Por: Rogelio Vega
Ilustración: Jaime G. Rueda
Todos hemos escuchado hablar de la educación especial, pero, ¿sabemos en realidad de dónde viene todo esto? La educación especial es más que el simple módulo de USAER (Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular) que conocemos en las escuelas públicas. Pero, ¿De dónde proviene la necesidad de una educación especial?
La Lic. P. Nohemí Noyola nos explica que no es algo nuevo, pero sí que ha experimentado un auge en los últimos años, esto gracias a las nuevas necesidades y exigencias de la sociedad, una sociedad cada vez más consciente de las diferencias en los procesos de cognición. La educación especial se encarga de las necesidades psicopedagógicas que cada infante requiere para su aprendizaje.
Los inicios de la educación especial se remontan a los primeros estudios y aplicación de sistemas educativos por parte de María Montessori, al igual que a las teorías del psicólogo suizo Jean Piaget. Estos estudios comienzan con dos casos en particular: el síndrome de Down y la discapacidad intelectual, lo que antes se conocía como retraso mental. Con el paso del tiempo el estudio de enfermedades, particularidades y síndromes se amplió, por ejemplo, el espectro autista, hoy atrae la atención de múltiples investigadores y educadores debido a la desinformación que permea en la sociedad y que complica la adaptación plena de estas personas.
Según datos de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, el espectro autista afecta a uno de cada 115 niños. Esto revela la importancia de contar con centros especializados en este y los demás trastornos. En el caso del espectro autista su detección oportuna es antes de los 3 años, siendo lo ideal a los 18 meses de vida pues en esa etapa se puede ayudar a los menores a desarrollar su lenguaje y la capacidad de interacción social básica.
En San Luis Potosí siempre han existido lugares para los pequeños con necesidades cognitivas particulares, sin embargo, suelen ser sitios muy pequeños que no cumplen con un programa adecuado para su atención. Debido a la demanda, estos lugares son conocidos como “CAM” (Centro de Atención Múltiple) donde se encuentra un revuelto de pequeños con necesidades cognitivas, motrices y de lenguaje muy diferentes, haciendo un tanto deficiente la atención brindada.
La mayoría de los centros de atención se dedican especialmente al autismo y a los síndromes de Down y Asperger. Es de resaltar que muy pocas asociaciones brindan atención a personas con parálisis cerebral. En el caso del autismo no siempre es atendido en los CAM, pues según el grado que presente la persona se atiende o no, muchas veces sin posibilidad para los grados con mayor complicación. Sin duda el sector privado presta mejor atención, sin embargo, los costos suelen ser elevados.
La psicóloga Nohemí Noyola nos explica a través de su experiencia como directora de la asociación “masque 21 A.C.” que atender a estos pequeños también es un reto, y algo para lo que a veces no se está preparado, pues a veces creemos que para un caso de ceguera lo más fácil es el braille, “pero luego tocan casos en que aparte de ceguera presentan otros problemas como sordera o autismo, y todo se vuelve un reto”.
En tiempos pasados era común ver qué las familias escondían a algún familiar con discapacidad solo por la falta de información, y por supuesto por la falta de estos centros. Actualmente y con gran gusto podemos decir que las personas con discapacidad experimentan mayor inclusión social, gracias a la concientización entre las nuevas generaciones, quienes son capaces de ver la heterogeneidad social.
La educación especial es muy importante para la sociedad, modifica los tratos negativos hacia las personas con discapacidad, crea nuevos conocimientos en las personas con estas cualidades, las ayuda a integrarse a una sociedad del vivir diario.
Hoy podemos observar que algunas empresas como “Burger King” o “Banregio” abren sus puertas a empleados con diversas discapacidades, al tiempo que impulsan una cultura inclusiva.
La inclusión es una forma de expresar el amor hacia la vida y la sociedad, aprender que todos somos diferentes, es una gran manera de que exista la equidad.