Por Rolando Morales
En el enigmático universo de la música, donde se entrelazan la inventiva, la pasión y la ambición para dar forma a una cautivadora expresión artística, los intérpretes emergen como auténticas estrellas. Nos cautivan con sus armonías, letras y actuaciones, al transportarse a esferas emocionales que jamás habríamos imaginado. A pesar de ello, el trayecto hacia el estrellato musical dista mucho de ser un viaje solitario. Sin embargo, lo del Do it yourself también es una expresión habitual en el mundo musical.
El movimiento cultural conocido como ‘Do It Yourself’ o ‘DIY’ se basa en el concepto de que las personas realicen sus propias actividades. Esta es una corriente contracultural que promueve la idea de fomentar la creación de objetos y actividades mediante esfuerzo y mano de obra personal. Como resultado, los miembros de este movimiento confeccionan sus propios artículos, siguiendo este enfoque. Además, uno de los objetivos del movimiento es oponerse al capitalismo, al que ven como un sistema que promueve un consumo excesivo sin muchas restricciones y que limita la expresión personal de las personas.
El surgimiento del punk en los años setenta marcó el inicio de un movimiento cultural que desafiaba las convenciones sociales establecidas. En su lucha por ser una cultura contraria al capitalismo, numerosas bandas comenzaron a fabricar sus propios instrumentos y ropa, además de explorar métodos caseros para la producción de sus álbumes, manteniendo así la esencia de la contracultura. El hardcore punk, en particular, se destacó como uno de los géneros principales que promovieron la filosofía del DIY.
Inicialmente, se concebía como un método para crear música punk de forma completamente autónoma, lo que significa que se encargaban de producir sus propias canciones y gestionar sus actuaciones de manera independiente. Este enfoque no solo influyó en bandas catalogadas como independientes, sino que también se ha convertido en el método de producción musical seguido por bandas como Radiohead y Nine Inch Nails.
Para conocer más sobre esta perspectiva conversamos con Alejandro Padilla y Oswaldo Fiscal, dos colaboradores de la revista Galería 7C’s y músicos independientes.
“Es más fácil hacer música, pero es más difícil como consolidarse dentro de la música”.
Oswaldo Fiscal
El término “músico independiente” abarca a aquellos artistas que han optado por un enfoque autónomo y autogestionado en su carrera musical. Esto significa que estos músicos asumen múltiples roles y responsabilidades en la creación, producción y promoción de su música. Aunque rara vez trabajan completamente solos, su independencia radica en su capacidad para liderar y dirigir la mayor parte del proceso por sí mismos.
“Yo siento que el músico independiente es todo ese músico que ha trabajado por su cuenta, o sea que él hace la mayoría de las cosas, porque no siempre vas a hacer como tú solo, siempre te vas a apoyar de alguien, pero músico independiente es ese que trabajan por su cuenta, componen, graban y promocionan sus canciones y no dependen de alguien más para que su proyecto funcione”.
Oswaldo Fiscal
En el corazón de esta independencia se encuentra la creatividad y la pasión de estos artistas. Son los arquitectos de sus propias canciones, componiendo letras y melodías que reflejan su visión artística única.
Esta libertad creativa les permite explorar géneros y estilos sin restricciones externas, lo que a menudo da como resultado un sonido distintivo y auténtico.
Además de la composición, los músicos independientes también se involucran en la grabación y producción de sus canciones.
Pueden aprender a utilizar software de grabación, mezcla y masterización o colaborar con ingenieros de sonido para dar vida a su visión musical. Esta autonomía no solo les brinda control sobre el proceso creativo, sino que también les permite optimizar los recursos y los presupuestos de producción.
“Pero es la responsabilidad que a la vez siento que hace que todo sea más difícil porque hay muchísima más competencia. Antes, los que llegaban a la disquera, eran los ya se iban a quedar y ya todos los iban a escuchar. Pero ahora es mucho más difícil toda esa situación porque ahora todos tienen acceso a poder subir las cosas”.
Alejandro Padilla
La influencia de la época actual en la industria musical es innegable. Vivimos en una era caracterizada por un acceso sin precedentes a la tecnología y una avalancha constante de nueva música. Este entorno ha tenido un profundo impacto en la forma en que los músicos abordan su carrera y su arte. Un fenómeno clave que podemos observar es el ascenso de los músicos independientes.
En el pasado, las disqueras solían ser las puertas de entrada al mundo de la música. Dependían de estas empresas para grabar, promocionar y distribuir su música.
Sin embargo, en la actualidad, los músicos tienen a su disposición una amplia gama de herramientas tecnológicas que les permiten asumir un control mucho mayor sobre su obra.
Un aspecto fundamental de esta transformación es la democratización de la producción musical. Muchos artistas pueden crear canciones en la comodidad de sus propios cuartos, utilizando equipos asequibles y software de grabación.
Esto significa que no necesitan una disquera para financiar costosos estudios de grabación. Esta autonomía les brinda la libertad de explorar su creatividad sin las limitaciones impuestas por las grandes empresas.
Además, la revolución digital ha transformado la forma en que la música se distribuye y se promociona. Plataformas de streaming, redes sociales y sitios web permiten a los músicos llegar a audiencias globales sin necesidad de intermediarios. Esto significa que pueden conectar directamente con sus seguidores, construir su base de fanáticos y mantener un control total sobre su carrera.
No obstante, ser un músico independiente no es un camino exento de desafíos. Los artistas deben aprender a navegar por un mercado saturado y competido. También deben asumir la responsabilidad de la gestión de su carrera, lo que incluye aspectos como la promoción, la organización de conciertos y la gestión financiera.
“También siento que influye mucho la época en la que estamos. Como ya hay más música cada día, más tecnologías, los músicos actualmente ya se dan cuenta de que ya no dependen tanto de poder de las disqueras, ya con una compu graban sus canciones en sus cuartos, eso es ser un músico independiente, porque ya están haciendo todo el trabajo”.
Oswaldo Fiscal
Sin embargo, la independencia no implica aislamiento. Los músicos independientes suelen colaborar con otros artistas, productores, diseñadores gráficos y agentes de marketing para fortalecer su proyecto. Estas colaboraciones son esenciales para expandir su audiencia y llegar a nuevos mercados. La promoción y la distribución de su música son pasos críticos en el camino hacia el éxito.
“Siento que esta situación de la música independiente, se ha convertido en un género, por el hecho de que tiene como esa libertad, o sea, obviamente tiene como sus parámetros”.
-Alejandro Padilla
El éxito del músico independiente se basa en su dedicación, resistencia y habilidades multifacéticas. No solo crean música, sino que también cultivan una presencia en línea sólida, gestionan las redes sociales y buscan oportunidades de actuación en vivo. Su independencia no solo se manifiesta en su capacidad para tomar decisiones artísticas, sino también en su capacidad para adaptarse a un mercado en constante evolución.
En resumen, el músico independiente es un artista multifacético que trabaja de manera autónoma en la creación, producción y promoción de su música. Aunque pueden colaborar con otros, su independencia radica en su capacidad para liderar y tomar decisiones cruciales para el éxito de su proyecto. Este enfoque valiente y autónomo en la industria musical les permite expresarse de manera auténtica y alcanzar audiencias diversas en un mundo en constante cambio.