el gobierno instalara el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, así, cual imán a trocitos metálicos, logró atraer cadenas hoteleras, galerías y emporios de la moda,lo que hizo insostenible el costo de vida para sus habitantes, quienes tuvieron que marcharse.

Aunque legal, desde un punto de vista jurídico, la gentrificación es un fenómeno cuestionable respecto a lo que es y no es ético. Claro que es gratificante tener espacios lindos en la ciudad, sin embargo sería bueno mirar el proceso completo, ¿no cree usted querido lector?

Como siempre les deseamos felices lecturas, y siendo el último número del año, agradecemos su seguimiento a la revista Galería 7C’s, ¡nos vemos en el 2023!

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