Por: Fabiola Villar Arriaga
El arte nos ha sensibilizado para hablar de temas tabú. Tal es el caso de la obra de Felipe Moreno: “Josesito” o “Little Joe”, en la exposición de Neomuralismo del Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí. Un homenaje a su tío que padecía esquizofrenia, quien fue su inspiración al ser su primer referente artístico.
Esta manifestación exhibe los prejuicios que existen hacia las personas con enfermedades o trastornos mentales, quienes no son comprendidos ni escuchados. Felipe, describe a José como un genio que no fue atendido de la mejor manera mientras vivía, pero siempre se le trató con cariño por parte de su familia. Sin embargo, debido a la ignorancia que tenían acerca de su enfermedad, no pudo avanzar tanto como quisieron. Por esa razón, con este mural, el artista busca exponer a su familia y audiencia la realidad de la salud mental.
José Antonio G. Moreno, era una persona amable y creativa, no obstante, su habilidad se vio afectada por los destellos de la propia enfermedad. Era como un monstruo encerrado en la azotea, aislado y con poca convivencia con el exterior. Dentro de su cuarto, creó un mundo lleno de letras; escribía en todos lados: la ropa, paredes techo y hasta las almohadas. Cuando le gritaban lo que tenía que hacer, se paralizaba y regresaba a su cuarto con una expresión particular en sus ojos. Era un incomprendido más.
Lo que se representa en el mural, son las distintas facetas de José durante su padecimiento, rodeado de palabras en su cabeza. Se muestran 3 rostros, y en cada uno, los ojos transmiten aquella desesperación de José cuando quería comunicar algo y no podía expresarse. El proceso creativo continúa con la intervención del artista del grafiti, Azir, en la exposición Street Art. Él decidió colaborar con la propuesta existente al entrevistarse con Felipe.
Para adentrarse más en el tema, Azir visitó la habitación de José, donde conoció más a profundidad las telarañas que se formaban en los pensamientos de José, las creadoras de un mundo fascinante. Azir, abordó su papel de forma muy respetuosa, y le dio una representación realista y adaptada a su estilo. De manera empírica, llevó a cabo la labor de reportero, pues entrevistó a Felipe para conectar más con esta historia y crear un trabajo fiel a ambos estilos.
Felipe menciona la importancia de hablar de estos temas, porque los artistas siempre han estado rodeados de ellos. Por ejemplo, Vincent Van Gogh, Edvard Munch o Yayoi Kusama; en un principio no fueron aceptados, pero su creatividad e increíbles obras artísticas los convirtieron en íconos del arte.
Debemos ser más sensibles y empáticos, esto, con el objetivo de acercar a este sector de la sociedad para que convivan y no queden aislados. Son personas inteligentes, como José, el cual aprendió idiomas al revisar un diccionario, por mencionar un ejemplo. Son seres humanos que necesitan ser comprendidos y aceptados tal y como son.
Anteriormente existía desinformación, y las personas con problemas de salud mental eran señaladas como anormales; los enviaban al hospital psiquiátrico o a terapia de shock (como al tío José). Esto cambió gracias a que los especialistas o personas desinteresadas que brindan apoyo, comenzaron a distribuir más información sobre estos padecimientos y eliminar los prejuicios que existen alrededor de ellos.
En un futuro, a Felipe le gustaría que existan más espacios interesados en representar a este sector de la población como en este museo. Si tan solo integráramos a todas esas personas distintas a nosotros, se podría liberar toda la creatividad que llevan por dentro. Compartirían su sensibilidad y la forma en la que perciben el mundo. Nos haríamos una sociedad más unida, donde el arte esté al alcance de todos, y el límite sea la imaginación, no nuestras capacidades.