Por Jaime González Rueda
Ilustración de Jaime G. Rueda
¿Conectados?, ni que fuéramos licuadoras… Antes la acción o estado de conectarse era exclusivo de cualquier aparato eléctrico, hoy ese léxico se ha trasladado a las personas. Más de dos tercios de la población mundial tienen acceso a internet según datos de la ONU, lo que equivale a 5,400 millones de personas. El mundo del internet, con sus plataformas y aplicaciones ha dejado de ser una herramienta de trabajo y hoy moldea el estilo de vida de la humanidad, en México la media de tiempo destinado frente a un dispositivo web es de 4.5 horas diarias según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares del INEGI.
LOS MEXICANOS PASAN 4.5 HORAS DIARIAS CONECTADOS A INTERNET INEGI
El estilo de vida de la humanidad nunca ha cambiado tanto como en las últimas tres décadas, alguien nacido en el siglo XV vivía de forma similar (con sus reservas) a alguien nacido un siglo después: religiosidad imperante, trabajos duros y una esperanza de vida baja, fueron una realidad durante siglos. Hoy la infancia de un chico poco tiene que ver con la de sus padres, sin duda debido al internet.
Esta avalancha tecnológica acarrea grandes posibilidades para profesionistas, empresarios e incluso para la vida cotidiana, pero también existe, como todo en esta vida, un lado, digamos, no tan agradable…
¿UN JUGUETE SIN INSTRUCTIVO O UNA CAJA DE PANDORA?
El promedio de conexión a internet en México se mantiene dentro de la media mundial, sin embargo las generaciones más jóvenes presentan un aumento sustancial, pues los jóvenes de 18 a 24 años pasan 5.9 horas por día en internet, lo que representa más de 41 horas semanales, ¡casí dos días a la semana!
Los adolescentes son blancos fáciles de la era digital. Las habilidades comunicativas, por paradójico que esto sea, están en riesgo en la “era de la información”, muchos jóvenes aprenden a comunicarse mientras miran una pantalla y no a otra persona. Además, estudios demuestran que el mal uso de las redes sociales disparan los niveles de ansiedad y estrés, incluso hoy existe el ciberbullying.
¿Qué les gusta hacer a los jóvenes?, la cuestión es preocupante cuando hablamos de las actividades que adolescentes y jóvenes prefieren realizar en sus tiempos de ocio. Según un estudio realizado por la Fundación Telefónica, la Universidad de Navarra y Educared, titulado “La Generación Interactiva en Iberoamérica. Niños y adolescentes frente a las pantallas. Retos educativos y sociales” realizado a veintidós mil niños y adolescentes de 7 países latinoamericanos, incluido México, el 60 % de los adolescentes de entre 14 y 15 años prefieren Internet a cualquier otra actividad (Arribas & Islas, 2009).
Kimberly Young, psicóloga y experta en adicciones en internet, profesora de la Universidad de Pittsburg, clasifica los comportamientos de abuso del internet en 4 tipos: adicción cibersexual, relaciones sentimentales por Internet, el juego a través de Internet, y sobrecarga de información.
La adicción cibersexual conlleva a pasar horas frente a un dispostivo consumiendo pornografía o intrecambiando material visual con otros usuarios. En México, según un estudio realizado por PornHub, ocupamos el sexto lugar mundial en consumo pornográfico on line, lo que, aunado a un sistema educativo pobre en educación sexual, convierte al internet en el primer educador sexual de adolescentes en el país. El 34% de los consumidores de pornografía digital en el país corresponde a jóvenes de 18 a 24 años, una edad que no sorprende a nadie, pero que debe ser motivo de reflexión.
Por su parte, la sobrecarga de información, refiere a la inmensidad de datos que se pueden obtener en la red, lo que genera una necesidad compulsiva de los internautas por “buscar”, ¿qué?, ¡ni ellos los saben!, así se convierten en una especie de vagabundos digitales. Hoy incluso existe el término infoxicación.
Soy… ¿adicto?, es la pregunta que muchos nos hacemos, ¿En qué punto el uso del internet se convierte en una adicción? Según Kimberly Young las señales más claras incluyen privación del sueño a favor del tiempo de conexión, descuido de actividades importantes, falta de convivencia con familia y amigos, pensamientos recurrentes en la red, incluso sentimiento de euforia cuando se está frente a un dispositivo.
Como padres, ¿qué podemos hacer? Ferran Ramon Coortés del instituto Esade de Barcelona, especialista en comunicación interpersonal, recomienda limitar el uso de aparatos y pactar las horas de su uso, fomentar la relación con otras personas, potenciar aficiones como la lectura, y otras actividades culturales y deportivas, desarrollar actividades grupales, y estimular la comunicación en la propia familia.
