Ruptura de los estereotipos de la comunidad LGBT+ en series y películas
Por: Deborah C. Chavarría Dueñas
La inclusión de los personajes pertenecientes a la comunidad LGBT en productos mediáticos (para efectos de este artículo, entendidos como series de televisión y largometrajes) ha significado la apertura del abanico en la representación de las identidades colectivas de los grupos y subgrupos que componen a la comunidad.
Este abanico de identidades ha sido retratado de distintas maneras a lo largo de los años por escritores y cineastas, tomando en sus manos la batuta y apuntador para mostrarle al mundo quiénes son “aquellos”.
La representación del individuo, miembro de estos grupos, ha sido, históricamente, basada en estereotipos; los cuales, deben entenderse como una propuesta cultural y una generalización, que orientan al individuo dentro del grupo en el cómo relacionarse consigo mismo y con los demás. Esto genera una identidad que, posteriormente, es recibida por todos aquellos que perciben a la comunidad desde fuera, haciéndola un referente al momento de conceptualizarla y definirla como colectividad.
El estereotipo, en palabras de Claudia Cardona, en su trabajo “Al otro lado del espejo: representación y homosexualidad” en el festival de cine LGBT “El lugar sin límites” de Ecuador (2015, p. 31), debe salir de la burbuja de lo “bueno” o lo “malo”, dejar atrás la satanización del término, viéndolo simplemente como una herramienta de representación e identificación colectiva.
Hablar acerca de esta representación requiere comenzar con el argumento de que, desde un inicio, la censura ha sido un factor de influencia al retratar la identidad sexual; si bien en las últimas décadas el arcoíris se ha hecho notar, no siempre ha sido de manera positiva. Laura Real Zafra, en su trabajo “La representación de la homosexualidad en series de televisión del nuevo milenio” (2017, p. 25) hace referencia al Código de Producción Cinematográfico (Código Hays), en el que no se nombraba específicamente a la “homosexualidad” como algo prohibido en la pantalla, pero sí de una prohibición total del mostrar cualquier perversión sexual, haciendo referencia dentro del término, a las relaciones homosexuales o expresiones de género fuera de lo cisgénero y hetero-normado.
El poner la etiqueta de “anormal” y “prohibido” a la expresión de la sexualidad en el cine y la televisión, significó el borrado de estas identidades dentro de lo considerado humano para la sociedad de la época, siendo, además, el causante del claro atraso en la representación actual de la comunidad LGBT en las grandes pantallas. Para Real Zafra, el cine comercial de la actualidad es el resultado de la prohibición y las etiquetas, idea perfectamente aplicable, también, a las producciones de televisión. Los productos resultantes de la invisibilización y discriminación del pasado son cadenas en los tobillos del progreso.
Teniendo en mente el factor de la censura, hay que aterrizar las ideas a un terreno común: ¿De qué manera influyen los estereotipos de la comunidad LGBT en la representación de la misma en los productos mediáticos?; la respuesta es bastante simple: lo son todo. La generalización de los subgrupos (con sus propias identidades colectivas) haciéndolos una masa homogénea para mostrarlos desde una vitrina, es el equivalente a un paseo sobre la cuerda floja.
Los estereotipos generados a raíz de la discriminación y la intolerancia son representaciones vagas, burdas e incorrectas o hasta peligrosas de las comunidades y los individuos. La percepción y recepción de estos grupos por parte de aquel que no pertenezca a ellos se basa en los modelos de identidad retratados en la película que van a ver los domingos o la serie que maratonean en Netflix los viernes por la tarde; si no tienen contacto cercano con individuos pertenecientes a la comunidad, deben fiarse de lo que tienen al alcance. Como menciona Rosa Sánchez en su trabajo “Homosexualidad latente en el cine del siglo XXI” (2017), esta percepción, la imagen del colectivo LGBT en el cine y la televisión (en el pasado y la actualidad) influye en la percepción que se tiene de él, tanto interna como externamente.
Hablar de la ruptura de los estereotipos en los productos mediáticos de consumo no significa arrancarlos de raíz, sino recalibrarlos, modificarlos con la intención de retratar con más fidelidad quiénes son realmente las personas detrás de la etiqueta. Para Sánchez (2017) el séptimo arte y la TV son, a la par de los estereotipos neutros o considerados positivos, herramientas de representación que pueden forjar favorablemente la mirada actual y a futuro, la recepción no sólo de las historias retratadas en pantalla y sus protagonistas, sino de las comunidades que representan. Historias homosexuales, lésbicas, bisexuales o trans, basadas ya no en generalizaciones vagas o que buscan causar risas, más bien en vidas y experiencias humanas reales que pueden abrir el camino a una verdadera inclusión y modificar el panorama para el colectivo LGBT.
La inclusión, por ejemplo, de personajes homosexuales vacíos como Stanford Blatch en Sex & The City, a quien la serie utiliza solamente como un hombro para las lágrimas de Carrie Bradshaw y luego une en matrimonio con el único otro personaje abiertamente homosexual, se contrapone a la del personaje y sentido identitario detrás de Raymond Holt en Brooklyn 99, cuyo matrimonio e identidad sexual fungen como puntos argumentales y dan profundidad tanto a la trama como al personaje.
El mejor amigo gay cuyo único desarrollo de personaje es servir de consuelo para la protagonista, la lesbiana hiper-masculina, los bisexuales “promiscuos” o transexuales caracterizados de maneras cómicas, son personajes fuertemente estereotipados que perpetúan la imagen errónea y sirven de base para el odio, la desacreditación o la invisibilización dentro y fuera de las comunidades; en un contexto interno, como parte del colectivo LGBT, continuar la lucha contra el borrado y la representación incorrecta de nuestras identidades es clave en un momento de cambio como lo es este, si comenzamos a construir las bases sólidas de una aceptación, reconocimiento e inclusión fiel de quiénes somos en la gran pantalla o la TV.
Las generaciones venideras tendrán un espacio más tolerante y abierto a la expresión de su sexualidad; de manera externa, si no formamos parte de la comunidad, debemos cimentar nuestras perspectivas y visiones en el respeto del otro, reflexionando qué consumimos y de qué manera nos afecta a nosotros como espectadores y externos a la par de cómo impacta a los miembros del colectivo LGBT.
REFERENCIAS:
Cardona, C. (2015) Al otro lado del espejo: representación y homosexualidad en el festival de cine LGBT “El lugar sin límites” de Ecuador” (Tesis de Maestría). Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – Sede Ecuador. Quito, Ecuador.
Real, L. (2017). La representación de la homosexualidad en series de televisión del nuevo milenio (Trabajo de Grado). Universidad de Sevilla. Sevilla, España.
Sánchez, R. (2017). Homosexualidad latente en el cine del siglo XX = Homosexuality hidden on Cinema of the XX century. FEMERIS: Revista Multidisciplinar de Estudios de Género, 2(2), 99. https://doi.org/10.20318/femeris.2017.3760