Por Costanza Sarocchi
En la materia de Comunicación y Transculturalidad, impartida por la Mtra. Carmen Martens, que tuve la oportunidad de cursar este semestre, iniciamos las clases definiendo y entendiendo el concepto de “transculturalidad” y más adelante, estuvimos realizando actividades en clase en las que vimos ejemplos de diversos grupos vulnerables y casos actuales en los que grupos que son minoría son discriminados, hechos a un lado o vistos como inferiores o con lástima. Bueno y ¿esto por qué lo menciono? Porque precisamente, con los proyectos finales en esta materia, lo que se busca con los proyectos es cambiar la perspectiva que personas de nuestro entorno cercano puedan tener sobre grupos vulnerables que son también transculturales, a una perspectiva positiva y donde, sus habilidades y talentos puedan destacar.
Primeramente, me gustaría compartir la siguiente definición:
“La transculturalidad se define como aquellos fenómenos que resultan cuando los grupos de individuos, que tienen culturas diferentes, toman contacto continuo de primera mano, con los consiguientes cambios en los patrones de la cultura original de uno de los grupos o ambos” (Leininger, M., 2010)
Mi proyecto se llamó “Mini taller de Escritura Creativa para Pequeños Escritores” y como lo dice el título pude realizar un pequeño taller de Escritura Creativa con 24 niños de “El Ejército de Salvación”.
Los niños y niñas acogidos por “El Ejército de Salvación” llegaron a la casa hogar por lo general porque tienen situaciones familiares complicadas; muchos de ellos están ahí porque sus papás fallecieron, fueron abandonados o sus familiares no se hicieron responsables de ellos por razones que varían en cada caso. Es posible considerar a los niños y niñas del Ejército de Salvación como un grupo transcultural, porque son un grupo de individuos que llegan a la casa hogar de contextos diferentes, por lo que podría decirse que vienen de culturas diferentes y estando juntos conviviendo diariamente en el mismo espacio, toman contacto continuo de primera mano, generando cambios en los patrones en la “cultura original” de cada uno de ellos, formano una identidad mucho más grupal que individual.
La actividad que realizamos, se llama “El taller de las 6 preguntas” y fue propuesto por Gianni Rodari en su libro “La Gramática de la Fantasía: Introducción al arte de inventar historias”.
Ahora, el por qué decidí que la actividad a realizar con ellos fuera algo que tuviera que ver con la escritura creativa, fue porque algo increible que tienen los niños, es la fantasía y la creatividad. Tienen una capacidad especial para inventar escenarios y juegos, y el fin de este tipo de dinámicas es que pongan a trabajar sus habilidades, permitiéndoles conectar con el aprendizaje de la lengua desde el juego y el humor, a la vez que ponen en práctica el expresarse, hablar en público y crear vínculos emocionales con sus compañeros.
A continuación describiré la actividad que se llevó a cabo para el taller:
La actividad realizada se llama “El taller de las 6 preguntas”. Se formaron 4 grupos de 6 integrantes y a cada niño de cada grupo se le dio un papelito con una de las siguientes seis preguntas:
- ¿Quién era?
- ¿Dónde estaba?
- ¿Qué hacía?
- ¿Qué dijo?
- ¿Qué le dijo a la gente?
- ¿Cómo acabó la historia?
Cada equipo tuvo que tener las 6 preguntas contestadas. Cuando ya todos los equipos habían acabado esa primera parte, tuvieron que ir a colocar sus papelitos doblados con la respuesta contestada en el plato correspondiente a la pregunta que ls tocó responder. Después, un miembro de cada equipo pasó a escoger sin ver, un papelito de cada plato, por lo que les tocó una combinación de papelitos, con repuestas que otros equipos habían escrito. Después, con las respuestas de los papelitos que escogieron al azar, escribieron un cuento por equipo que debía contener toda la información de los papelitos. Les requirió usar su creatividad y trabajar en equipo para conectar las partes de la historia que no tenían mucho sentido juntas y escribir su historia en una cartulina. Por último, cada equipo escogió a un integrante para leer enfrente de todos sus compañeros la historia que inventaron, se divirtieron y rieron mucho, pero sobretodo confirmaron lo que yo esperaba: demostraron tener habilidades que con la práctica les servirán mucho para que la escritura sea una herramienta de desarrollo cognitivo pero sobre todo de crecimiento personal para los niños que la practiquen.
Fue interesante y retador llevar a cabo los proyectos, el pasar por todo el proceso de organización, diseñar la propuesta, pedir el pedir el permiso a las instituciones, y finalmente llevar a cabo las actividades planeadas. Realizar este tipo de proyectos es muy enriquecedor para nosotros como alumnos. Nos lleva a reflexionar y a entender más de cerca el contexto de grupos con los que no convivimos usualmente, pero que son parte de nuestra sociedad y merecen ser vistos desde otras perspectivas.
Gran práctica en rescatar los cuentos una cultura que tristemente se está perdiendo ya que los cuentos tanto leerlos y más hacerlos se a comprobado que ayudan a agilizar las ramificaciones de los cerebros en desarrollo