Por Jaime González Rueda
“Ser creativo es tener una estructura y mucha disciplina, no solo fumarse un porro”
Aldo Patlan
Aldo Patlán es egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En su trayectoria se ha desempeñado como escritor, guionista, realizador cinematográfico y director creativo. Actualmente se desempeña como director de la Cineteca Alameda de San Luis Potosí.
¿Por qué decidiste estudiar ciencias de la comunicación?
No lo decidí, fui obligado por mis papás. La primera vez que presenté el examen para ingresar a la Facultad de Ciencias de la Comunicación reprobé el examen intencionalmente. Mi intención era dedicarme al cine, así que tomé varios cursos en el Centro Estatal de las Artes. Hice dos cortometrajes y eventualmente la Facultad de Ciencias de la Comunicación me facilitó equipo para grabar, aun sin ser estudiante. Recuerdo que un conocido me aconsejó estudiar ahí, ya que tendría acceso al equipo de producción audiovisual. Me presenté por segunda vez al examen y fui aceptado. Al momento de tener mi horario de clases, me acomodé con un señor loco que se llama Oscar Montero, con él fue mi primera clase en la facultad, y gracias a ello estoy orgulloso de ser comunicólogo.
¿Qué ventaja te da el haber estudiado comunicación frente a aquellos que estudiaron cine directamente?
Después de estudiar comunicación dejé el cine. Fue la mejor decisión, pues decidí abordar esta misma cuestión pero a través de estructuras narrativas. La doctora María Gabino me orientó a la escritura. Gracias a ella comprendí que ser escritor no es estar encerrado sino vivir y plasmar tus experiencias en letras. Recuerdo que me pidió hacer un autorretrato pero con letras. Lo hice en un bar, en una servilleta, ahí comprendí que las palabras eran un poder magnífico. Mis textos de cine no son indicaciones, sino figuras retóricas a través de las cuales una imagen narra una historia.
La investigación también me permitió enamorarme de la comunicación. En quinto semestre, con la materia de transdisciplinariedad, entendí las figuras de la comunicación y la investigación. Ni el cine, ni la comunicación son absolutos. Ambas poseen una cualidad prismática, la transdisciplinariedad. El profesor Roger Acuña afirmaba que la comunicación era un diamante que al estar en contacto con una luz, sus rayos se dirigen a todos lados, esa es la condición transdisciplinaria. Ahí entendí que si quería hacer cine, no me podía cerrar solo al cine. Tome figuras de la comunicación, de la investigación y eventualmente deje el cine para convertirme en un creativo. Ser creativo es tener una estructura y mucha disciplina, no solo fumarse un porro.
La transdisciplinariedad me permitió abrir mi mundito del cine para explorar nuevos campos a través de la creatividad como son los cuentos, la escritura o la publicidad.
¿Te consideras un artista?
No, me parece un término muy ambiguo. Artista puede ser el señor que vende poemas a cambio de una moneda o alguien que expone en un museo. Prefiero el término de creativo.
¿Qué tan difícil es vivir a nivel laboral de la creatividad?
Elvis Presley dijo que había soñado mil veces su vida, y de todas ellas la mejor es la que había vivido. Me pasa algo similar. Nunca he dejado de querer hacer cine, me he topado con gente muy talentosa que me ha ayudado a establecer nuevos proyectos. Soy muy joven, pero ya hace 10 años que tomé mi primera clase de cine. Desde ese día nunca he parado, aun cuando se han burlado de mí por querer ser cineasta. Yo creo que lo importante es saber tus posibilidades, saber dónde estás.
¿Cómo es tu proceso creativo?, ¿De dónde viene tu inspiración?
Sid Field nos habla de una estructura dramática, que en el caso del cine la definió como hacer hamburguesas. Con esta idea y mi experiencia que tengo etnografiada, desarrollé una tesis que tiene como resultado una estructura creativa. Este proceso inicia con la motivación, seguida de la lectura para continuar con un draft o boceto, la observación del mundo es el cuarto momento. En el quinto paso se debe adaptar al formato que se pretende utilizar (cuento, audiovisual, publicidad). En el sexto paso lo descontextualizo y lo empiezo a escribir, en el séptimo empiezo a delimitar, el octavo es el desarrollo y el noveno es la conclusión del producto.
