El impacto del Covid-19 en la economía mundial

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Colaboración por Trond Haakenstad

 Más allá de los estragos que dejó la pandemia de covid-19 en la salud mundial, el aumento de la mortalidad en la mayoría de los países y las consecuencias de la esta devastadora enfermedad en la gente contagiada, su propagación ha dejado también serias afectaciones en la economía mundial, llevando a la quiebra a miles de empresas y a muchas más en graves apuros. 

Los principales índices bursátiles como el FTSE, el Dow Jones Industrial Average y el Nikkei experimentaron grandes caídas producto del aumento de número de casos de covid durante los primeros meses de la pandemia. La respuesta de los bancos centrales de muchos países fue recortar las tasas de interés, con la esperanza de abaratar los préstamos y de esta manera fomentar el gasto que permitiera impulsar la economía.

Si la economía de un país crece, traerá como consecuencia la generación de una mayor riqueza, inversión y por lo tanto la creación de empleos. El indicador más utilizado para medir el crecimiento de un país es el cambio porcentual del producto interno bruto (PIB), que es el valor de los bienes y servicios producidos por un país en un periodo de 3 meses o 1 año. 

En el año 2020 el FMI estimó que la economía global se contrajo un 4,4%. La organización describió esta crisis como la peor en 90 años (desde la gran depresión de 1930), con la mayoría de los países del orbe en recesión, a excepción de China, cuya economía registró un crecimiento de 2,3% en el año 2020, el más fuerte de la pandemia. De la misma manera, muchas personas perdieron su empleo, o vieron una disminución en su ingreso, y las tasas de desempleo fueron crecientes en las principales economías. Estados Unidos pasó de una tasa de desempleo de 3,7% de su población económicamente activa en 2019 a 8,9% en 2020, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), después de tener toda una década de expansión en el empleo.

Sectores como el turismo y la hostelería tuvieron un estancamiento casi por completo en el 2020, ya que la industria de viajes fue gravemente dañada, con muchas cancelaciones de viajes de negocios y vacaciones. Se estima que durante los primeros 8 meses del año 2020, las aerolíneas a nivel global perdieron ingresos en cerca de los USD 256 mil millones, poniendo en peligro a más de 5 millones de puestos de trabajo. 

Al haber trabajado tanto en la industria de transporte aéreo como en la de transporte público, es interesante observar y analizar los efectos de la pandemia de Covid durante 18 meses. Aún más, los efectos de largo alcance que la pandemia dejará en los hábitos de viaje de las personas en el mundo.

Durante el primer año de pandemia, durante las restricciones como la cuarentena, el home office y el cierre de fronteras internacionales, muchos han pensado que el nuevo panorama post pandemia involucra significativamente menos viajes, ambos en términos de las vacaciones y los viajes de negocios. ¿Es esto una aseveración justa?

Veamos primero los desplazamientos de transporte público. Para marzo de 2020 las empresas se adaptaron rápidamente mediante la implementación de softwares y rutinas de videoconferencias. 

Los trabajadores que no eran estrictamente necesarios físicamente en sus lugares de trabajo podían trabajar desde casa y casi de la noche a la mañana cambiaron de reunirse en persona a videoconferencias. Un dramático descenso en el uso del transporte público y el transporte aéreo, y aquellas compañías que no fueron rescatadas por su gobierno fueron a la bancarrota. 

Durante este tiempo, las compañías aéreas trataron desesperadamente de averiguar cuál sería el panorama post pandemia. Las personas viajarán igual que antes o volverían a hacerlo tal y como era antes de esta pandemia. 

Durante la pandemia, varios informes mostraron que las personas dijeron que trabajarían desde casa con mucha más frecuencia después de la pandemia que antes de esta. Después de todo, muchos trabajaban desde casa cinco días a la semana durante la pandemia y todo salió bien. Curiosamente, a medida que las poblaciones se vacunaban y volvían gradualmente a la oficina, la gente parecía decir cada vez más que trabajaría desde la oficina después de la pandemia. ¿Por qué?, una explicación podría ser que era más fácil trabajar desde casa cuando todos los demás lo estaban. Una vez que la pandemia fue una amenaza menor y las personas pudieron regresar a su lugar de trabajo, tal vez se convirtió en una presión grupal indirecta de ir a la oficina. Sin duda, a la mayoría de las personas no les gusta sentir que se están perdiendo algo y no es divertido participar en una reunión de forma digital mientras la mayoría de sus colegas están sentados uno al lado del otro en la oficina. Dicho esto, las barreras de trabajar desde casa 1 o 2 veces por semana se han reducido significativamente en comparación con antes de covid, y lo más probable es que haya una disminución permanente en los desplazamientos también a largo plazo, pero quizás no tan grande como se esperaba.

Cuando se trata de viajes de negocios (generalmente en avión), tal vez haya indicios más sólidos de que la nueva normalidad supondrá una reducción mayor que los desplazamientos diarios y, en particular, los viajes internacionales. Se realizan más reuniones digitalmente, tanto porque muchos han experimentado que las videoconferencias funcionan bien en muchos casos, como también porque es más conveniente y más profesional y socialmente aceptado hoy en día que antes de la pandemia.

Para los viajes de vacaciones también existe la expectativa de una reducción post pandémica en comparación con la prepandémica. Las agencias de viajes, las plataformas de reservas y las aerolíneas han experimentado recientemente un aumento en las reservas a medida que varios países han abierto sus fronteras, sin embargo, los niveles aún son significativamente más bajos que en 2019, y es difícil ver cómo la industria de viajes se recuperará por completo hasta los niveles anteriores.

Probablemente terminemos en algún punto intermedio. Una vez que la pandemia haya terminado oficialmente, la gente se “olvidará” gradualmente y se adaptará de nuevo a una vida normal. pero a lo largo del camino, muchos pueden haber descubierto que uno puede trabajar desde casa una vez a la semana sin estar mal visto, y que las reuniones de negocios se pueden hacer cada vez más virtualmente.

Las grandes ganadoras durante la pandemia de covid-19 fueron las farmacéuticas involucradas en el desarrollo de las vacunas, cuyas acciones se dispararon, con aumentos significativos en los mercados bursátiles como es el caso de Moderna, Novavax, y AstraZeneca. Sin embargo, Pfizer vió caer el precio de sus acciones, a causa de su asociación con Biontech y el alto costo de producción de las vacunas, y el aumento de sus competidores.

Un año y medio después del inicio de la pandemia de coronavirus, la economía podría estar en condiciones de lograr una recuperación, pero sin duda este repunte será en proporción desigual entre los diferentes países, al observar que las economías más fuertes y enfocadas en los servicios como Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Alemania se encuentran listas para la reactivación económica, mientras que muchos países emergentes se encontrarán aún rezagados, y en los que se espera que alrededor de 100 millones de personas habrán vuelto a caer en la pobreza extrema.

El FMI estima que el crecimiento mundial alcance un 3,2% para finales de este año, y continúe en crecimiento para el 2022. En gran medida, este alcance se deberá a la fortaleza de economías como Estados Unidos y China.

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