POR: Fabiola Villar Arriaga
Cuando hablamos de la calle, es difícil percibirla sin el flujo de las personas que la transitan todos los días, y qué mejor para reflejar lo que sucede en ellas que a través del grafiti. Pocos se acercan a conocer la historia detrás de las personas que lo realizan, por eso platicamos con uno de los exponentes de graffiti más conocidos de San Luis Potosí, Sekir Dueñas.
Tuvimos oportunidad de conocerlo a través del proyecto cultural de “Café a las Doce”, primero como espectadores de su obra, y luego a través de varias intervenciones. El artista detrás del proceso creativo de murales impresionantes a gran escala es alguien que se preocupa por reflejar su entorno, y comprender el significado de la familia que está siempre presente con su apoyo, como una historia de superación que tiene como protagonista a su fiel compañera la calle.
Al empezar la entrevista, le preguntamos por los elementos que se deben de tomar en cuenta al elaborar un grafiti para que el espectador conozca mejor este mundo o escena. En primer lugar, es importante considerar el proceso creativo que hay detrás de cada obra. Aunque no sea de tu agrado la pieza que estás observando, hay expresiones para todos los gustos, y eso se respeta. Él menciona que cuando pinta murales en gran formato en la calle quiere dirigir su temática a algo social. El tamaño de sus piezas le permite que se vean los trazos para dar volumen y realzar a las formas, porque cumplen con la técnica (como cualquier otro estilo artístico) en cuanto al proceso de la creatividad que utiliza como artista.
Por otro lado, menciona que no es tarea fácil ser aceptado al decir “soy una persona que realiza grafiti en la calle”, pero invita a que las personas poco a poco puedan abrir su mente para ver lo que hay detrás de estas obras.
Sekir menciona algo interesante cuando describe sus obras, “es crear formas distintas para salir de la cotidianeidad, eso lo puede hacer atractivo para algunos y, para otros, algo incómodo al no estar acostumbrados a ver cosas así salir de contexto. Es crear una nueva dimensión y plasmarla en la obra de la exposición de Street Art del Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí”.
Al preguntarle acerca del elemento “calle” en sus creaciones, él dice que “es algo importante, porque desde ahí puedes llegar a cualquier sector de la sociedad, pues toda persona la transita de cierta forma. Es una galería para todos, desde el indigente, hasta el padre de familia de clase mediana o el empresario de clase alta; no excluye a nadie”.
En la calle encontró la forma de expresar su arte, aprender la técnica de forma empírica y creer, con el apoyo de su familia, que la dedicación, esfuerzo y autenticidad, es como se logra tener un espacio en el mundo del grafiti. A nivel nacional pintó en el edificio Veracruz en Tlatelolco, Ciudad de México, una hazaña de un espacio de 27 pisos de 70 metros de altura. Después, consiguió trabajo con marcas como Nike Latinoamérica y en el evento Burning Man en Estados Unidos en la ciudad de Chicago. La calle es bendita para él, pues le ha dado de comer, le ha enseñado de la vida y sigue aprendiendo de ella.
Los inicios como artista del graffiti en la colonia Simón Díaz de la ciudad de San Luis Potosí, de la mano de sus primos, es como logró al día de hoy presentarse en un museo para seguir en el graffiti. Está con ellos desde los quince años, creando su grupo llamado “LOS DEMONDS”, después decidieron hacer un grupo de grafiteros unidos por un mismo nombre que les representa, que se llamó DEF (Desmadrando Estilos y Formas). Luego, pasó a otro crew, EFK (Estilos y Formas Klandestinamente) junto a un amigo. Es así como la vida lo unió con las personas correctas para seguir en el grafiti. Posteriormente, llegó al grupo internacional VRS (Verdadera Realidad Social).
Uno de sus mentores le ayudó tanto que finalmente logró conocer al crew con el que colabora actualmente, que es la X-Familia, grafiteros de diferentes partes del país como Oaxaca, Zacatecas, Veracruz, Estado de México, Guerrero y uno internacional de Francia, entre otros. Él los conoció a través de ferias internacionales de grafiti y les pidió si podía pertenecer al ya existente colectivo, porque coincidían en la forma de ver esta manifestación artística. Esto les ha ayudado a catapultarse en la escena nacional e internacional, así como al ser constantes y firmes en el grafiti. La colectividad es algo importante, especialmente en estos tiempos de pandemia que necesitas socializar, y que mejor con tus amigos que se vuelven familia al apoyarse.
Cuando le preguntamos qué le dirías a tu yo del pasado él comenta que le diría que se la creyera más que era bueno, porque después de varios obstáculos para que su trabajo fuera tomado en cuenta como manifestación artística, ahora eso ha cambiado. A través de los años, se ha vuelto alguien fuerte que ya se cree lo que vale su trabajo y que aprendió de lo bueno y malo para ser el Sekir actual del 2021.
