POR: Luis Vélez
El arte urbano ha sido, por muchos años, juzgado y catalogado como un acto de vandalismo y rebeldía por todo el mundo. Sin embargo, en São Paulo han decidido que estos prejuicios se deben eliminar. En algunas partes de esta ciudad se les dan espacios a los artistas para que se expresen, para que logren crear obras de arte temporales en los muros, pero permanentes en la cultura del país.
Comenzaremos contándote de la Vila Madalena. Se trata de un barrio en São Paulo famoso por sus cafeterías, tiendas únicas y varias actividades por hacer, pero, principalmente conocido por los cientos de murales que tiene por sus calles. Varios artistas urbanos tienen permitido pintar lo que deseen en este lugar, siempre y cuando respeten los otros dibujos, y ofrezcan su personalidad a esta calle con un encanto y color que no se ve en ningún otro lugar.
Aquí podremos encontrar desde pinturas de pavorreales, mariposas y peces, hasta murales de Batman y jugadores de fútbol. Si vas, no olvides tomar varias fotos, pues te aseguramos que es un lugar que jamás olvidarás. Al regresar tendrás una nueva visión del arte urbano y su poder cultural.
Avanzamos ahora hacia la avenida principal de la ciudad, la Avenida Paulista. Famosa por sus enormes edificios, centros comerciales, tiendas de lujo, el museo MASP (Museo de Arte de São Paulo) y sus enormes murales que ocupan todo el lateral de algunos edificios. Por ejemplo, el mural que el famoso artista, Eduardo Kobra, pintó en homenaje al arquitecto Oscar Niemeyer; una enorme obra de 52 metros de altura y 16 de ancho pintada en una de las paredes del edificio Ragi en la plaza Oswaldo Cruz. En él se ve el rostro del arquitecto entre muchos colores que dan un efecto caleidoscópico.
Así como este edificio hay muchos más por toda la ciudad, y esto es gracias a artistas como Eduardo Kobra, Os Gêmeos, Mauro Neri da Silva, Alex Senna o Nina Pandolfo. De todos ellos también te sugerimos buscar sus increíbles trabajos.
No cabe duda de que Brasil ha dado una lección a todo el mundo acerca de dejar todos los prejuicios y las críticas negativas hacia al arte urbano, y comenzar a disfrutar de esta evolución cultural que le dará vida y color no solo a nuestras calles, sino también a nosotros como sociedad.
