Madame Web, ¿es tan mala como la pintan?

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Por Sebastián Jorgenson

Madame Web llegó a los cines hace dos semanas y hasta el momento ha sido una de las películas peor recibidas por el público de Sony.

Después de una cancelada cinta protagonizada por Bad Bunny titulada “El Muerto”, una desastrosa y destrozada Morbius protagonizada por Jared Leto y una no tan gustada Venom 2, Sony decide continuar con la creación de su universo de Spider-Man (sin Spider-Man), con Madame Web, protagonizada por Dakota Johnson (Cassandra Webb) y basada en el personaje homónimo de Marvel Comics.

La siguiente es una reseña/crítica a la película arroja un poco de spoilers pero no afectan la experiencia de ver la película en las salas de cine para los espectadores. 

Constance Webb y Ezekiel Sims se encuentran en Perú en busca de una mistica araña a la que los habitantes tratan casi como una deidad entre hombres, después de encontrarla, Ezekiel roba la araña a Constance quien estaba embarazada en ese momento, la tribu de Las Arañas, ayudan a Constance a dar a luz pero esta fallece en el acto. Años después Cassandra Webb es una paramédica que empieza a tener visiones y experiencias bastante extrañas, poco a poco se da cuenta que puede ver el futuro mediante estas visiones, en las cuales ve a tres chicas siendo asesinadas por un hombre. 

Por casualidades del destino (y el guion) encuentra a estas jóvenes y hara lo imposible para salvarlas de este hombre quien resulta ser Ezekiel que por su parte ha tenido visiones futuras de estas tres, ahora como Spider-Woman, asesinándolo y robando la araña que robo la cual le da poderes similares a los de una araña.

Después de Morbius (2022) y todos los memes que esta ocasionó, uno pensaría que Sony había aprendido su lección o por lo menos intentaría arreglar las cosas que no gustaron para sus siguientes películas, cosas como el mal CGI, la mala actuación, el mal montaje, el guion o el ritmo de la película fueron parte de las críticas que recibió esta última y de las que lamentablemente también sufre esta última entrega del Sony-verse.

Madame Web es un mala película, pero no mala como Morbius que por lo menos daba risa o era tan rápida que no te daba tiempo de pensar y no te aburrieras. Aquí no sucede eso, en la película hay escenas que se alargan por lo que se sienten como minutos al grado de incomodar al espectador, con actuaciones que dejan mucho que desear y son poco creíbles. Esto a pesar de tener un buen elenco como Dakota Johnson, Sydney Sweeney o Tahar Rahim, los cuales si bien no es que actúen mal, se nota que no sabían cómo darle vida a sus respectivos personajes, y esto más teniendo en cuenta la reciente controversia de como Sony los engaño haciéndoles creer que iban a formar parte del Universo Cinematográfico de Marvel.

Mucha de la culpa también la tiene el guion, el cual pareciera que fue escrito para que ninguno de los personajes fuera agradable, o por lo menos tuviera sentido en su narrativa, desde Cassandra Webb/Madame Web, hasta Ezekiel, ningún personaje está escrito de una manera que por lo menos nos haga entender sus motivantes, ni siquiera de quien nos tendríamos que preocupar, que son las tres niñas y futuras Spider-Woman, las cuales van desde lo molesto hasta lo irrelevante.

Cuándo pensamos en una película de superhéroes, ¿Qué es lo primero que se nos viene a la mente? Pueden ser en los trajes, el conflicto entre héroe y villano o las grandes peleas que puede haber entre estos, pues esta cinta no tiene ninguna de estas cosas. Los trajes, de los cuales la campaña de promoción de la película está tan orgullosa que nos los enseña hasta el cansancio, no aparecen ni un minuto en la pantalla. El conflicto entre personajes no existe, ya que dentro de la narrativa no hay motivos suficientes que nos hagan creer que de verdad existe una urgencia por parte de Cassandra por salvar a las chicas de Ezekiel quien por su parte tampoco es que nos digan porqué es tan importante para el sobrevivir, simplemente quiere vivir porque no quiere morir. 

Por último, las peleas, si bien si ocurren, son muy aburridas y terminan sin darle al espectador un sentido de triunfo o satisfacción, no son tan emocionantes como las de Spider-Man 2 (2004), o tan visuales como las de The Amazing Spider-Man 2 (2014), ni siquiera dan pie al futuro como la batalla final de Spider-Man: No Way Home (2021). Aquí hay peleas porque tiene que haberlas y el villano tiene que perder porque es malo, no son emocionantes, ni satisfactorias aparte de que no tienen ningún factor que haga querer volver a verlas o recordarlas, todo fue escrito para que las heroínas ganen a pesar de no sentir como que deberían de haberlo hecho.

Sony todavía tiene dos películas más relacionadas a su universo de Spider-Man a estrenar este año; Kraven que se espera en agosto y Venom 3 que supuestamente saldría en noviembre, pero como pintan las cosas, no van a ser muy diferentes de lo que nos han entregado, así que tampoco hay muy buenas expectativas de estos filmes. Solo queda esperar a que no sean tan malas como lo fue Madame Web y que les den a los fans de Spider-Man y sus diversos personajes y villanos algo bueno y respetable.

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