Dentro de la caja de pandora que ha traído consigo el internet y la era digital, también resalta el ciberacoso. En México según datos del INEGI, en 2022 22.4 % de las mujeres y 19.1 % de los hombres fueron víctimas de ciberacoso, una realidad que conlleva a problemas de autoestima, ansiedad, e incluso suicidio. La falta aún de regulaciones legales allana el terreno para estas agresiones. ¿Por qué parece aumentar esta práctica? Es fácil ser cruel desde el anonimato.
INTERNET: CON “I” DE INCREÍBLE
Margarita no ha visto a su hermano en 27 años, cuando él migró a Estados Unidos. La situación ilegal de él y la falta de una visa de ella impiden el acercamiento físico, no obstante, las videollamadas abren una nueva forma de convivencia: “hablamos todos los lunes, nos contamos nuestras cosas, es como tenerlo aquí, solo me falta abrazarlo”.
No todo está tan mal, así como el internet ha traído consigo perjuicios en los planos psicológico, social y afectivo, también hay que resaltar su impacto positivo en la educación, la política, la economía y como un canal de comunicación con facilidades nunca antes vistas.
La era digital, entre otras ventajas, ofrece el derrumbe de las barreras físicas. Las videollamadas son el ejemplo perfecto, su historia comienza en Alemania en 1936, con videoconferencias dentro de circuitos cerrados. Sin embargo, fue hasta 1970 que surge el primitivo “PhicturePhone” de AT&T, el primer teléfono con cámara. Hoy la oferta de este servicio es ilimitada, con plataformas como Facebook o Teams, las cuales vieron acrecentadas sus suscripciones a raíz de la pandemia de Covid 19. Antes de la contingencia Zoom tenía 10 millones de usuarios, un año después la cifra era de ¡300 millones! En algunos países, las “video-llamadas” son una forma habitual de comunicación, como en Países Bajos, donde el 83% de la población recurrió a ellas en 2022, según datos de Eurostat.
La democracia es otro ámbito muy favorecido por la era digital, ¿por qué?, basta con preguntarnos ¿qué habría pasado si durante la represión del movimiento del 68 hubiera habido internet?, simple, el gobierno no podría haber ocultado los atroces actos ocurridos en la plaza de las tres culturas. El internet aporta transparencia, amplifica la observancia de los actores gubernamentales, mantiene informada a la sociedad, y permite configurar canales de organización para la cualquier causa, ¿quién no ha sido invitado a una marcha a través de Facebook?, ¿quién puede ignorar los acontecimientos sociales? Simplemente, antes del internet era imposible dirigirse a millones de personas desde la comodidad de un desayunador, las redes sociales allanan el camino para los líderes sociales.
En 2022, según el INEGI, 39% de los mexicanos ha utilizado alguna plataforma web para interactuar con algún órgano de gobierno, una tendencia que sube, pues la misma encuesta de 2019 indicaba un 35%, lo que estrecha el vínculo ciudadanos-estado.
La economía por igual ha hecho del internet un nuevo campo de trabajo. Empresas a nivel mundial apuestan por el home office o trabajo a distancia, muchas descubrieron las ventajas de esta modalidad con la pandemia como la reducción de costos de energía.
Héctor Castillo, trabajador en una empresa de San Luis Potosí, afirma que las ventajas del “home office” son mayores a los inconvenientes: “Puedes tener una mejor administración de tu tiempo, de tu vida laboral y personal, además evitas los tiempos de traslado. Se fortalece el vínculo de confianza entre la empresa y el empleado, la empresa confía en que hacemos nuestro trabajo”, aunque esta modalidad también tiene sus claroscuros “Puedes perder la noción del tiempo y contestar a cualquier hora, sin respetar tu horario laboral, mover tus horarios de comida. Los consumos de servicios de tu casa pueden aumentar. Incluso se puede llegar a tener problemas de espalda por una mala postura al no contar con el mobiliario ergonómico para trabajar desde casa”.
DOS CARAS DE LA MONEDA
Una jeringa puede ser el instrumento para una vacunación o para el consumo de drogas, un cuchillo puede ser usado para cortar vegetales o para fines, digamos, “poco lícitos”, así el internet puede ser una herramienta de trabajo o, como Alicia, terminemos en un mundo irreal tras caer a un agujero.
“Internet es la primera cosa que la humanidad ha construido y que no entiende, el experimento más grande de anarquía”, dice el empresario informático Eric Schmidt, lo que lleva a pensar, la humanidad ha vivido con internet muy poco tiempo, estamos frente a un juguete nuevo, una herramienta que no es ni buena, ni mala por sí misma, sino que depende del uso que le demos, un juguete que, para mal de algunos, no vino con instrucciones…