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Por: Fabiola Villar Arriaga

Luiz Collaço, originario de la ciudad São Paulo, actualmente residente en San Luis Potosí, nos habla de cómo se vive la época navideña en el hemisferio sur, en pleno verano, algo que nos cuesta imaginar debido a la influencia de los Estados Unidos y Europa, que pasan la época decembrina acompañada de nieve y frío, un imaginario difundido a través de series y películas.

En Brasil, el clima en esta época del año es muy caluroso, con temperaturas muy altas en diciembre y enero. Collaço comenta que el 24 de diciembre es habitual reunirse en familia, todos vestidos con sandalias y pantalones cortos, incluso con playeras sin mangas. Es una época para visitar las playas y albercas. 

La decoración es algo importante en esta época del año para Brasil, donde se puede ver la iluminación de calles, edificios públicos y casas. Luiz comenta que: “La tradición del pino de Navidad es común, y los que son más religiosos ponen el nacimiento de Jesús”.

Luiz nos comenta que la comida típica de Navidad no cambia respecto a la mexicana. El pavo está presente en muchas casas, además del “tender” un tipo de carne brasileña parecida a un jamón, y, como era de suponerse, las bebidas calientes, debido al clima, no están presentes en el menú.

En la víspera de Navidad se suele hacer intercambio de regalos. Las familias, como en México, son numerosas y las mesas suelen ser de hasta ¡treinta personas! En algunas casas es común ver un Santa Claus que llega en la noche a entregar los regalos y que es la ilusión de los más chicos.  El recalentado del día 25 es también una tradición bien difundida.

“Antes de vivir en San Luis, nunca había tenido una Navidad fría, pues en mi casa terminas de bañarte y al poco tiempo ya estás sudando del calor que hace; aquí es distinto, debes buscar abrigarte; es una fiesta más parecida a la de las películas americanas” comenta Collaço .

Cabe destacar que São Paulo, con aproximadamente 12,3 millones de habitantes, es una de las ciudades más pobladas del mundo y su dinámica de vida es muy agitada.  A diferencia de ciudades más pequeñas, Luiz afirma que es difícil preservar las tradiciones, incluso reunirse con amigos y familiares por cuestiones de tráfico. En su opinión, las fiestas se viven todo con “menos intensidad” que en ciudades más pequeñas. Sin embargo, São Paulo ofrece atractivas decoraciones navideñas, con muchas opciones para la recreación, como por ejemplo la Av. Paulista, una de las principales arterias de la ciudad en donde siempre se reúnen las actividades de la ciudad. En un parque cercano a esta avenida, sobre la superficie de una laguna se proyectan imágenes alusivas a las fiestas decembrinas.

Pero si hablamos de la fiesta de fin de año, Río de Janeiro es un imperdible, ya que su espectáculo de fuegos artificiales es uno de los más visitados a nivel mundial. La tradición de las uvas o de salir con una maleta no son comunes en Brasil. Por el contrario, se acostumbra comer lentejas como señal de riqueza o abundancia para el año que empieza. Por cuestiones de buenos augurios, la gente suele vestir ropa blanca y si estás en la playa, existe una tradición de brincar siete olas para atraer la buena suerte. 

Sin lugar a dudas las fiestas decembrinas se viven de manera distinta en cada región, tal y como vemos en el testimonio de Luiz. Eso sí, él menciona que nadie le gana al mexicano en cuestión de fiesta y entretenimiento, pues, según él, en México no se necesita una razón en específico para celebrar. 

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