Las horas previas al Minuto Uno: crónica del Centenario de la Autonomía Universitaria

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Texto y fotos: Fabiola VA

Mirando las manecillas del reloj, el lunes 9 de enero de 2023 nos preparamos a las 5 de la tarde con el equipo necesario para realizar la cobertura del evento cámara, celular y una mochila que no fuera muy bromosa porque necesitamos estar ligeros para realizar el trabajo de campo.

Esta vez no era como cualquiera, era para celebrar los primeros minutos del centenario de la autonomía de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y había que estar ahí presentes para vivirlo en carne propia como revista universitaria al pertenecer a esta institución a través de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y sentíamos cierta responsabilidad de retratar el ambiente que se iba a vivir en ese momento.

El sentimiento era diferente al entrar al centro de la ciudad, daba la impresión de que la mayoría de las personas que estábamos caminando en dirección a la Plaza de Fundadores iban con la intención de celebrar con el “Minuto Uno Fest”, preparados para conmemorar un momento histórico no sólo para la Universidad, sino para el estado de San Luis Potosí por su impacto en la sociedad.

Se empezaba a escuchar la música de lejos y conforme nos acercábamos a la plaza grupos de alumnos con sus banderines de sus respectivas facultades cada uno con un elemento distintivo como la de Comunicación con una botarga de águila y un panderete, la Facultad de Ciencias Químicas con una gran cantidad globos en los que resaltaba el número cien, así como la Facultad del Hábitat con banderines o por ejemplo la Facultad de Agronomía con chamarra y sombrero o la de Ingeniería con su casco, por mencionar algunos de los muchos que encontraban reunidos esa noche en la plaza.

Tuvo un especial significado sostener la bandera de nuestra facultad en un principio, nada más llegar, después de tomar unas fotografías aprovechando el sol que todavía estaba presente e iluminaba de forma natural el grupo que en ese momento estaba tocando en la Plaza de Fundadores con el Edificio Central de fondo, que se encontraba especialmente sublime esa tarde como si se hubiera visto por primera vez, aunque haya estado ahí toda la vida.

La luz bajaba poco a poco mientras se escuchaba la voz de la conducción del evento al mencionar de forma entusiasta el carácter festivo del evento y mencionar algunos datos acerca de la historia de nuestra universidad, porque sí es de todos, es un sentimiento que se lleva por dentro pero que en esa noche salió en todos, lo pudimos ver con nuestra Facultad, especialmente al retratarlos con la cámara fotográfica que no dudaron en posar como una imagen que pasará a la historia y con el tiempo seremos testigos de esto, pero no nos pongamos nostálgicos aún que la historia continúa.

“Somos parte de historia” pasaba esa frase en una manta con varios alumnos sosteniendo con colores naranja y azul que recordaba el pasado, presente y futuro de nuestra universidad. Su comunidad representada en cada uno de los asistentes se podía ver muy contenta conviviendo y encontrando con personas que por cuestiones de tiempo no se logran ver todos los días al pertenecer a diversas áreas de la universidad. También se podían ver personas que caminaban esa tarde por el centro que se acercaban a la plaza para escuchar la música y se quedaban más de lo pensado.

Más adelante llamó la atención el sonido del mariachi que provenía de los balcones del Edificio Central en dónde voces femeninas y masculinas se intercalaban, fue un momento emotivo. Así como ver a familias completas de trabajadores que llevaron a sus hijos para que los acompañaran en este evento, “porque la Uni se vive desde chicos, así como su admiración hacia ella, nos ha tocado vivir eventos como el 90 y 95 aniversario, y recordarlos al sentirse parte de ella, aunque todavía no fueras estudiante”.

Después vino el momento de presentar la nueva mascota que fue el momento de tomarse fotografía con las facultades al acercarse con ella y nosotros logramos tomar una con nuestra facultad, un águila como un elemento que nos identifica a todos, como un elemento en común, así como una serie de souvenirs de la tienda Unimanía que se acercaban para usar en ese momento como camisetas y chamarras porque hoy más que nunca el Orgullo UASLP se llevaba puesto en cada uno. Así como una instalación con el kit universitario en el cual pasaron a posar.

Fue un evento de aproximadamente siete horas, en dónde hubo una variedad de géneros musicales que reflejan lo universal que puede ser la UASLP, así como lo mencionó el rector, el Dr. Alejandro Zermeño Guerra, en sus palabras dirigidas a la comunidad universitaria las cuáles fueron respondidas con gran emoción ya llegada la noche.

Después vino el tiempo del baile en dónde aprovecharon para bailar en parejas para continuar con un número de magia justo antes para la cuenta atrás. Empezó a contar desde las pantallas los números del 10 al 1 para disfrutar de un juego de luces con el protagonismo la fachada del Edificio Central que mantuvo la atención de cada uno de los asistentes.

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