Por Fabiola VA
Ilustración de Jaime G. Rueda
El tiempo, así como las circunstancias han cambiado, pero la necesidad de capturar instantes es una constante, incluso, hay quien diría que se vuelve una obsesión en este mundo digital. Ocho décadas han pasado desde que Robert Capa documentó la guerra civil española a través de su lente, convirtiéndolo en el primer reportero en cubrir de manera integral un fenómeno social como ese, desde ahí la fotografía ha incrementado su presencia en cada guerra, fenómeno o situación social. Capa decía de su profesión: “Las imágenes están ahí, y sólo hay que tomar las fotos”, osea, solo es necesario tener la habilidad y sensibilidad de captar el momento preciso.
En el caso de México, las cámaras fotográficas llevan 185 años retratando distintos ángulos del país. La primera fotografía en suelo mexicano muestra una panorámica del puerto de Veracruz, con la iglesia de San Francisco en primer plano y al fondo el castillo de San Juan de Ulúa, capturada por el grabador francés Jean Prelier Dudoille. Muchas imágenes navegan por los ríos de nuestra historia, hasta llegar a nuestros días, por ejemplo, con la talentosa fotógrafa Alejandra Aragón, quien a través de su lente visibiliza la realidad fronteriza en Ciudad Juárez.
El fotoperiodismo como género periodístico tiene como objetivo representar y comunicar a través de imágenes determinados acontecimientos, personajes, temáticas o sucesos. Para Pedro Valtierra, director de Cuartoscuro (agencia de fotografía y editora mexicana), la fotografía le brinda sensaciones únicas: “eso que sucede cuando retratas y vienes a revelar, la emoción que hay en el momento del clic, para luego imprimir y verlo publicado, en un principio era un pasatiempo para luego hacerlo de forma profesional”.
En el tiempo que Pedro ha estado inmerso en la fotografía, está ha cambiado radicalmente, pues como es sabido, se ha dado una evolución de la fotografía análoga a la digital. Cuando se realizaba de forma análoga era, en voz de Pedro “algo no rutinario, cada día era diferente, era una de las ventajas de la profesión”.
“Retratar a México es mostrar su riqueza y su diversidad, pero obviamente también sus problemáticas”, al ser un país muy extenso “cada lugar o región es distinto, con características propias”. Pedro menciona las diferencias al retratar estados como Chiapas o Oaxaca, o colonias de la alcaldía de Iztapalapa en la Ciudad de México, o la región norte de Sonora y Chihuahua, “cada lugar tiene su forma particular de manifestarse, es la parte que tienes que retratar como fotógrafo”. Al final se tiene que “aprovechar la riqueza cultural de México, que es justamente lo que lo vuelve más atractivo”. El material ya se encuentra frente a los ojos del fotógrafo, ahora solo hay que tener la sensibilidad, así como la capacidad para observar a través del lente de la cámara.
México ofrece una vegetación con impresionantes paisajes, arquitectura, así como con su gente, con su vestimenta y sus costumbres y tradiciones, lo cual genera una posibilidad muy grande a nivel visual. Hoy en día, al contar con dispositivos móviles, convertirse en fotoperiodista parece una tarea “fácil”, sin embargo no solo es estar en el momento indicado y oprimir un botón.
Para Pedro Valtierra, para que una imagen sea documental debe tener un enfoque profesional, conocer la técnica fotográfica, y así conseguir una imagen “esteticamente bella”, resaltando ciertos elementos, que dejen ver la intención de la imagen, que sea clara y precisa. “Tambien es muy importante la composición, que refleje lo que estás buscando, con proporciones y un ángulo pensado en función de lo que se expresa”.
Un medio como Cuartoscuro (con treinta y ocho años como agencia, así como treinta y uno como revista) dimensiona la necesidad de seguir cubriendo el acontecer del país por medio de la fotografía. Primero porque existe un interés por parte de los lectores, por estar informado del acontecer del país. Esto permite que haya una demanda en el mercado, que a su vez se traduce en un mercado laboral para los fotógrafos.
Sin embargo, según Pedro, la situación de estos medios es limitada, pues subsisten en gran parte solo por los patrocinadores. Actualmente los esquemas de trabajo han cambiado de forma general en prensa y han reducido su plantilla de fotógrafos de manera significativa, esto debido a que ahora se puede realizar una fotografía de forma más fácil, pero sacrificando la calidad. “Es un tema que deben de poner atención las universidades que tienen la carrera de comunicación y observar el fenómeno de la fotografía digital y su impacto en la comunicación, sobre todo en el mercado laboral” afirma Valtierra.
Al hablar de la situación de riesgo a la que se enfrentan los periodistas al realizar su trabajo, Pedro concuerda que es un tema muy delicado: “Aun cuando la fotografía es nuestro modo de vida y nuestra pasión, la vida de un periodista vale más que cualquier cosa”. Es importante darle seguimiento a cada muerto o desaparecido para que no quede impune.
Hay que analizar y dar con el origen de la violencia, dividir responsabilidades para darse cuenta que no todo es culpa del gobierno (sin quitarle su aportación en el conflicto, claramente) sino más bien el comprender que el tema es más complejo que eso, desde cómo están organizados estos grupos, la influencia en el conflicto por parte de EUA, entre otros factores. Por eso, “hay que ser cuidadosos con el tema y hablarlo con valentía, así como abordarlo de la forma adecuada para que no suceda lo que en Tamaulipas, donde no existe prensa desde hace como veinte o treinta años, al ser absorbida por el crimen organizado”.
La labor como fotoperiodista es la de cubrir el acontecer en el país sin dar una opinión, es una información de los hechos, como un registro. Así como si hoy se reporta una reforma, o unos desaparecidos, se cubre todo sin hacer distinciones. En la forma de abordarlo comenta Pedro que, existen ocasiones que el periodista se pierde en su labor, al sentirse un experto y deja de ser imparcial, al sentirse un político sin serlo. Por eso hacen falta reflexiones serias, un análisis profundo de lo que está sucediendo en el país, a partir de la información recabada, más allá de quién tenga o no tenga la razón, es mostrar las cosas tal cual como son.
Para Pedro la fotografía es más que una profesión, es una forma de vida, “el oficio periodístico me permite registrar y retratar México en todas sus contradicciones, una forma de contar la historia desde las dos caras de la moneda, aunque no siempre sea agradable, con ética y profesionalismo”.
El periodismo y el fotoperiodismo en un futuro va a presenciar momentos complejos, difíciles, porque la tecnología ha cambiado la sociedad, esto va a llevarlo a una crisis, con las nuevas generaciones que acceden a la información de forma distinta, que leen menos y requieren de la información digerida, al final uno deberá adaptarse a los cambios. Por eso para finalizar la redacción de Cuartoscuro nos invita a participar a este convocatoria el “Concurso Nacional de Fotografía Generación Centennial Cuartoscuro 2025: ¿Cómo vemos los jóvenes el mundo?”.