Galería de egresados – Entrevista con Edgar Jersús Piña Montelongo

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Por Jaime González Rueda

Con 27 años de trayectoria, Edgar Piña ha colaborado para medios de talla nacional e internacional entre los que destacan: Grupo ACIR, Televisión Azteca, MVS Radio, W Radio, Telemundo, ESPN Deportes Radio (EEUU), ADR Networks, TUDN Radio, entre otros.

En 2006 participó como cronista en el Mundial de Futbol de Alemania para TV Azteca, Estadio W y MVS Radio. Cuenta en su labor con la cobertura de más de 600 partidos de fútbol para la radio tanto en medios nacionales como internacionales. Por su labor, ha sido acreedor al Premio Estatal de Periodismo y al Premio Nacional Fray Nano a la crónica deportiva.

Actualmente es profesor en la Escuela Bancaria y Comercial campus San Luis Potosí, así como en la Universidad del Centro de México (UCEM) y la Facultad de Contaduría y Administración de la UASLP.

¿Por qué estudiaste Ciencias de la Comunicación ?

Cuando era niño solía jugar al reporterito con unos casetes que  mi padre rescató de unas grabadoras antiguas. Siempre es grato recordar esos orígenes porque la vida me llevó a la comunicación sin saber que sería mi verdadera vocación. 

Terminé la preparatoria y comencé a estudiar Relaciones Industriales en el Tecnológico de San Luis. Con un año me di cuenta que esa carrera no era lo mío. Por aquellos días, mi prima, Marisa Medina, una de las primeras comunicólogas en San Luis Potosí, me invitó a una fiesta con varios colegas suyos. En esa reunión me hablaron de lo que podía hacer un comunicólogo. De alguna manera me acentuaron el interés en el campo laboral. Además, entendí que los medios solo son una rebanada del enorme pastel de la comunicación.

¿Cómo fue tu incursión en los medios de información?

Como estudiante de la materia de radio nos invitaron a Silvia Olvera y a tu servidor a ser las voces institucionales de la facultad. Todos los spots de Radio Universidad usaban nuestras voces.  En aquel entonces el Centro de Producción Audiovisual de la Facultad le hizo una campaña de publicidad a la Ford Motors Company, una experiencia muy grata en la que pudimos participar.

Posteriormente entré a la Radio Grupera,  a partir de ahí nunca solté los medios. Ya como egresado, en el 95, entré a Tv Azteca San Luis donde finalmente pase al área deportiva. 

¿Por qué el periodismo deportivo?

Yo soy melómano, me gustan todos los géneros, pero el deporte es mi afición. El gusto por los deportes me lo inculcó mi padre. Él siempre me llevaba de la mano a los estadios y competencias. Cuando oía los partidos por la radio yo decía: “que padre debe narrar un partido por radio”. 

Mi sueño se hizo realidad. Por 16 años narré al equipo de San Luis, 12 de ellos a nivel nacional. Ha sido una experiencia maravillosa. Ahora soy yo quien lleva a mi papá al estadio.

¿Qué te da el periodismo deportivo a diferencia de otros géneros?

El deporte en  general es una belleza. Es la parte amable de los noticieros. Lamentablemente la especialización en crónica deportiva no existe en San Luis. Mi trabajo de titulación fue precisamente una propuesta para abrir esa carrera en el estado. Se necesitan líderes de opinión en este rubro. 

En 1997 entré a Televisión Azteca a narrar, primero desde la cancha y luego como narrador oficial.  Luego viene la liga de ascenso, la primera división. Al mismo tiempo narro en Aguascalientes al Necaxa. Incursioné en más eventos deportivos como la Copa Sudamericana, la Copa Libertadores, los eventos de la Selección Nacional, hasta…

¿Hasta acabar en un mundial?

Así es. Por mis años en Televisión Azteca, José Ramón Fernández me invita al mundial de Alemania 2006

José Ramón es un referente del periodismo deportivo en México, ¿lo conocías desde antes?

Sí, de alguna manera le llame la atención, me tenía como el referente del deporte en San Luis Potosí, y los 5 años que pasé en Azteca obviamente influyeron bastante. 

