Por Rolando Morales Flores
El pasado 8 de septiembre se llevó a cabo la entrega número 65 de los premios Ariel, como parte de una serie de reseñas nos dedicaremos a hablar sobre las películas más galardonadas en esta última edición. Por supuesto comenzaremos con la ganadora en la categoría de Mejor Película, nos referimos a El norte sobre el vacío de Alejandra Márquez Abella.
En este proyecto cinematográfico, la cineasta Alejandra Márquez Abella se distancia de la metrópolis para adentrarse en la región norte del país y relatar la historia de don Reynaldo, un padre que convoca a sus hijos y nietos para conmemorar el aniversario de su finca. Durante la celebración, surge una amenaza que pone en riesgo a su familia, a sus trabajadores y al legado de su propio progenitor.
“El norte sobre el vacío”, estrenada en 2022, representa una nueva mirada hacia uno de los temas más relevantes en México en la actualidad. Con el crecimiento del cine y la televisión nacionales impulsado por las plataformas digitales, las producciones mexicanas que abordan la violencia han servido como un reflejo de la sociedad actual y un testimonio de lo que ocurre en México en tiempos recientes.
Sin embargo, es evidente para el público que estas producciones no solo muestran la violencia, sino que a menudo glorifican a personajes relacionados con el narcotráfico. En contraposición, han surgido narrativas cinematográficas como “El norte sobre el vacío” que, basándose en hechos reales, ofrecen una perspectiva auténtica y diferente del crimen organizado.
“El norte sobre el vacío” toma como fuente de inspiración el caso verídico de Alejo Garza Tamez, un empresario y cazador que perdió la vida al intentar proteger sus tierras de una organización criminal. Este hombre de negocios de Nuevo León perdió la vida a manos del crimen organizado en 2010, cuando intentaron desalojarlo junto a su familia de su finca en Tamaulipas. Después de un enfrentamiento armado, el empresario perdió la vida en un enfrentamiento en el que eligió defender su propiedad por sí mismo.
La directora ha expresado en varias ocasiones su interés en contemplar la idea de la masculinidad y el derecho que las personas reclamamos sobre la tierra. Este último aspecto se verá reflejado visualmente en el clímax de la película, sin revelar detalles ni desvelar la trama, se enfocará en los verdaderos propietarios de ese terreno desolado.
Entre los numerosos aspectos positivos de “El norte sobre el vacío” es relevante destacar el trabajo de Claudia Becerril, directora de fotografía. Ella logra una composición pulcra y altamente estilizada, empleando principalmente planos generales y medios planos con una cámara estática. El movimiento de la cámara se utiliza de manera precisa para complementar la imagen, reservando los primeros planos y el movimiento de la cámara solo cuando son necesarios. La película presenta imágenes impactantes y bien ejecutadas. Junto con la banda sonora de Tomás Barreiro y el montaje de Miguel Schverdfinger se crea una atmósfera genuinamente inquietante donde incluso el más mínimo paneo aumenta la tensión de manera brillante.
Más allá de narrar este suceso, la directora aprovecha la oportunidad para reflexionar sobre la masculinidad y cómo el patriarcado ha influido en la estructura de las familias mexicanas.
“El norte sobre el vacío, disponible en Amazon Prime, es una pequeña joya que invita a la reflexión debido a la concisión de su trama, la cual, a pesar de su aparente simplicidad, conlleva múltiples significados. Al igual que muchas obras que siguen la tradición del neorrealismo italiano en el cine nacional, esta película renuncia a la grandiosidad y se enfoca en una narrativa sencilla, impulsada por la convicción de la directora y su guionista. Esto se debe a que encuentran una profunda reflexión existencial en la simplicidad de la vida cotidiana.
En las siguientes semanas, procuraremos cubrir las películas más reconocidas durante la edición número 65 de los Premios Ariel.
