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Por Rolando Morales Flores
Ilustración de Jaime G. Rueda

Dentro de la industria musical, y aún más en el ámbito independiente, la protección de las obras es de suma importancia sobre todo para los artistas realizadores de la obra intelectual en cuestión. Es por ello que constantemente escuchamos el concepto de copyright.

El término copyright, en el ámbito musical, hace referencia a la salvaguardia jurídica, a través de reglamentaciones, prerrogativas y fundamentos, conferida a los autores, músicos y creadores de obras musicales originales. Este mecanismo contribuye a la preservación de su propiedad intelectual y asegura que obtengan el debido reconocimiento y retribución por sus producciones.

El copyright ampara determinados derechos exclusivos al titular o titulares de los mismos, destacando entre ellos la facultad de obtener beneficios económicos derivados de dicha propiedad intelectual. Este aspecto se conoce como la “explotación” de los derechos.

Si generas tu propia grabación o inviertes en tiempo de estudio y tarifas de sesión, te conviertes en el titular de esa grabación sonora. En caso de colaborar con una discográfica, es probable que esta tenga cierto control sobre los derechos de la grabación, al menos por un período establecido. En el caso de que escribas una canción, eres el propietario de esa creación. Si colaboras en la composición con una o varias personas, cada uno ostenta una porción de la canción.

Existen dos tipos de derechos de autor en la música. En primer lugar, la composición que consiste en la música y en la letra, por otro lado, la grabación sonora se refiere a la versión grabada de esa música. Las creaciones generalmente son propiedad de los escritores o editores, mientras que las grabaciones suelen pertenecer a intérpretes o compañías discográficas.

Esta ley resguarda los derechos de tanto individuos como de entidades y organizaciones legales, como editoriales, en relación con sus creaciones literarias, artísticas y científicas. En esencia, el derecho de autor defiende la innovación y expresión originales de los seres humanos.

Gracias a estos derechos, los artistas de letras y música obtienen numerosas ventajas, tales como, preservar la integridad de su trabajo original frente a su empleo sin autorización, regular la manera en que su obra es interpretada, difundida y exhibida y recibir compensaciones por la utilización de su música, garantizando que sus labores creativas sean reconocidas apropiadamente.

En México, la Ley Federal de Derecho de Autor representa una legislación derivada del Artículo 28 de la Constitución, cuyo propósito es preservar y fomentar el legado cultural del país, además de resguardar los derechos de creadores, intérpretes, ejecutantes y otras personas relacionadas con la difusión, reproducción, apreciación y distribución de las creaciones surgidas de la inventiva de los habitantes de México a lo largo de la historia.

En este momento es probable que te estés cuestionando: “Si ya tengo mis derechos, ¿por qué motivo debería llevar a cabo el registro de mi obra?” La principal justificación radica en que si alguien llega a vulnerar tu derecho de autor, ya sea mediante la grabación de una canción que has compuesto o utilizando una grabación tuya sin autorización, contarás con una posición mucho más sólida si tu obra está debidamente registrada de manera oficial.

Una obra debidamente registrada tiene una mayor autoridad en un proceso legal. En caso de emprender acciones legales por violación de derechos de autor, contar con un registro oficial te habilita para buscar compensación financiera por parte de la persona que haya infringido esos derechos, además de cubrir los gastos legales. Es, sin duda, el método más efectivo para demostrar tu propiedad sobre los derechos.

El registro de tus creaciones en la asociación de autores de tu área es opcional, no es un requisito, pero ofrece numerosas ventajas. No solo confirmará tu autoría sobre la composición de la canción (melodía y letra), sino que también te permitirá recibir compensaciones económicas a través de esta asociación cuando tu música sea utilizada en presentaciones públicas y esté adecuadamente supervisada.

Dentro de México para realizar este registro se puede acudir al Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) para obtener el registro de tu obra artística, para seguridad jurídica, como autor y/o titular de los derechos patrimoniales.

Aunado a esto, las entidades de administración colectiva son instituciones que actúan en nombre de los artistas y propietarios de derechos de autor en diferentes campos, como la música, la escritura y el cine. En nuestro caso tenemos la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).

Cuando posees los derechos de una grabación, tienes el control sobre los “derechos del máster” y la capacidad de otorgar licencias para ese máster. Los ingresos provenientes de otorgar una licencia para el máster abarcan ganancias generadas por la transmisión y descarga vinculadas a la grabación, en plataformas como Spotify, Amazon, Apple Music, Deezer, entre otras.

Como creador, tienes el derecho de obtener regalías editoriales por la utilización de tu canción. Una de las maneras en que puedes generar ingresos de este tipo es a través de las regalías de reproducción. Estas regalías se distribuyen tanto al compositor como al editor cuando una canción es tocada o interpretada públicamente.

Como músico independiente, es fundamental tener un entendimiento de las implicaciones legales en tu labor. Las demandas relacionadas con los derechos de autor constituyen una parte fundamental en la esfera musical, y saber cómo manejarlas adecuadamente resulta vital para resguardar tus derechos en la música.

Los reclamos por derechos de autor emergen cuando alguien señala que otra parte ha empleado su contenido protegido sin la debida autorización. En el ámbito musical, esto engloba acciones como la reproducción, distribución o ejecución de una canción u obra sin permiso. Si eres un músico independiente, podrías enfrentar reclamaciones de derechos de autor si te acusan de vulnerar la creación de otro artista.

Aunque puede ser un desafío, entender las normativas de derechos de autor y adoptar medidas preventivas puede asistirte en eludir conflictos legales y resguardar el logro que has alcanzado con dedicación en el ámbito musical. Al mostrar consideración por la labor de otros creadores y al generar música genuina, podrás reducir la probabilidad de violar derechos de autor y al mismo tiempo fomentar un entorno creativo positivo.

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