Me llevaron al mundial, creo yo, para suavizar la relación que los televidentes tenían con Azteca Deportes en San Luis. Por aquel entonces hubo una campaña orquestada por varios periodistas  deportivos de México en contra del equipo de San Luis Potosí, por ser propiedad de Televisa, la competencia de Azteca. Además querían demostrar que había corrupción  en el técnico y los jugadores, cosa que nunca fue comprobada. De alguna manera fui el salvoconducto para que la gente de San Luis tratara bien a Azteca.

¿Qué sentiste al estar en un mundial?, el sueño máximo para un periodista deportivo…

La experiencia fue buenísima. Me tocó narrar algunos partidos para Azteca América,  y comentar junto a figuras como Emilio Fernando Alonso o David Faitel son, grandes de la crónica deportiva. En Alemania yo ya narraba a nivel nacional para W Radio. El día que llegué a la Allianz Arena de Múnich, para narrar los octavos de final de Alemania contra Suecia, dije: “Ya me puedo morir, esta es mi graduación con honores, no hay más allá para un cronista deportivo”. 

El máximo sueño hecho realidad para un periodista deportivo.

Sí, supongo. Eso y unos Juegos Olímpicos

¿Las olimpiadas quedan pendientes?

Sí, no me obsesiona, pero es una espinita. 

¿Cuál es tu deporte favorito?

El béisbol, sin duda el más hermoso. Paradójicamente nunca he narrado béisbol.

¿Qué deportes has narrado?

Casi todos, menos mi favorito (dice entre risas). He narrado fútbol, tenis, automovilismo, fútbol americano, natación, tauromaquia; casi todos los deportes, pero el béisbol no. 

No cualquiera puede narrar todos los deportes, se necesita mucho conocimiento de cada disciplina.

Por eso insisto, en San Luis se necesita una carrera de periodismo deportivo. La primera vez que en Tv Azteca me mandaron a cubrir un torneo de golf tuve que prepararme para ello.  Todos entendemos la lógica general del Golf, meter la pelotita en el hoyo, pero no todos conocen el argot. Hay que estudiar y leer.

¿Saber narrar un deporte te permite narrar los demás?, ¿la técnica es similar en todos ellos? 

Sí, es similar, hay un mismo eje narrativo. En radio por ejemplo, tú eres los ojos de la gente, el poder de la evocación. Tu dibujas en la mente de los espectadores.  

Mencionaste la necesidad de una especialización de crónica deportiva ¿qué cualidades debe tener un buen cronista deportivo?, ¿Cuál es la diferencia con otros tipos de crónica?

Un buen cronista debe tener muy buena memoria. Buena dicción, que abra bien la boca. Debe ser más amable que una crónica política. Como comunicólogos sabemos de la pirámide de Laswell , si no la cumples estas perdido como narrador. 

Hablamos de un eje común, pero tú resaltarías la amabilidad en el caso de la crónica deportiva.

Si no te emociona tu crónica, mejor dedícate a otra cosa. Hoy vivimos en la mercadotecnia de las emociones, eso le digo a mis alumnos. Por ejemplo las redes sociales son un vínculo directo con la retroalimentación.

¿Tu las usas?

Sí, claro, me gustan mucho, sobre todo Twitter

¿Un periodista puede vivir sin ellas?

Difícilmente. Se vería como un ermitaño, alguien  aislado del mundo.

Las redes sociales son aliados, pero también una amenaza para el periodismo.

No solo eso. Hay periodistas que destilan amargura por ellas. Hay gente que piensa que hablar mal de todo es objetividad. Aparentar un papel crítico. Problemas personales que se trasladan a los medios. 

En más de 20 años has visto la evolución del periodismo de calle al digital. ¿Te gusta el panorama actual?, ¿ha sido difícil adaptarte a él?

En mi caso no ha sido tan complicado. Siempre me ha gustado estar al día en la cuestión tecnológica. Tengo todas las redes menos Tik Tok.

Esa red no es tan periodística, ¿no?

No, aunque hay muchas instituciones y personalidades que ya lo tienen. Por ejemplo, la cuenta de los Yankees de Nueva York es una maravilla.  También nos enfrentamos a la fragmentación de los medios y la información. Ya hay miles de portales, todos quieren ser parte de un medio, quieren sentirse reporteros. 

¿Qué te gustaría ver en redes sociales?, ¿qué aplicación les falta?

