Solo ocio y diversión
Dicen que “quien barbas tiene, con ellas se entretiene”; y es que la diversión ha sido y será parte inherente de la vida. La recreación, tristemente, se inscribe en muchas sociedades como un derecho relegado, digamos “de tercera”.
Las garantías individuales de nuestra constitución no mencionan ningún aspecto relacionado con el disfrute del tiempo libre, y es que, hasta mediados del siglo pasado, fue cuando algunos países comenzaron a dar importancia legal a la recreación.
La Declaración Universal de los Derechos del Hombre, de 1948, en sus artículos 24 y 27, afirma que “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre… A tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes…”. No basta con cubrir derechos biológicos, sino que la calidad de vida ha pasado a tener un papel preponderante a nivel social y político.
Los circos, el teatro, la literatura, los parques de diversiones, los cabarets, las cantinas, los conciertos y hasta las redes sociales, forman parte de ese universo que permite hacer llevadero el día a día. La evolución del esparcimiento ha pasado de espectáculos sangrientos, como el circo romano, a programación televisiva con contenidos política y socialmente correctos.
¿Por qué hablamos de entretenimiento y ocio? En realidad, porque la historia de la diversión es un referente de la evolución del pensamiento social, de reconocimientos entre lo que está bien y lo que no. Antes, una ejecución en una plaza pública era un rato de ocio; ¿quién disfrutaría hoy de tan insulso espectáculo? que, por cierto, apenas en 1939 se llevó a cabo la última ejecución pública con guillotina en Francia. Las reflexiones en torno a la moralidad del entretenimiento son recientes; incluso la utilización de animales en espectáculos es cuestionada.
Hoy llevamos a usted, querido lector, este número doce. No podemos dejar de agradecer a cada uno de ustedes, lectores fieles u ocasionales, que a lo largo de 1 año han sido parte de esta revista. Doce números, doce temáticas que esperamos hayan sido de su agrado.