¿Cuáles son tus películas favoritas?
Buenos Muchachos (Goodfellas), Hercules de Disney, Toy Story, Batman el Caballero de la Noche. Soy cinéfilo pero no solo de películas consideradas “de culto”, no solo de estas grandes piezas como El ciudadano Kane. Me gusta mucho el cine de mafiosos, El Padrino es genial. También me gusta mucho “No te metas con Zohan”, una película del 2008 que habla de una guerra entre Irán y Palestina, causada por un empresario blanco, una parodia evidente de Donald Trump.
¿Hablanos de los nuevos retos que enfrentas al estar al frente de la Cineteca Alameda?
A este cargo me invitó la secretaría de cultura, la maestra Elizabeth Torres y el señor gobernador, el licenciado Ricardo Gallardo. Me pidieron que no me perdiera en la burocracia, sino que implementara la creatividad entre los trabajadores. Desde un principio me llamó la atención tener esa libertad.
En la Cineteca Alameda he tenido muy buenos perfiles como Juan Ferrer que ha sido mi mano derecha. Nunca he querido sentirme el director o buracritarme, y mira que hay grandes privilegios en el puesto, eso que oimos ahorita es Fernando de la Mora que está ensayando con la orquesta sinfónica (de fondo se escucha el ensayo del concierto en la Cineteca Alameda).
Desde el primer momento hemos implementado grandes cambios. Mi reto es abrir la Cineteca a los realizadores potosinos. La cineteca que recibí y la que es hoy son abismalmente diferentes.
¿Qué ha cambiado en concreto?
El promedio de asistentes era de 30 a 50 personas por persona, hoy este promedio va de 280 a 300 personas. En el ciclo de cine de terror proyectamos El Exorcista y tuvimos un lleno total, siendo la capacidad para 1374, lo que equivale a 13 salas de cine.
Proyectamos cortometrajes potosinos antes de cada fusión y película, esto en apoyo a los realizadores locales. Quiero que la vean no como un cine viejo, sino como un espacio vivo, un espacio abierto para los cineastas y público en general.
Queda pendiente la digitalización de la cineteca, y ser verdaderamente una cineteca, que haya resguardo de materiales.
¿A qué se debe el aumento en las audiencias?
Cambiamos la metodología en cómo se difundió la cineteca. Hoy cantamos con un equipo de comunicación muy capaz Lucia Rocha y Joshua Ortado. La manera de llegar ya no es tán elitista, no es de culto. Cuando tuvimos el cine gang o de pandillas, estaban formados los lavacoches. El objetivo es descentralizar la cultura, por ejemplo hemos implementado el programa de “Cineteca en tu municipio”, donde llevamos funciones a otras partes del estado. Al día de hoy hemos visitado 40 municipios.
IMCINE nos hizo una nota que hoy la Cineteca Alameda es la segunda o tercera con mayor asistencia en el país. También hemos buscado la interinstitucionalidad, hoy tenemos convenios con el Colegio de San Luis, el SEER, la SEGE, entre otras instituciones.
¿Cuál consideras que es tu mayor habilidad profesional?
La gente que conozco (dice entre risas). La parte creativa obviamente, además de la capacidad de observar y saber con quienes puedo colaborar.
Como potencial empleador de comunicólogos, ¿Qué habilidades profesionales valoras más?
La responsabilidad y la disciplina, aunque suene como algo militar (comenta con risas). Pese a todas mis rebeldías he sido muy disciplinado. Si no eres disciplinado no lograrás nada.
¿Qué viene para ti?, ¿cómo te ves en el futuro?
Después de haber estudiado comunicación nunca lo hubo. Mi único plan a futuro, muy a futuro es retirarme a mi tierra Sinaloa, o a Ensenada. Algo que también quisiera hacer es regresar todo lo que pueda a la Facultad de Ciencias de la Comunicación, a mi escuela con la que estoy muy agradecido.
En tres palabras, ¿qué es para ti el cine?
Imagen en movimiento, mi casa y entretenimiento.
En tres palabras, ¿qué es para ti la comunicación?
Montero decía que era sexo, drogas y rock and roll, pero digamos que es vía, experiencias y transdiciplinariedad.