Falta calidez. Twitter es un circo romano, un destrozador de gente. Amabilidad sin perder la formalidad. Facebook es un chismógrafo impresionante. Les falta quitar lo impersonal, esa convergencia de medios nos ha hecho olvidar que somos seres humanos. Deberíamos evitar usar el whatsapp y mejor llamar.

Intuyo que tu género favorito es la crónica, ¿así es?

Sí. Además de la crónica, la entrevista por ser un proceso básico de comunicación. Es un espejo de nosotros mismos. Es maravillosa. Es como un juego de tenis, te doy la pelota y me la regresas. Es una retroalimentación real.

¿A quién te ha gustado entrevistar?

Micahel Phelpes y Cuathemoc Blanco. A Phelps lo entrevisté en el Club Deportivo La Loma, al terminar la conferencia de prensa, donde solo otro compañero y yo hablábamos inglés.

El inglés. Una competencia fundamental para todo comunicólogo, ¿no?

Sí, claro. No puedes aspirar a ir a una competencia, a un evento internacional si no hablas ingles.  En esa ocasión me acerqué a Phelps, me concedió 2 minutos que al final fueron 5. 

En el caso de Cuahutemoc Blanco, disfruté mucho el contexto de esa entrevista, porque estábamos sentados los dos en la escalera del autobús, ya sin el resto del equipo, eso le dio un toque de cotidianidad. En otros ámbitos disfruté mucho entrevistar a Silvia Pinal y a Ignacio López Tarzo, un señor muy interesante.

¿Es más fácil entrevistar a un actor por el carácter histriónico de su profesión que a un atleta?

Para el periodismo común y corriente puede ser más fácil, a mi me gusta romper un poco el esquema. Preguntar también por la cuestión humana, llegar con algún detalle “chusco”, pero siendo muy respetuosos. Es necesario que la persona se sienta en confianza. Cuando uno entrevista debe ir más allá del atleta, del artista, del político; debe ir hacia la persona.

¿Cómo te preparas para entrevistar a alguien?

Estudio al personaje. Debes saber cuándo nació, dónde fue su infancia, cuáles son sus gustos… Saber lo más posible de la persona, eso evitará cuestiones desagradables,

¿Has tenido alguna experiencia negativa?

Si, claro, se te puede salir una mala palabra, algún dato erróneo. Recientemente me invitaron a ser maestro de ceremonias en un carrera atlética infantil en San Luis Potosí. En último lugar venía un niño muy tierno y algo pasadito de peso. Con micrófono en mano se me ocurrió animar al niño y  decirle: “échale gordito, échale amigo”

El niño estaba feliz, pero a las 2 horas veo en mi Twitter una serie de comentarios negativos por este hecho. A través de esa red reconocí que me equivoqué en el término, ofrecí una disculpa y bueno; es algo a lo que estamos todos expuestos. 

Con las redes sociales, los haters llegaron para quedarse.

Un buen periodista debe tener enemigos.

Háblanos  del campo laboral, ¿Se puede vivir de los medios?

Yo diría que sí. A nivel local la situación es más difícil y se debe combinar con otras actividades. Es importante ver más allá de San Luis Potosí. Cuando estudiaba me dijeron que los medios son un 50% lo que te pueda pagar una empresa, el otro 50% es el amor a la camiseta. Te da muchas satisfacciones, conoces a personalidades, pero en lo económico está muy golpeado.

Es una profesión ingrata en la que puedes desayunar con el presidente, comer con el gobernador y regresar en la noche en camión urbano. Ingrata o grata, depende como lo veas, lo cierto es que  te da mucha felicidad. 

¿Cuál es tu medio favorito?

La radio, la televisión es un medio frío, la radio es más cálida. Puedes escuchar la radio haciendo otras cosas. 

¿Qué consejo le darías a los jóvenes estudiantes de Ciencias de la Comunicación?

Que se preparen, que aprendan otro idioma. Lo segundo, que siempre sean respetuosos. No sabes en qué momento la persona de al lado te va dar trabajo, o tú a él. Que se la crean, que se emocionen, que hagan las cosas con pasión.

¿Cuáles son los valores que debe tener todo comunicólogo?

Deontología, sagacidad y pasión

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