Por: Paulina Palomino
En el 2020 la Organización Panamericana de Salud (OPS) de la mano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un artículo en donde promovió el uso de la bicicleta, dando a conocer que no solo era más saludable, sino más segura frente a los inicios de la pandemia. El artículo promueve el uso de la bicicleta como movilidad principal alterna debido a que es un medio de transporte sostenible, sensible, asequible, fiable, limpio y ecológico. Indica que contribuye a la gestión ambiental, a servicios de salud y que, además, en palabras de la OPS, disminuye la posibilidad de COVID-19 en relación con el transporte público.
Se declaró oficial por parte de la ONU el 3 de junio como día Mundial de la Bicicleta debido a la singularidad, longevidad y versatilidad que la bicicleta provee. El uso de las bicicletas ha ganado importancia dentro de las urbes como medio de transporte alternativo, demandando ciclovías a la par del crecimiento de las ciudades.
Un ejemplo claro de esta demanda son las ciclopistas recién realizadas en el Centro de la ciudad, que pasan a lo largo de Carranza, Himno Nacional, Fray Diego de la Magdalena, Damián Carmona y Coronel Romero, entre otras avenidas y calles de la ciudad. Además, programas de gobierno como “Bicicletas, Salud y medioambiente sobre ruedas” y las Rodadas Nocturnas organizadas por asociaciones independientes como Vida Sobre Ruedas invitan constantemente al uso de la bicicleta como medio de transporte y recreativo.
“Yo recomiendo que inicien con trayectos cortos. Por ejemplo, los viernes es cuando menos tráfico hay en la ciudad, haciendo que sea más sencillo ir a la escuela, a la oficina o a la tienda en bici. Es importante ser muy visible, llevar siempre ropa clarita, llevar reflejantes en las piernas. A lo mejor un chaleco. Llevar un casco es muy importante. Hay que manejar en velocidad moderada, no manejar en sentido contrario a la viabilidad. Sí es importante respetar las reglas de tránsito, respetar al peatón y ser muy prudente”, nos recomienda Chayito Gonzales, Ciclista de trayectoria.
Las ciclovías son áreas destinadas para la circulación de las bicicletas. Estas áreas deben contar con una infraestructura donde el ciclista pueda desplazarse de forma rápida y segura, sin invadir el espacio de los peatones y, además, deben mejorar el ordenamiento del tránsito, garantizando la seguridad de peatones y ciclistas de acuerdo al manual internacional de ciclopistas.
Chayito Gonzales nos comenta también que: “Una ciclovía ideal debe contar con un área de estacionamientos para bicicletas, semáforos especiales, buena señalética y un relieve para evitar la inundación o aglomeración de agua en el canal de la ciclopista. Incluso, se debe adaptar el transporte público para la carga y descarga de la bicicleta, tal como se hace en León, Guanajuato, donde se te permite ir en bici 5 kilómetros y, después, puedes cambiar a un autobús. En este ejemplo, además, el bus tiene el espacio para subir tu bicicleta, así puedes llegar a una estación de transferencia y de ahí tomar otra ruta o, si quieres regresar a tu bicicleta. Esta misma estructura se lleva a cabo en Lyon, Francia.”
“Buscamos poder generar una visión de una movilidad integral, donde se incluya a todos los medios de transporte. Esto va desde las personas que van a pie, personas que cuentan con una discapacidad, personas de edad adulta o niños; ya que todos deben ser considerados antes del auto privado en la formación de nuevas vías en la ciudad”, nos menciona el Arquitecto Luis González, representante de Vida sobre Ruedas.
Lo que nos toca hacer a nosotros como ciudadanos es tomar conciencia tanto para el medio ambiente, como para nosotros mismos y la sociedad. Vivimos una situación difícil, la nueva variante acecha a la vuelta de cada esquina. Lo mejor que podemos hacer es cuidarnos y, si tomamos algún medio de transporte, utilicemos lo más posible la bicicleta y, con estas, las ciclovías.