Ariel 2023 | Mejor Dirección: “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades”

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Por Rolando Morales Flores

El pasado 8 de septiembre se llevó a cabo la entrega número 65 de los Premios Ariel, como parte de una serie de reseñas nos dedicaremos a hablar sobre las películas más galardonadas en esta última edición. Por supuesto, no podemos quedarnos sin mencionar la más reciente propuesta de Alejandro González Iñárritu, y ganadora en la categoría de mejor dirección, nos referimos a “Bardo, Falsa Crónica de unas cuantas Verdades”.

La película “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades”, dirigida por Alejandro González Iñárritu, logró una destacada victoria en los premios Ariel del cine mexicano. Esta película, que se caracteriza por su narrativa poco convencional, se alzó con ocho premios en total. Entre los reconocimientos obtenidos se encuentran el galardón a la mejor dirección, así como los premios a los mejores efectos visuales, edición, fotografía, diseño de arte, vestuario, sonido y actor principal, que fue otorgado a Daniel Giménez Cacho.

Bardo sigue a Silverio, un destacado periodista y documentalista mexicano que actualmente reside en Los Ángeles tras haber emigrado en busca de reconocimiento no solo para su trabajo, sino también para su visión. Ahora, ha regresado a su tierra natal en México debido a un prestigioso premio en su honor. Sin embargo, su regreso al país se convertirá en un viaje de autodescubrimiento en el que tendrá que confrontar su identidad, sus lazos familiares y hasta la absurdez de sus recuerdos.

Aunque podría parecer que la trama en sí no es particularmente llamativa, lo que realmente destaca en esta película es la manera en que se narra la historia. Combina la realidad con la perspectiva interna de nuestro protagonista. A través de referencias y un discurso que abarca temas políticos, migración y narcotráfico, la película ofrece un análisis elocuente sobre la decadencia de los medios de comunicación. Se señala cómo estos se han involucrado en la comunicación de lo absurdo en lugar de abordar lo que verdaderamente debería preocuparnos.

Representado a través de un personaje perteneciente a una clase social privilegiada, la película “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades” de Alejandro González Iñárritu aborda de manera irónica la magnitud de los temas presentados, desafiando la creencia equivocada de igualdad en las oportunidades para una mejor calidad de vida entre nuestros compatriotas. Para lograr este enfoque, la elección de un drama con elementos cómicos era necesaria, lo que autentica la capacidad del mexicano para transformar una tragedia en algo completamente opuesto.

A medida que la historia avanza, se observa cómo “El Negro” emplea las técnicas y conocimientos que ha adquirido en sus anteriores proyectos audiovisuales. Aunque el contenido argumental no sea novedoso, la manera en que se presenta es la virtud central de la película. Algunos pueden percibirlo como pretencioso y hasta pedante debido a su abundancia de analogías y su enfoque superficial, lo que puede hacer que la estructura narrativa sea difícil de comprender para algunos espectadores.

Sin embargo, para equilibrar esta complejidad, entra en juego el sello distintivo de Iñárritu: la fotografía y la dirección de escena. La película presenta un dinamismo visual característico del director, posiblemente su mejor trabajo en este aspecto gracias al destacado equipo técnico que incluye a Darius Khondji en la fotografía y a Bryce Dessner a cargo de la música.

Daniel Giménez Cacho interpreta a Silverio de manera extraordinaria, mostrando su destreza actoral en todo momento y asumiendo la responsabilidad de mantener al público enfocado en esta cínica sátira. Además, se suma al elenco destacado de la industria, con actores como la argentina Griselda Siciliani, Íker Sánchez Solano, Leonardo Alonso, Andrés Almeida, Ximena Lamadrid, Rubén Zamora, Fabiola Guajardo, Omar Leyva y Grantham Coleman.

La película Bardo, que se encuentra disponible en Netflix, es un claro ejemplo de cómo la innovación en la narrativa cinematográfica puede ser recompensada con éxito. En un mundo donde el cine a menudo sigue fórmulas preestablecidas, esta película destaca por su audacia y creatividad en todos los aspectos, desde la dirección hasta los efectos visuales y el sonido. Es un recordatorio de que el cine es un medio artístico en constante evolución y que la originalidad y la experimentación pueden ser recompensadas de manera notable. En las próximas semanas, nos esforzaremos por abordar las películas más destacadas de la edición 65 de los Premios Ariel.

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