Fabiola Rivera, superheroína de la vida real

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Paulina Palomino

Todo comenzó el 8 de marzo de 1908, cuando las trabajadoras de una fábrica textil en Nueva York murieron en un incendio encerradas en la misma fábrica. El motivo: declararse en huelga para mejorar sus derechos como trabajadoras.

Fueron 140 trabajadoras que no pudieron escapar del ardor de las llamas; es por eso que, a partir de ese día, el 8M no se olvida, ni el propósito con el que esas valientes mujeres se enfrentaron a un sistema laboral injusto y desigual, para obtener los mismos derechos que cualquier persona debería tener.

Fabiola Rivera nos habla de su vida laboral, sus primeros acercamientos al feminismo, su vocación, de su perspectiva como profesionista, como abogada y como mujer y de los retos que día a día enfrenta el sector femenino.

Desde muy joven, ella notó que le conmocionaron mucho las injusticias, abusos y desventajas hacia la mujer; fue así como decidió que su vocación sería representar a las personas en desventaja, ejerciendo la carrera de abogada, ligada al proceso penal, entrando y saliendo de cárceles, escuchando cada uno de los contextos que las personas le ofrecerían y defendiéndolas en favor de la justicia.

A sus 25 años, ya estaba graduada y en sus inicios de ejercer su carrera en la Procuraduría de Justicia del Estado (ahora Fiscalía). Hubo una etapa en la que se encontraba en el área de la Subdirección de Control de Procesos, donde se encargaba de las sentencias de segunda instancia, es decir las sentencias cuando ya habían pasado por un juez y que llegaban a la apelación.

En esta etapa de su vida, se dedicó a revisar varios casos que le hicieron darse cuenta de lo cerca que estaba por interesarse por los derechos de las mujeres, ya que ahí veía la desigualdad. Esa área fue la primera que le hizo darse cuenta de que las sentencias -en algunos casos- eran más altas que con los hombres, incluso por el mismo delito. A través de distintos casos y al tener que representar casos de injusticia contra la mujer, tuvo sus primeros acercamientos con el feminismo.

“A mis 20, los jóvenes de mi edad o más chicos que yo, no nos cuestionamos los hechos, el porqué de las cosas y dábamos por sentado muchas otras… Estoy feliz de ver nuevas generaciones involucradas en temas como el feminismo y ejerciendo el involucramiento social, pero es importante comprender que los feminismos son una estrategia política, una postura, son un posicionamiento político y que en la medida de que las poblaciones más jóvenes se involucren con su contexto socio político es en la medida en la que podemos avanzar con mayor facilidad”.

Las historias más increíbles que aún la acompañan nos las cuenta con mucho amor y pocos detalles, ya que, como abogada profesional, hay casos que tiene que mantener en el secreto profesional. Sin embargo, son maravillosos casos de éxito que a lo largo de su vida la fueron marcando al ser muy paradigmáticos.

Tuvo la oportunidad de cruzarse con muchas mujeres que le permitieron representarlas en distintos ámbitos. Nos cuenta que aún guarda la sentencia de un caso de una mujer indígena que acusó a su esposo de violación.

“Fue maravilloso cuando logramos revocar el caso de una mujer indígena de la huasteca que había denunciado a su esposo por violación en la época en la que no se pensaba que en el matrimonio existía la violación. La sentencia, en primera instancia, había sido absolutoria para el esposo. Llegó una segunda instancia porque el defensor que representó a la mujer indígena había interpuesto una apelación precisamente por la sentencia absolutoria que había sido en favor del esposo. Cuando revisé el expediente, me di cuenta de que, efectivamente, ella fue objeto de violaciones cotidianas por parte del esposo. Me tocó representarla en la segunda instancia y fue maravilloso porque pudimos revocar la sentencia absolutoria y se dictó sentencia contra el esposo. Eso fue bellísimo”.

Ya en su vida como postulante, cuenta que tiene muchas más “historias increíbles de mujeres increíbles” que te hacen reflexionar sobre la importancia de la representación y el saber entender los contextos.

Fabiola Rivera es una mujer con una vocación extraordinaria que, en sus palabras y la forma en la que se expresa, se puede notar el amor que le tiene a su carrera laboral y a sus ganas de cambiar el mundo. La facultad de Ciencias de la Comunicación en colaboración con la Universidad Autónoma De San Luis Potosí y Galería 7C´s, agradece su participación.

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