Por Rolando Morales Flores
RESEÑA SIN SPOILERS
El pasado jueves, nos dimos cita en nuestra querida Cineteca Alameda, para presenciar la más reciente obra del famoso director Wes Anderson, Asteroid City, un filme con una gran identidad que muestra a partir de todos los elementos presentes en la gran pantalla.
La película se ubica en 1955, colegiales y padres de todo el país se reúnen para un concurso escolar dedicado a la observación de fenómenos astronómicos que se lleva a cabo en una ciudad ficticia del desierto estadounidense llamada Asteroid City. La convención se verá espectacularmente interrumpida por eventos que cambian el mundo.
Uno de los principales elementos que resaltan inmediatamente, es el gran compendio de actores presentes en la obra. Este maravilloso elenco se compone por Tilda Swinton Adrien Brody, Tom Hanks, Margot Robbie, Rupert Friend, Jason Schwartzman, Scarlett Johansson, Bryan Cranston, Steve Carell, Hong Chau, Willem Dafoe, Grace Edwards, Aristou Meehan, Rita Wilson, etc.
El mencionado reparto de artistas en manos de otro realizador podría resultar en una problemática o fungir como mero elementos mercadotécnico, pero Anderson logra, de forma sorprendente y magistral, otorgar a sus personajes el momento adecuado para brillar y desarrollarse a lo largo de la historia. Esto debido a la estructura narrativa que compone el filme, ya que no solo es la historia principal, sino que a partir de la misma se ramifica en otras líneas narrativas.
La historia suelen transitar entre la comedia con tintes de melancolía y un toque de absurdidad. Los personajes de Asteroid City a menudo son excéntricos, idiosincrásicos y estrafalarios, y suelen enfrentarse a situaciones inusuales. Se exploran temas como el amor, la familia, la amistad y la búsqueda de la identidad, y lo hace con un enfoque ingenioso y a menudo con un toque de ironía.
El estilo cinematográfico de la presente obra se caracteriza por su estética meticulosa, su atención al detalle y sus composiciones simétricas. La película brilla por su paleta de colores vibrantes, su cuidado diseño de producción, que a menudo incluye escenarios y vestuarios peculiares a la vez que nostálgicos. Anderson es conocido por su predilección por los planos fijos, las tomas cenitales y las secuencias de stop-motion, que le dan a sus películas un aspecto visualmente distintivo y una sensación de cuento de hadas moderno.
Entre las películas más conocidas de Wes Anderson se encuentran “The French Dispatch” (La Crónica Francesa), “The Royal Tenenbaums” (Los excéntricos Tenenbaums), “Moonrise Kingdom” (Moonrise Kingdom: Un reino bajo la luna), “The Grand Budapest Hotel” (El gran hotel Budapest) y “Isle of Dogs” (Isla de perros). Cada una de estas películas exhibe el estilo distintivo de Anderson y su habilidad para crear mundos imaginativos y llenos de encanto.
En general, la cinematografía de Asteorid City se distingue por su singularidad estilística, su atención al detalle y su enfoque visualmente cautivador. Su capacidad para combinar elementos cómicos y emotivos, junto con su estilo visual distintivo, ha ganado el reconocimiento y el aprecio de críticos y aficionados por igual. Wes Anderson ha dejado una marca indeleble en la industria del cine y ha creado un legado artístico que lo distingue como uno de los directores más originales y visionarios de la actualidad.
Asteroid City se encuentra disponible en la Cineteca Alameda hasta el 29 de junio. Para revisar los horarios y la compra de boletos te sugerimos ingresar a sus redes sociales.
A través de su estilo visual distintivo, narrativas peculiares y personajes inolvidables, Anderson ha logrado establecerse como uno de los cineastas más influyentes de su generación. Sus películas nos invitan a sumergirnos en mundos imaginarios y a reflexionar sobre la belleza y la tristeza de la existencia humana. El cine de Wes Anderson es un recordatorio de que el séptimo arte puede ser un medio para explorar la complejidad de la vida y encontrar la belleza en lo inusual y lo excéntrico.
Y recuerda, si alguien utiliza una cinematografía perfectamente simétrica, merece la pena reseñarlo.