Por: Michelle PM
Fotografías: Kenia Hernández
Con la organización de la Unidad de Igualdad de Género de la facultad de Ciencias de la Comunicación, COMUNIFEM, y a través de Consejería y Sociedad de Alumnos, se lograron organizar pláticas durante toda esta semana, desde el lunes 7 hasta el martes 15 de marzo en el auditorio de la facultad. Por ello, me dí a la tarea de asistir a las primeras dos para contarles un poco de ellas a quienes no pudieron estar presentes y a los lectores interesados.
La primera fue “Mitos y realidades sobre el aborto”, impartida por María Fernanda Rodríguez Mendoza, licenciada en Psicología. Habló con el objetivo de informar y resolver las dudas que se tienen acerca de este tema tabú y muy condenado por cierta parte —por no decir la gran mayoría— de la población. Hay muchos puntos importantes de lo que fue la plática, pero doy tres a resaltar, ya que fueron los que me resultaron más interesantes: la parte legal, tema necesario para cualquier persona con útero que esté a favor del aborto, como lo que dicen los artículos 330 y 333, la violencia obstétrica y la diferencia entre embarazo deseado, no deseado, planeado y no planeado. Me hubiera gustado que estos temas se hubieran explorado más a fondo, ya que considero que estos son conocimientos y argumentos extra importantes para hacer frente a las opiniones desinformadas y el rechazo del poder legislativo, pero, se entiende que la plática sólo podía durar una hora y no es posible extenderse tanto en ese tiempo.
“Derechos de la mujer” fue la segunda plática, dada por María Silvia García Márquez, licenciada en psicología. Ella nos habló de la lucha histórica que las mujeres hemos tenido para ganar y “conquistar” los derechos que, desde un inicio, se nos habían negado, quitándonos así parte fundamental de nuestra humanidad. Nos dio varios ejemplos de la violencia que se sufre en diferentes ámbitos, como el familiar, el emocional y el judicial. También nos dio ejemplos de mujeres escritoras que fueron las iniciadoras del movimiento feminista. Se utilizaron los ejemplos de Olympe de Gouges, quien lamentablemente fue guillotinada al ser acusada de defender un estado federado, y sus escritos como la declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana; y Mary Wollstonecraft, madre de Mary Shelley, la escritora de Frankenstein, quien escribió la reivindicación de los derechos de la mujer. En la parte de preguntas y comentarios, tocamos el tema de cómo a los hombres les afecta el patriarcado, la violencia que sufren por ello y los problemas de salud mental supeditados a esto.
La marcha de la 8M, mi experiencia.
Me he formado como feminista durante mucho tiempo, pero jamás había participado tan activamente como lo he hecho este año. Lo más emocionante para mí fue el sentimiento de no solo hablar de feminismo, sino también de ser partícipe de las actividades de la facultad y de la marcha del martes pasado. Como esta era la primera vez que asistía, me puse nerviosa por no saber qué pasaría, pero al ir brincando y gritando a lado de mis amigas de la facultad y de otros cientos de mujeres que venían por una causa en común, por lo que creemos y por lo que nos deben, mi nerviosismo poco a poco se convirtió en comunidad.
Al ir marchando, me di cuenta de todas las pintas que se estaban realizando a lo largo del trayecto y es ahí cuando pude ver con mejor claridad y en acción a mujeres del bloque negro. No me alarmé ni me asusté, todo lo contrario. Al verlas, me sentí más segura, ya que una de sus tareas es la de protegernos para que nosotras podamos manifestarnos sin temor. Para mí, el recuerdo de este 8M no se irá jamás. Los carteles, el grito de las consignas, el color morado y verde se quedan para siempre dentro de mí. Dicen que “esas no son formas”, yo digo que mejor “violenta” a ser violada y aparecer muerta.