Criminología, la ciencia de la prevención

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Por Rolando Morales Flores

La sociedad tiene un hambre voraz por narrativas que calmen nuestra sed de morbo y de curiosidad, por lo tanto, muchas de las historias de crímenes tienen un gran auge entre la producción literaria y audiovisual. Sin embargo, esto puede generar aspectos adversos, sobre todo cuando se busca estudiar las causas de fondo en temas de crimen, es por ello que nos dimos a la tarea de visitar la Licenciatura de Criminología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, para conocer más al respecto.

Según la definición proporcionada por la Real Academia Española (RAE), la criminología se define como una disciplina dentro de las ciencias sociales que se dedica a analizar las causas y condiciones que rodean diversos delitos, así como la personalidad de quienes los cometen y las estrategias apropiadas para su control.

En otras palabras, su enfoque radica en investigar el fenómeno delictivo con el propósito de prevenirlo, y en caso de que ocurra, intervenir de manera oportuna con el objetivo de reducir la incidencia de actos criminales. La criminología busca comprender y abordar las conductas que representan una amenaza para el orden social.

Dentro de la UASLP la Licenciatura en Criminología forma a los estudiantes para ser capaces de identificar, examinar e interpretar de manera eficaz la complejidad del fenómeno antisocial, considerándolo como el resultado de diversos procesos etiológicos, sociales, económicos y políticos que afectan las interacciones humanas de manera interrelacionada. Además de detectar de inmediato, situaciones de victimización, así como señales y factores de riesgo asociados, con el propósito de brindar una atención especial a aquellos que puedan estar inmersos en ellas. Esto se logra mediante el asesoramiento en programas y planes preventivos y de seguridad, implementados tanto por instituciones gubernamentales como no gubernamentales, con el objetivo de fortalecer la seguridad de la población.

Durante nuestra visita conversamos con la Dra. Carla Monroy Ojeda, académica de la Licenciatura en Criminología y Dr. Iván Martínez Díaz, psicólogo de Colombia que se encontraba de visita.

En primera instancia inquirimos a la Dra. Monroy sobre el panorama actual de la carrera y su repercusión en la realidad mediante la representación de historias de crimen en diversos medios, a lo que nos respondió que si bien existe un atractivo entendible en este tipo de narrativas, el quedarnos con una sola versión resulta perjudicial:

“Sin embargo, terminamos pensando que esos son los criminales, esos monstruos y que esa es la única nada. Eso es lo único que se define o que se entiende como criminalidad. Entramos a la carrera pensando que es nada más eso y que todos vamos a ser policías o vamos a hacer levantamientos, como también dicen los mismos alumnos, ¿no? Entonces parte de esto me parece muy interesante la propuesta de esta materia porque yo apenas voy a cumplir dos años aquí en la universidad. Mostrar como que las distintas áreas de la criminología y cuál puede ser nuestra participación. Porque en la clase les enfatizó, donde hay violencia, ya no pensamos en el delito, donde hay violencia, ahí es un quehacer criminológico. Porque primeramente mi labor es trabajar sobre las violencias. Después en el delito, porque no siempre las violencias se convierten en delito, pero siempre las violencias deben ser trabajadas”.

Del mismo modo, enfatizó en la calidad transdisciplinaria de la carrera, la cual se nutre otras ciencias para poder obtener un mejor resultado a sus objetivos marcados:

Aquí, por ejemplo, en la carrera, la criminología se observa como una carrera multidisciplinaria que integra diferentes saberes, Como con un discurso, por ejemplo, antropología criminal, psicología criminal, sociología criminal, o sea, todos los quehaceres aplicados a la dinámica criminal, demografía, inclusive acabamos de diseñar un curso de historiografía del crimen. También la historia, aunque esta ya no es una materia prominente, pero si todo puede ser tener esa transversalidad del crimen. Porque siempre hay una que rompe con la normalidad o siempre hay una desviación de la conducta estándar.

La criminología es una disciplina multidisciplinaria que se ocupa del estudio del crimen, la conducta delictiva, la prevención del delito y el sistema de justicia penal. Su importancia radica en diversos aspectos que abarcan tanto el ámbito académico como el práctico, y su influencia se extiende a la sociedad en su conjunto. Al estudiar patrones y factores que contribuyen al crimen, la criminología ayuda a los académicos y profesionales a obtener una comprensión más profunda de por qué las personas cometen delitos.

Esta perspectiva externa sobre los estudios relacionados con el crimen se encuentran estigmatizados por un gran número de discursos, los cuales generan una idea errónea o alejada de la realidad de la carrera, lo que puede ocasionar un choque de expectativas en los estudiantes a lo largo de su recorrido académico dentro de la Licenciatura en Criminología de la UASLP, ante esta situación el Dr. Martínez comenta lo siguiente:

Generalmente, los estudiantes de primeros períodos eran más optimistas. Y eso tiende a decaer. Entonces yo ahorita vi una apreciación de estudiantes de tercer semestre y ya están apagados. Posiblemente porque ellos están más cansados cognitivamente, viene un desgaste, más proceso, está finalizando año, entre más pasa el semestre, ya no hay más adaptación, sino más exigencia, esa puede ser uno. Pero yo te hablo de la experiencia, yo que he identificado, ellos llegan con expectativas, representaciones, constructos, pero ellos van cambiando. Ellos van cambiando, porque el constructo, la representación mental, Ellos vienen con la idea del criminólogo reconocido, prestigioso, del perito que hace los peritajes y esas cosas. Luego se da cuenta que hay un mercado de competencia.

