Rainbow girls: El museo Leonora Carrington abre sus puertas a la diversidad- Entrevista a Antonio García y Roberto Cervantes

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Por: Luis Vélez

El arcoíris y la visibilidad de la comunidad LGBTIQ+ llega al Museo Leonora Carrington con el ciclo de actividades llamado “Rainbow Girls” durante junio y julio de este año 2021. 

Antonio García Acosta, director del Museo Leonora Carrington del Centro de las Artes de San Luis Potosí, menciona que “es la primera vez que le ponemos un nombre a todo el ciclo, pero en realidad, desde sus inicios, el museo ha tenido actividades para todo tipo de público, a veces designados para público general y a veces para públicos específicos y uno que hemos atendido desde el principio es precisamente la comunidad LGBT”. 

Hay una gran responsabilidad social por parte de los museos para mostrar la diversidad que hay en los humanos, Antonio comenta “esto es en parte porque los museos son sitios que tienen la misión social de atender a toda la ciudadanía. Pero también porque para Leonora Carrington el asunto del género era muy importante; ella siempre fue una mujer luchona, rebelde, que no quería conformarse  simplemente con el rol que se esperaba de ella desde su familia o en el ámbito profesional con otros artistas, y por eso es un tema importante para el museo la cuestión del género”.

Roberto Cervantes, estudiante de la Licenciatura en Arte Contemporáneo en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, es el curador para este mes de junio y julio en el Museo Leonora Carrington. Junto con el museo, tienen planeadas varias actividades las cuales “son muy variadas, van desde ciclos de cine con diferentes narrativas, unas van más por lo romántico y otras por cuestiones sociales, hasta varias charlas que nos dan un panorama sobre las identidades LGBT en México y San Luis Potosí, sobre el arte queer y el arte feminista… También tendremos algunos talleres que se van a poner súper padre que son de Vogue, que derivarán en una demostración y tipo fiesta. Todo esto nos ayuda no sólo a dar visibilidad, sino a establecer un puente entre las instituciones culturales y artísticas de nuestro estado y la representación social”.

Este proyecto tuvo mucha planeación y participación de varias personas, instituciones y organizaciones. “Para el proceso de selección, buscábamos cosas que no se hayan presentado antes aquí en el museo y que tuvieran una perspectiva diferente a lo que se hace en otras instituciones y museos. Por ejemplo, vamos a tener la colaboración de Salón Silicón, que es una galería de arte contemporáneo en la CDMX que expone únicamente a personas de la comunidad LGBT y mujeres. Entonces siento que buscamos narrativas contemporáneas en un museo de arte moderno, en un edificio histórico y que son narrativas que no son muy visibles aquí en San Luis, porque no hay todavía una serie de instituciones o un grupo de personas que lo estén haciendo ya de esta manera”, menciona Roberto.

Por ley, los museos e instituciones culturales tienen la obligación de hacer este tipo de ciclos; en relación a esto, Antonio dice que “estamos hablando de una cuestión de derecho a la cultura, y la ley defiende que todos tienen derechos independientemente de su raza, religión, género, preferencia sexual, etc. Entonces, simplemente es lo que se deriva de la ley. Por suerte, ya tenemos una ley que toma en cuenta todos estos aspectos del ser humano y que es bastante justa… Pero creo que hay puntos de la ley en específico en los que sí hay mucho trabajo por hacer a futuro, para garantizar estos derechos al igual que con la ciudadanía”.

El objetivo de esta temporada “es generar una reflexión en cuanto a estos temas, por ejemplo, con el ciclo de cine, donde vez la historia de vida de alguien y te puedes identificar o decir <<Ah! Yo conocí a alguien así>> y a partir de ahí generar diálogo. Creo que de eso se trata, sobre todo, que nos escuchemos los unos a los otros y comprendernos un poquito mejor, tratarnos con más decencia entre los ciudadanos. Esa es la idea, generar una reflexión y el diálogo”, explica Antonio García.

Para Roberto, este proyecto es muy importante, ya que, como él menciona: “como una persona parte de la comunidad LGBT veo necesaria esta difusión porque todo está muy capitalizado, no tenemos otras perspectivas como lo pueden ser científicas o que vengan desde la experiencia personal. Sentía que era necesario y el museo me está ayudando bastante”.

Muchas veces, algunas empresas utilizan el mes del orgullo LGBTIQ+ para vender más y mostrar un falso apoyo meramente capitalista, sin embargo, el Museo Leonora Carrington quiere y ha demostrado que en su caso es distinto. “El énfasis es en junio y julio porque es la temporada de las marchas, celebraciones y días especiales, pero la gente viene todo el año, entonces es un tema que seguimos cubriendo a lo largo del año con diferentes charlas, y que sigue evolucionando. Yo todavía, cuando empezamos con las actividades LGBT aquí en el museo, jamás habría pensado en hablar de les chiques, pero hoy en día ya es un tema y por lo tanto hay que abordarlo, ver cómo este tipo de cambios en el lenguaje reflejan cambios en la sociedad. Creo que los museos, la ventaja que tienen, es que son un buen sitio para que la gente venga a discutir y están fuera de un circuito comercial o de otros intereses, son espacios seguros en cierto sentido”.

Afortunadamente, este proyecto ha tenido un gran éxito. “El público, casi desde el principio que comenzamos con las noches de museo, el público LGBT en particular ha sido un público que acude mucho al museo… Nunca hemos tenido un mal comentario y no ha habido ninguna dificultad”, afirma el director.

Antonio también habla acerca del futuro de este ciclo. “Lo que esperamos es darle continuidad el año que entra. No somos un museo que ya tenga todo visto a futuro, sino que ponemos a prueba las cosas… Siempre estaremos buscando nuevas actividades y ver cuáles le interesan al público, que al final son nuestra razón de existir”.

Tanto la revista Galería 7C´s, como el Museo Leonora Carrington nos preocupamos por hablar de estos temas; como menciona Roberto, “creo que es importante tener plataformas para darnos voz. Son experiencias que, aunque parezcan personales, son universales y hay un punto de identificación siempre, aunque todos no lo notemos. Y más allá de que vas a conectar con tu propia comunidad, también es importante para que personas externas puedan ver qué es lo que está pasando, cómo está pasando, si es para bien o para mal y que tengan un punto de encuentro que se pueda transformar en uno de empatía. También, como revista, es importante porque la comunidad universitaria es muy vasta, muy diversa, y justamente eso crea nexos entre la sociedad y da cuenta de que de verdad existimos y estamos en muchas partes haciendo muchas cosas. Toda plataforma es necesaria”.

Por último, tanto Antonio como Roberto hablan de la importancia de asistir a los eventos que habrá y esperan la asistencia de muchas personas. Roberto dice: “todas las actividades están abiertas al público en general… Tenemos muchas actividades de muchos tipos, hay algunas que serán transmitidas en vivo, como una galería de la Ciudad de México que nos hablarán del arte queer; otras que serán presenciales como el ciclo de cine que van a ser cuatro miércoles a partir del 10 de junio y otras actividades más interactivas como el taller de Vogue o noches de museo. Entonces vengan, disfruten y traten de impregnarse de otras perspectivas de la vida, porque al final de cuentas son necesarias y muy bonitas”.

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