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Ceguera y comunicación

¿Por qué hablar de ceguera? Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud afirman que 1,300 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual, 217 millones tienen una deficiencia visual de moderada a grave y 36 millones son ciegas, ¿acaso estos números no son una buena razón?

“Algunos ciegos no solo son de los ojos, sino también del entendimiento” dijo José Saramago en su inmortal novela Ensayo sobre la ceguera (1995).

El mayor obstáculo que existe para la integración social de las personas invidentes tal vez no es la carencia del sentido de la vista, sino la carencia de sentido común, empatía y responsabilidad por parte del resto de la población y de las instituciones públicas. 

Más allá de las problemáticas existentes; en este número presentamos historias extraordinarias, de quienes han decidido nadar contra corriente. ¿Se puede pintar siendo ciego?, ¿cómo sueña un invidente?, ¿cómo optimizar y adaptar los procedimientos pedagógicos para brindar una educación de libre acceso? son algunas preguntas que nuestro equipo editorial buscó y cuyas posibles respuestas, estimado lector, podrá encontrar en estas páginas.

En este segundo número traemos para ustedes las historias extraordinarias de Manuel Solano y Esref Armagan, pintores ciegos que nos muestran una magia visual poco relacionada con el sentido de la vista; Sheila Riddell, catedrática de la Universidad de Edimburgo, aborda el tema desde la inclusión social en las instituciones pedagógicas.

Etimológicamente, el significado de fondo de la palabra comunicación (communicatiōnis) es la idea de poner nuestros pensamientos en común con los de otra persona, pues lo común es aquello que se comparte. La creación de medios y técnicas que permitan el desarrollo integral y la interacción de los invidentes en espacios culturales, educativos o deportivos se hermana con esta idea de comunicación. Esta edición, es en cierta forma, una reflexión en torno a los esfuerzos emprendidos, no solo por los invidentes, sino también por el resto de la sociedad, para contar con canales de comunicación universales. 

Nuevamente Saramago nos dice que “la ceguera es la providencia de los ciegos”. La pregunta sería, ¿cuál es la del resto de la población?

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