El rap, ¿hecho de sangre y crimen?

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rap, sangre y crimen

Por Oswaldo Fiscal
Ilustración de Jaime G. Rueda

El 11 de agosto de 2023 se cumplieron 50 años de que el Hip Hop vio la luz. Pasó de ser un pequeño movimiento surgido en fiestas de la comunidad afroamericana del Bronx en Nueva York a ser un fenómeno cultural, con impacto en la industria de la música.

¿Solo existe un Hip Hop?, la respuesta es un rotundo no, este es un abanico de expresiones artísticas y culturales con variedad de estilos musicales, el rap es uno de ellos.

Surgido en zonas marginales de Estados Unidos, el rap ha estado ligado al crimen desde su nacimiento, por lo menos en cuanto a sus letras refiere, teniendo sus más grandes “sedes” en Nueva York y Los Ángeles.

Las armas, las drogas, las pandillas, los robos y asesinatos, son temas recurrentes en las canciones populares y en las no tan populares del rap. Es común escuchar una mención a alguna de esas temáticas no tan agradables en múltiples canciones, normalmente son simples menciones que van y vienen.

En canciones como “N.Y. State of Mind” de Nas o “Ultimate” de Denzel Curry encontramos algunas “pinceladas” de estos temas. El coro de “Ultimate” hace mención a que no necesita un arma para ser respetado en las calles, pero también habla de una persona que usa un arma para alimentarse a él y a su familia. Mientras que en “N.Y. State of Mind” Nas nos cuenta un poco de lo que se vivía en Nueva York en aquellos años, haciendo algunas menciones a las armas y las drogas.

Sin embargo, no es la única forma en que el crimen es tratado en el rap. Hay muchos otros raperos que han hablado de estos temas con mayor profundidad, haciendo canciones con letras más específicas.

Eminem es uno de esos artistas que en una gran parte de su carrera habló sobre su consumo de drogas y sobre muchas referencias a asesinos seriales. Pero de entre tantas canciones hay una que destaca, “Kim”, donde Eminem relata de forma agresiva e impactante una situación hipotética donde asesina a su entonces pareja. Por esta situación, y el resto de menciones a las drogas y los asesinos, muchas personas comenzaron a tacharlo de criminal, a lo que respondió con una canción llamada “Criminal” en donde acepta que lo es, pero de forma satírica, burlándose de los comentarios que hicieron sobre él y de las personas que creen que por hablar de crimen se convierte en un criminal.

Un caso reciente es el de Griselda Records, un sello y marca de estilo fundada por Westside Gunn y su hermano Conway the Machine en Buffalo, la segunda ciudad más grande de Nueva York, y la primera en índices de criminalidad. El nombre de Griselda Records está basado en la narcotraficante colombiana Griselda Blanco.

Este sello es un reflejo de la ciudad donde surgió, sus miembros han estado varias veces en prisión y han sufrido los efectos de la violencia. Como un ejemplo, Conway sobrevivió a un tiroteo en el año 2012, tras haber recibido disparos en la espalda y la nuca, lo cual le dejó una parálisis facial.

Sin embargo, esta relación entre el rap y el crimen también ha acrecentado los prejuicios en torno al tema racial que de por sí siempre ha sido muy controversial en Estados Unidos.

El grupo NWA en su clásico “Fuck Tha Police” realiza una crítica a la policía y al racismo que sufren los raperos y las comunidades afroamericanas, por medio de un “juicio”, Ice Cube, Eazy-E y MC Ren declaran sus experiencias con este tema.

Otro rapero que toca el tema del racismo es Kendrick Lamar, en su canción “The Blacker The Berry” Kendrick nos habla del racismo que han sufrido los afroamericanos, el odio que tienen las personas blancas por su cultura, entre otras cosas, pero también menciona que es un hipócrita, porque debido a las pandillas mató a una persona más negra que él.

Ahora que hablamos de Kendrick Lamar, él nos da otro ejemplo de la relación entre rap y crimen, pues la historia de Kendrick está muy ligada al crimen y a las pandillas que han existido siempre en su lugar de origen, Compton (lugar de donde surge también el grupo NWA).

En canciones como “good kid” y “m.A.A.d city” nos cuenta a detalle cómo fue su relación con las pandillas cuando era joven, y como ha estado siempre rodeado de crimen en las calles de Compton. En “good kid” presenta varias situaciones en las que se vio envuelto, siendo él un “niño bueno” enfrentándose a una ciudad llena de violencia y crimen. Mientras que en “m.A.A.d city” nos presenta algunas experiencias suyas más específicas, como cuando sus amigos lo presionan para cometer un robo en su trabajo, cuando su primo fue asesinado en 1994 o cuando fumó un cigarro de marihuana con cocaína y eso lo dejó echando espuma por la boca. Sin embargo, en su canción “DNA” Kendrick explora, critica y celebra la cultura y la herencia con la que creció.

El rap es la esencia de las calles, de los barrios, de la gente que quiere expresar sus experiencias, emociones y sentimientos. Muchos raperos hablan abiertamente del crimen y de la violencia que han experimentado durante sus vidas, pueden condenar o aprobar esos comportamientos, pero simplemente es la vida que les tocó vivir.

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