Por: Michelle PM
Ilustración: Jaime G. Rueda
En “No todo está okay” he decidido ahondar en la nula alfabetización mediática que existe en nuestro sistema educativo. En el mundo actual lo digital afecta en todos los aspectos de la vida y el ciberespacio se vuelve un reflejo de nuestra sociedad, de nuestra cultura y comportamiento humano. En otras palabras, creamos un nuevo mundo con base al viejo, pero con posibilidades extraordinarias al romper las barreras de lo físico que para nosotros los humanos, al estar todos en el “mundo viejo” de los átomos estamos forzados a seguir.
Sin duda un lugar tan divertido como peligroso. La posibilidad infinita de contenidos es a la vez un abanico de riesgos para cibernautas poco cautelosos o descuidados. Ante estos peligros muchos países carecen de leyes que regulen el uso del ciberespacio, policías cibernéticas y en general de una cultura digital. Entonces… ¿cómo aprender a no quemarse en este mundo incendiario?, sencillo, se aprende quemándose, tal y como ocurre con mi generación, los primeros nativos de internet y las nuevas tecnologías (generación Z), quienes tuvimos que aprender sobre la misma práctica, pero en muchos casos consecuencias psicológicas para todos aquellos que se vieron expuestos a contenidos no aptos para su edad.
Elías Arab y Alejandra Díaz, especialistas en psiquiatría de niños y adolescentes mencionan que el uso de internet ha sido asociado con un amplio rango de problemas psicosociales como grooming, ciberbullying, sexting, impacto o cambios en el estilo de vida (reducción o deterioro en lo profesional, familiar, social y hábitos saludables) y aislamiento social (Arab & Díaz, 2015).
El problema es real, y muy evidente, entonces, ¿qué hacemos frente a este monstruo?, la solución viene con un concepto: “alfabetización digital” que se entiende como la capacidad de comprender y utilizar de forma óptima los medios modernos de información, una capacitación que ofrece reducir a un nivel exorbitante casos de riesgo para el menor.
Nuestro sistema educativo tiene un problema –atraso– muy grande, pues prepara estudiantes para una sociedad que ya no existe. Tenemos clases de computación, donde se nos enseña a usar programas básicos y no tan básicos como Photoshop, pero no se enseña a desarrollar el pensamiento crítico, catar el contenido y promover la responsabilidad de su uso. A los sectores en riesgo como lo son las niñas, niños y gente de la tercera edad se le está negando un derecho fundamental: la educación.
De acuerdo con datos de la Dirección Científica de la Guardia Nacional (GN), los reportes por delitos cibernéticos en México se duplicaron en los últimos seis años, al pasar de seis mil 393 en 2015 a 15 mil 16 en 2020, y en la primera mitad de este año se registraron siete mil 661, ¿así o más evidente el problema?
La Alfabetización Mediática e Informacional es, según la UNESCO, una de las respuestas para preparar a nuestras sociedades ante la era digital. ¿En qué consiste? Según el organismo internacional en concientizar y brindar conocimientos actitudes, habilidades y prácticas que permitan “acceder, analizar, evaluar, usar, producir y comunicar información y conocimiento de forma ética, legal y creativa, que respete los derechos humanos”.
En la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del 2021 revela que entre 2017 y 2021, las y los usuarios de 12 a 17 años incrementaron 2.4 horas el uso promedio diario de internet (de 3.1 horas en 2017, a 5.5 en 2021).
Considerando que el promedio de horas va en incremento y es impensable negar el saber leer o escribir ¿Por qué enseñar a no quemarse con el fuego digital?, ¿por qué considerar al uso del internet como un conocimiento empírico, como algo no realmente “Importante”?
La educación digital debería considerarse un derecho universal, y más aún, la capacitación en torno a este universo incluye el derecho a la seguridad, a la privacidad y a una vida sin violencia, pues ahora todos existimos en un mundo globalizado entre lo real y lo digital.
