El ABC del veganismo: Más que un plato, una filosofía

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Por: Jaime González Rueda
Ilustración: Jaime G. Rueda

Ser vegano, ¿está de moda?: quien sabe, difícil es precisar un número de personas adeptas a este estilo de vida a nivel mundial, no todos los países cuentan con estadísticas confiables, además es difícil saber si el número de veganos crece exponencialmente como afirman algunos impulsores de esta filosofía. Una certeza es el crecimiento del debate social y en medios de comunicación sobre el consumo de productos de origen animal, ¿son mercancías o seres vivos con derecho a un reconocimiento legal?

¿Qué comes?, ¡te vas a enfermar!, ¡los vegetales no suplen a la carne!, son algunas de las frases que más escuchan los veganos, pero ¿qué hay detrás del veganismo? Este no se trata solo de comida, va más allá de lo que debes o no debes poner en tu boca. El veganismo podría definirse como una ideología que conlleva a un estilo de vida sin el consumo de productos de origen animal y/o que causen sufrimiento a cualquier especie, incluido calzado, ropa, cosméticos, productos farmacéuticos y alimenticios. El veganismo no es nuevo, desde la antigüedad hay registros de personas que conscientemente renunciaron al consumo animal, sin embargo, el término fue acuñado apenas en 1944 por Donald Watson, el fundador de la primera sociedad vegana.

FILOSOFÍA EN AUGE… ¿EL FIN DE LA CARNE?

Según la firma YouGov, especializada en investigación de mercados y análisis de datos, con sede en el Reino Unido, en 2022 el 10% de los ingleses informó que poseen restricciones de carne en su dieta, y el 2% es completamente vegano. La encuesta reveló igualmente que otro 16 % se describe como flexitariano, ¿qué es?, simplemente son personas que tienen principalmente una dieta vegetariana, pero en ocasiones consumen carne, aunque sus restricciones, a diferencia de los veganos no forzosamente se deben a razones éticas o de conciencia de la crueldad animal.

Otro país que posee estadísticas sobre el tema es Estados Unidos, donde según un estudio de 2018 del grupo Gallup, el 2% de la población es vegana. Algunas otras naciones presentan mayores o menores porcentajes de consumo de productos animales, las razones pueden ser, en algunos casos, culturales, con componentes religiosos, aquí destaca el caso de la India, cuya religión principal, el hinduismo, prohíbe el consumo de res. Según algunas encuestas entre el 5 y el 10% de la población del país asiático es vegana.

¿PUEDO TENER UNA DIETA SANA SIN CARNE?

La gran pregunta detrás del veganismo se relaciona con las consecuencias para la salud de no consumir productos de origen animal. En automático la palabra anemia ronda la cabeza de muchas personas que aún ven con desconfianza este estilo de vida, pero… ¿qué hay de cierto y qué es mito en torno a este estilo de vida?

Como todo en la vida, una dieta vegana posee ventajas y desventajas para la salud, sin embargo, estas últimas pueden ser disminuidas con una correcta planificación y el acercamiento a especialistas en nutrición. Diversos estudios demuestran la efectividad del veganismo para disminuir enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Por el contrario, el incremento de deficiencias en niveles de calcio, padecimiento de anemias y trastornos ortopédicos es un riesgo latente en una dieta vegana no equilibrada, igualmente se deben tomar en cuenta las diferencias de cada organismo, pues algunos responden mejor a la exclusión de productos de origen animal.

Marita Calderón, ciudadana peruana, involucrada en causas sociales, trabajadora actualmente de Amnistía Internacional, es además una vegana que rechaza cualquier forma de explotación animal, incluso expone las ventajas de adoptar un régimen vegano: “Nunca he presentado descompensaciones por no comer carne o lácteos. Cada año me hago estudios clínicos de orina y sangre, y siempre he salido bien. La gente incluso me dice que me veo mucho más joven, la calidad de mi piel y el crecimiento de mis uñas son una consecuencia de mi alimentación, no es algo genético, pues no todos en mi familia tienen esa calidad. También tengo mucha energía”.

La falta de proteínas representa el mayor temor ante la ausencia de carne en el plato, sin embargo, hay vías para reemplazarlas. Según el sitio web de la Clínica Mayo, basada en Rochester, Estados Unidos, las fuentes proteicas más importantes fuera de los productos de origen animal incluyen soya, legumbres, lentejas, frutos secos, semillas, granos y cereales. La presencia de proteínas en el cuerpo ayuda, según expertos, a mantener sanos la piel, los huesos, los músculos y los órganos. El calcio por su parte, se obtiene primordialmente de los lácteos, pero estos puede sustituirse por verduras de color verde oscuro como acelgas, espinacas y brócoli, y hoy, gracias a las tecnologías alimenticias, se pueden fabricar yogurts y leches a base de soya y tofu, a los que se agrega calcio.

INICIACIÓN EN EL VEGANISMO

¿Cómo volverse vegano?, lo mejor sería comenzar con un régimen vegetariano, y progresivamente descartar los lácteos y demás productos de origen animal. Para Marita Calderón el volverse vegano es el paso lógico después de haber sido vegetariano. “Yo ya era vegana en distintos aspectos como la vestimenta y el entretenimiento, pero aún consumía huevos y lácteos, aun me faltaba un mayor grado de conciencia e información” nos relata Marita sobre sus inicios como vegana, un cambio que ella describe como gradual.

La Clínica Mayo recomienda ciertas proporciones en el consumo diario de alimentos: 2 1⁄2 tazas de verduras, 2 tazas de fruta, 6 1⁄2 onzas de granos y cereales, 3 tazas de lácteos, 3 1⁄2 onzas de proteínas y 27 gramos de aceites al día. Posteriormente se podrán descartar los lácteos, huevos y demás productos de origen animal.

Cabe resaltar que el veganismo no es solo una cuestión alimenticia, sino una filosofía y forma de vida que busca eliminar la explotación animal en cualquier rubro de la vida humana. Por ejemplo, los veganos son firmes opositores al maltrato animal con fines lúdicos, como son los casos de la tauromaquia, las peleas de gallos, los circos y cualquier otro espectáculo que involucre el sufrimiento de una especie por mero entretenimiento. Además, rechazan la experimentación de las industrias cosméticas y farmacéuticas con animales, así como la utilización de prendas de vestir y la industria peletera, que por cierto, esta última se cobra la vida cada año de 20 millones de animales salvajes cazados en trampas y de 40 millones de animales criados en granjas.

Como en todo proceso, la adaptación puede ser difícil para algunos, pues cualquier cambio de pensamiento puede ser poco entendido o aceptado por el resto de la sociedad. Marita afirma que el aspecto social y la convivencia con otros puede ser difícil pero consiste en adaptarse.

“Muchas personas no se acuerdan que la comida apta para veganos incluye papas, tomates, palta (aguacate) y muchas cosas más, lo vegano lo ven como algo lejano e imposible, pero no es así” afirma, Marita.

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