Además, menciona que los diversos constructos que los estudiantes tienen previos a iniciar la carrera muchas de las veces van en contra del verdadero hacer de la criminología, puesto que se tiene pensado como una disciplina que actúa en respuesta, lo cual es una idea equivocada, ya que el principal objetivo es la prevención:

Tú vienes con unos constructos que son los que estamos viendo en la criminología, el criminal, el delincuente, la sociedad, el castigo, la autoridad. Esas representaciones sociales de autoridad y disciplina están preconcebidas. Y esas son las que tergiversan lo que nosotros hacemos. Entonces, lo que yo les digo a los estudiantes es, salté de ese constructo y vente a este constructo donde tú empiezas a elaborar un constructo, donde tú sacas tus propias variables, donde tú sacas tus conclusiones, donde tú no caes en el discurso de poder de ataquemos el delito. Entonces, a veces los estudiantes pierden la motivación porque no encuentran esa representación simbólica en la sociedad.

Añadió que esta búsqueda simbólica se puede encontrar si el objeto de estudio recae en las causas del delito y en ser capaces de rastrear el origen; sin embargo, este proceso debe hacerse sin ánimos de victimizar ni armonizar el delito.

No solo se ocupa de entender el crimen, sino también de prevenirlo. Al identificar los factores de riesgo y las condiciones que contribuyen al delito, la criminología puede proporcionar estrategias y políticas efectivas para prevenir la criminalidad. Esto incluye enfoques tanto a nivel individual como comunitario. A través de la investigación criminológica, se pueden proponer reformas y mejoras en la legislación, la aplicación de la ley, los procedimientos judiciales y las instituciones correccionales.

De acuerdo con Joseline América Ramírez Sánchez, estudiante de quinto semestre de la licenciatura de Criminología de la UASLP, una de sus principales razones para estudiar la carrera fueron los estigmas asociados con la mente criminal y cómo estos se relacionan con el derecho penal. Sin embargo, añadió que su percepción ha cambiado desde que inició en la carrera:

“Cambió drásticamente, ya que yo entré con un conocimiento muy de base y con muchas expectativas. Mientras fui conociendo la carrera, mi forma de pensar fue cambiando, porque lógicamente uno viene con un arraigo social de los criminales y de la víctima. Todos esos estigmas y etiquetas cambian cuando ya los trabajas y te das cuenta de que no estás trabajando con enfermos sociales, sino con personas que tienen causas específicas en sus contextos”.

Explicó que uno de los principales desafíos de la carrera es la confusión y la falta de un campo laboral, lo cual es falso, ya que se apoya en la perspectiva transdisciplinaria y enfatizó en la necesidad de enfocar el estudio de la criminología en la prevención antes que en la mera respuesta post crimen.

El patrón común dentro de los estigmas presentes en la criminología como disciplina parece ser la repetición sistemática de ciertos discursos que permean en la sociedad, mientras la misma los encuentra atractivos. Esta situación genera una problemática, de acuerdo con la opinión de la Dra. Monroy y el Dr. Martínez.

La comunicación social que vemos y la representación social del delito del delincuente de la cárcel, nos desvía el propósito social de las carreras. Si tú me preguntaras una idea, yo pienso que todas las facultades deberían darle un sentido filosófico a las profesiones. Todas las universidades deberían correr por carreras de alumnos en una simbología en valores, en principios, en sentido de vida, porque lo que hace que uno se aburra en la universidad es el propósito, comenta el Dr. Martínez.

Por otro lado, la Dra. Monroy señala que las narrativas presentes en los audiovisuales y en la literatura en general, en muchas ocasiones son aliadas del poder:

“Resulta curioso que el sistema de pensamiento en serie es como la colita o el último eslabón del sistema de justicia. Pero es interesante que cuando cumples tu condena, lo que estás más alejado es de la justicia. Tanto el victimario como la víctima. A la víctima nunca se le realizó el daño impertinente, y el victimario nunca se responsabilizó y nunca tomó conciencia del daño que hizo. Entonces, además, aleja de este modelo de la conducta original, menos podemos entender que haya justicia. Claro, en este sentido, la construcción de los discursos, que no son ociosos, van con finalidad”.

Finalmente, exhortaron a los estudiantes, tanto aspirantes a entrar a la carrera como en el transcurso de ella, a explorar más allá de lo que ofrecen los ejes profesionalizadles de la carrera en afán de acercarse a la realidad que es en donde son necesarios todos aquellos egresados.

“Ese recorrido largo es extenso, es a veces doloroso porque no solo te puedes quedar con un título, tienes que especializarte, Por eso ellos deben tener pensamiento crítico, pensamiento creativo y corresponsabilidad social. Para mí ese debería ser el enfoque que ellos deberían tener o elaborar. A veces el simple esquema educativo no te permite eso. ¿Por qué me levanto a estudiar todos los días a pesar de no tener plata? Porque yo quiero ser un criminólogo más, o quiero ser uno diferente, uno especializado en esto. Y esa conducta motivada se la pueden dar sus propias experiencias de vida”.

Dr. Iván Martínez Díaz

La criminología desempeña un papel crucial en la comprensión y la gestión del crimen, y su presencia en las universidades es esencial para formar profesionales competentes, fomentar la investigación y contribuir al desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia. La combinación de teoría y práctica en el ámbito académico es fundamental para abordar los desafíos cambiantes y complejos que presenta el crimen en la sociedad actual.

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