Riot Grrrl: Las chicas al frente

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Por: Déborah Chavarría

Porque creo, con todo mi corazón, cuerpo y alma, que las chicas constituyen el alma de la fuerza revolucionaria que puede cambiar y cambiará el mundo de verdad”.

Riot Grrrl Manifesto

La escena punk, desde su nacimiento hasta inicios de los años 90, fue un espacio mayoritariamente masculino, una escena acondicionada para ser ocupada por hombres; esta condición de cuasi exclusividad masculina frustraba a las mujeres que también buscaban pertenecer al movimiento punk y formar parte de la manera tan única de expresión que representa el ser y crear un espacio de protesta a través de esta rama de la contra-cultura (Briggs, C., 2015).

El rol de la mujer dentro de la escena musical punk solía ser el de “groupie”, “novia” o “cantante de coros” para las bandas. No existía un espacio verdadero para la mujer si no era el de accesorio o escenografía. La frustración e invisivilización de la mujer dentro de esta escena fue el catalizador de lo que sería conocido posteriormente como la Revolución Riot Grrrl.

El término “Riot Grrrl” es, en el espíritu punk de sus creadoras y las mujeres parte del movimiento que lleva su nombre, volátil, líquido e indefinido. Ser una riot grrrl puede tener un significado distinto para cada mujer que se identifica como tal.

La creación de fanzines feministas y la formación de bandas amateur de mujeres fueron las piedras fundacionales del movimiento Riot Grrrl; en el ámbito musical, dos de las agrupaciones que alcanzaron una mayor popularidad fuera de la escena de Olympia fueron Bratmobile y Bikini Kill, esta última siendo considerada la banda “Riot Grrrl” por excelencia. Una de las personalidades más icónicas de la escena punk femenina de Olympia es, precisamente, la vocalista de Bikini Kill: Kathleen Hanna.

Ellas tomaron el punk y lo hicieron suyo, desnudaron la energía radical del movimiento y la utilizaron para su catarsis propia y su insurrección social (O’Dair, B., 1997.). En los conciertos de las bandas como Bikini Kill, una frase lo cambió todo: “Girls to the front” (chicas al frente), Kathleen Hanna pedía a todas las mujeres presentes acercarse al escenario y exigía a los hombres ir a la parte de atrás; el espacio, antes casi enteramente masculino, ahora los desplazaba al fondo del lugar y daba la oportunidad a las mujeres asistentes a los eventos de disfrutar y participar de los mismos, sin miedo a salir lastimadas (dentro o fuera del mosh pit) o ser víctimas de hostigamiento por parte de los varones.

El movimiento riot grrrl de revolución feminista se basó, entonces, en el empoderamiento a través del orgullo de ser marginadas, de formar parte de las comunidades punk, la toma de acción y la creación artística por cuenta propia. De gritarle al mundo el enojo y la frustración que se veían obligadas a sentir por la opresión a la que eran sometidas. Aprender a tocar los instrumentos sin instrucción profesional o teoría musical como base. Escribir sus propias canciones (plasmando sus ideales políticos y asuntos referentes a su lucha), además de publicar sus zines libremente, abriendo el espacio de expresión y protesta para toda mujer que necesitara hacerlo.

Uno de los ejes principales de la ideología de las chicas riot era el demostrar que su género no las hacía más débiles. La fuerza de las letras y melodías de las bandas punk Riot Grrrl y el peso de sus palabras en las publicaciones de sus zines, las empoderaban al saberse mujeres que alzaban la voz y no iban a esconderse más.

El activismo feminista de las mujeres que comenzaron la revolución riot grrrl dio las bases para que las nuevas generaciones continuaran con el grito de protesta que comenzó mucho antes y no se callará pronto.

Su impacto en el feminismo actual es notorio, por ejemplo, en las revistas independientes con temática feminista continúan siendo publicadas sus letras, y ahora, gracias a los formatos digitales, se facilita el acceso de toda mujer o niña que se encuentre interesada en aprender o leer las ideas de las que podrían ser sus compañeras de lucha. Las bandas fundadoras del movimiento aún tienen escuchas en todo el mundo y sus mensajes continúan siendo como puñetazos en la cara, gritos de protesta y galones de pintura en la fachada del sistema patriarcal.

Dada la situación actual en torno a la violencia contra la mujer, los números de feminicidios al alza y la resistencia, tanto de las instituciones como de la sociedad, de darle a la mujer la seguridad y el papel que merece dentro de las mismas, mientras garantiza el respeto de todos sus derechos, el espíritu rebelde de las chicas Riot continúa siendo sumamente relevante.

La revolución Riot Grrrl supuso la apropiación de espacios en los que la mujer, como individuo, no era bienvenida; la creación de espacios seguros para que toda chica que así lo deseara pudiera expresarse con libertad, al cuestionamiento de la sociedad y el sistema patriarcal.

En la actualidad, muchas mujeres alrededor del mundo continúan con esta labor, ya que la lucha no se detiene.

“Cada vez que tomamos una pluma, un instrumento o hacemos algo, estamos creando la revolución, SOMOS la revolución

Hanna, K., 1991

NOTA DE LA AUTORA: Como mujer y como feminista, me admito una Riot Grrrl. A continuación, dejo el enlace a una playlist de Spotify con las bandas más representativas del movimiento (y algunas canciones afines) para que, si alguna de ustedes encuentra en las voces de ellas las palabras que no ha tenido el valor de decir, pueda liberarse y gritar a la par de todas nosotras:

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