Por Rolando Morales Flores.
El pasado jueves se estrenó la esperada cinta dirigida por Neill Blomkamp, Gran Turismo, y como fanáticos de la velocidad acudimos a la Cineteca Alameda para presenciar este tributo a las carreras.
El proyecto se origina con una decisión acertada desde el principio: en lugar de adaptar un videojuego de carreras sin historia ni personajes, se centra en la verdadera historia de un joven que, gracias a las destrezas que adquirió jugando, logró convertirse en un piloto profesional.
La trama sigue a Jann, un entusiasta del juego ‘Gran Turismo’, triunfa en una competencia que le brinda la oportunidad de ingresar a una academia de pilotos de automovilismo. En este lugar, se esforzará por hacer realidad su anhelo de participar en carreras de alto nivel como piloto profesional.
Gran Turismo se enfoca principalmente en la historia de Jann, poniendo menos énfasis en las consolas de videojuegos. Las carreras, especialmente las de carretera, se utilizan para ilustrar su crecimiento como piloto y avanzar en la trama. Aunque es evidente que la forma en que se presentan y filman estas carreras agrega carácter a la película y, al mismo tiempo, destaca la presencia del videojuego de PlayStation.
El director ha añadido dos dimensiones a ‘Gran Turismo’. Una de ellas ha sido meticulosamente diseñada para satisfacer a los fanáticos del videojuego, con modelos de automóviles, pistas reales y numerosos detalles que les resultarán familiares. La otra dimensión tiene un enfoque más cinematográfico, con claras alusiones a películas como ‘Las veinticuatro horas de Le Mans’ (Lee H. Katzin, 1972), ‘Rush’ (Ron Howard, 2013) o ‘Le Mans’66’ (James Mangold, 2019). De alguna manera, logra emular más estas películas que la serie ‘Fast & Furious’, aunque manteniendo ciertas diferencias notables.
El actor británico Archie Madekwe resulta ser una elección muy apropiada para interpretar el personaje de Jann. No solo guarda un gran parecido físico con él, sino que también demuestra una notable habilidad cuando el papel requiere profundidad emocional, sorprendiéndonos al hacerlo de manera auténtica, sin recurrir a lágrimas artificiales. Sin embargo, se nota una diferencia evidente entre su actuación y la de un actor experimentado, en este sentido, David Harbour podría considerarse la verdadera estrella de la película. A pesar de que su papel como mentor no aporta algo completamente novedoso para quienes conocen al señor Miyagi, Harbour se compromete plenamente con el personaje del anciano y gruñón Jack Salter, infundiendo una gran dosis de personalidad a una película que, de otro modo, podría carecer de intensidad.
La edición se presenta de manera altamente fragmentada, lo cual puede resultar frustrante para aquellos familiarizados con el seguimiento semanal de la Fórmula 1. No permite apreciar la competencia en su totalidad hasta que Blomkamp interrumpe el flujo de la película al congelar una escena y mostrar las posiciones de una manera que carece de elegancia. Esta interrupción afecta negativamente el ritmo de la película, independientemente de cuán irregular sea.
Sin embargo, el salto de Gran Turismo a la pantalla grande se ejecutó de manera excepcional, gracias a la visión de Neill Blomkamp. Blomkamp comprende a la perfección lo que tanto los aficionados del videojuego como aquellos que solo buscan emocionantes carreras desean ver en la película. El hilo conductor de la trama es el ascenso de un Jann Mardenborough, quien personifica y representa a todos aquellos que han invertido innumerables horas en el videojuego. Un apasionado de PlayStation que se transforma en un talentoso piloto profesional.
La película de Neill Blomkamp no busca ser la versión definitiva de un videojuego que, en realidad, siempre ha carecido de una trama concreta. Su objetivo principal es mostrar lo que hace especial la saga de PlayStation y cómo esta promueve la auténtica pasión por los deportes de motor. En ocasiones, esto se experimenta desde los controles del juego, mientras que en otras, se vive desde el asiento del conductor. En este aspecto específico, la película de Gran Turismo ha logrado merecidamente alcanzar el reconocimiento reservado para los campeones, o al menos para aquellos que merecen estar en lo más alto del podio.
La película ya se encuentra en las salas de cine y en la Cineteca Alameda hasta el 31 de agosto en funciones de las 4:30 pm y 7:15 pm.
Y recuerda si algún día te encuentras detrás de un volante a toda velocidad merece la pena reseñarlo.
