Por: Rolando Morales Flores
Como parte del ciclo de conferencias organizado por Consejería y Sociedad de Alumnos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación se realizó la charla “¿Y ahora qué? ¿Qué sigue después de la universidad?” en colaboración con Emprende San Luis se presentó la ponencia Lo que no te dijeron sobre el dinero impartido por Víctor Romo.
Víctor Hugo Romo es asesor de Proyectos de Inversión y Atracción de Capital, egresado por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Es tallerista de Emprendimiento y Finanzas Personales en diversas universidades como la EBC, UASLP y Tec de MTY. Es representante de talentos deportivos e influencers para colaboraciones en redes sociales.
Ha trabajado como parte de recursos financieros en el Poder Judicial de la Nación, ha sido asesor de inversión en Allianz y ha fungido como coordinador de posgrados en el Tecnológico de Monterrey y coordinador de ventas en Volkswagen de México.
La educación financiera es, o al menos debería de ser, uno de los campos en los que toda persona pueda poseer un mínimo de conocimiento al respecto. Lamentablemente, múltiples instituciones educativas no cuentan con estas asignaturas en sus planes curriculares, a no ser que la carrera en cuestión lo amerite y cuando estos elementos se encuentran presentes en las ofertas académicas, se hacen sin tomar en cuenta las condiciones materiales de los estudiantes.
Afortunadamente, Víctor Romo tomó en cuenta todos estos aspectos durante su conferencia y ofreció una perspectiva acorde a la realidad que muchos estudiantes viven de forma cotidiana mientras lo acercó a los relieves de un tópico que la gran mayoría desconoce.
Durante la plática mencionó la importancia de conocernos y sobre todo ser conscientes de nuestras capacidades y limitaciones. Esta visualización intrínseca representa para muchos una autoevaluación que nos permitirá desenvolvernos de mejor manera en nuestro entorno.
Para esto ejemplificó que debemos potenciar nuestras habilidades en diversos perfiles, a nivel básico, de salud, emocional y de trabajo. Mientas estos los aterrizamos en los entornos que corresponden, tales como el familiar, el personal y en materia profesional.
Puntualizó que la forma idónea de llegar a este panorama es con un estratégico desarrollo de nuestro tiempo, ya que puede ser nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo, según sepamos administrarlo con inteligencia.
La forma que propone para administrar nuestro tiempo es dedicar un 40% a nuestras actividades básicas e indispensables, 10% al bienestar, 20% a la distracción y 30% al trabajo. Esta ecuación, que mostró de forma alegórica como un videojuego, se termina traduciendo en una buena repercusión económica.
Finalmente, invitó a todos aquellos interesados en el ámbito de la inversión a hacerlo por los canales oficiales, bancarios o de gobierno y buscar una educación fidedigna al respecto para así evitar caer en estafas piramidales u otros efectos adversos de los cultos coercitivos que se aprovechan de la desinformación del tema.