Anatomía del arte. Más que líneas, poesía virtual

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Por: Rolando Morales

En algunas de sus facetas, el arte puede tomar como protagonista casi cualquier elemento que le sirva para expresar sus aristas discursivas. Entre estas opciones, el cuerpo humano, por supuesto, tiene un lugar especial al desarrollarse paralelamente en el mundo artístico junto a otra disciplina, la anatomía.

“El arte es una forma de expresión muy personal, generalmente se ve como algo que es para alguien más, pero para mí es transmitir o sacar cosas de mi interior, sin intención de que alguien más lo vea y le genere un pensamiento, sino que simplemente lo utilizo como medio de expresión propia. Dependiendo de la situación, lo expreso en dibujos o pinturas, pero sin abstracciones, más bien intento relacionar algún personaje a lo que estoy sintiendo en ese momento y es ahí cuando se refleja ese sentimiento que generalmente se parece, pues intento que exista esa conexión”.

Andrea María Montante Hernández

El término anatomía proviene del griego “anatomē” que significa “disección” y se refiere a la rama de la biología que estudia la estructura del organismo. Por otro lado, múltiples disciplinas artísticas se encargan de representar la realidad y plasmar lo imaginado mediante expresiones plásticas, lingüísticas, sonoras, etc. Al unir ambos paradigmas se presenta lo que muchos autores llaman “anatomía artística”.

El cuerpo humano siempre ha sido motivo de inspiración para una gran variedad de artistas, por lo tanto, no es de extrañar que este busque dominar y aprender el cómo representar las diversas partes del cuerpo, es por ello que se dedica una gran parte de su estudio en mejorar sus habilidades.

Un ejemplo es el caso de Andrea María Montante Hernández, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y artista gráfica, cuyos dibujos se fundamentan en la representación de personajes de series o libros y en donde la figura humana es la protagonista:

“Me gusta hacer figuras humanas, pero tienes que saber muy bien cómo se maneja el cuerpo para que no quede raro el dibujo. Es importante y hay muchas referencias, lo que muchos hacemos son diversas plantillas, en ellas ves cómo se mueve una persona y con base en eso haces tu modelo. Tú eres tu modelo de aprendizaje, al verte en el espejo, suena cliché, pero es una forma de aprender contigo mismo”.

Ha participado en diversas exposiciones, sus trabajos están expuestos en sus redes sociales, Facebook e Instagram como Andymont’art y en TikTok como Andy Montante, donde además mantiene comisiones abiertas.

Dicho estudio y la representación del cuerpo humano data desde los primeros esbozos de la historia humana, como en la famosa Venus de Willendorf, que se encuentra tallada en piedra caliza, con 10,45 cm de altura y que es una de las esculturas más antiguas encontradas. En Oriente Medio, entre 4000 y 2000 a.C., las sociedades comenzaban a mostrar interés en el desarrollo de actividades médicas relacionadas con los futuros procesos que darían pie a la anatomía.

En China, las mediciones de los órganos y la determinación de los llamados “puntos vitales” fundaron la senda para prácticas como la acupuntura, la cauterización y la aplicación de sustancias medicinales que conocemos hoy en día debido a los registros y literatura que sobrevivieron al paso del tiempo.

Mención especial la requieren los egipcios, pues su arte refleja una firme idea descriptiva con manipulaciones convenientes. Sus figuras eran irreales y antinaturales mientras reducían su atención a líneas y contornos fuertemente marcados.

Por otra parte, los griegos estudiaron las disposiciones anatómicas, como los huesos, los músculos y tendones, que dictaban los aspectos finales de la figura. Este panorama comenzó con la gestación de los cánones griegos, cuyo máximo representante fue el escultor Policleto (siglo V a.C.) y cuyas obras, como el Doríforo Diadumeno Discóforo, mostraban la disciplina. Además, compuso el llamado “tratado de las proporciones” donde dividió el cuerpo en 7 cabezas para posteriormente establecerse en 8 por sus predecesores.

Fueron muchos los registros bibliográficos que datan de los paradigmas griegos. La Ilíada, del 800 a. C, detalla la anatomía de las heridas, Aristóteles fundó la Anatomía Comparada, disciplina que se encarga de estudiar las semejanzas y diferencias de diversos organismos.

En la evolución de la anatomía hay una intención de representar la realidad en su máximo esplendor. Sin embargo, esta idea podría llegar a limitar la creación de estilos artísticos, que no precisamente fueran exactos, pero que buscan expresar otros prismas. De acuerdo con Michel Lauricella profesor de dibujo anatómico en L’Institut Supérieur des Arts Appliqués de Paris: “Este género tiene también una historia y unas convenciones con las cuales es posible jugar y expresarse. Estos personajes improbables, con el cuerpo expuesto a todas las miradas, auténticos paseantes entre la vida y la muerte, nos fascinan”.

Es la búsqueda de la referencia visual la que predomina en las obras anatómicas y su previo conocimiento la que permite obtener una obra con gran nivel de detalle. Pero para Andrea esto no es tan simple, ya que se tiene que tomar en consideración las vistas subjetivas del artista:

“Es mejor no tener una referencia y tú mismo darle ese significado, por ello yo decido que sea libre y que cada quien decida como quiere ver a ese personaje, puesto que todos no ven lo mismo y es ahí donde recae la diferencia acerca de lo que cada persona piensa”.

Añadió que, en caso de tener un referente claro, en su proceso creativo, busca diversas formas de representaciones del dibujo con el fin de crear su propia composición, puesto que para ella no se trata solamente de copiar y replicar:

“Prefiero agarrar inspiración de la forma en la que está el sujeto o lo que está haciendo y es más rápido en ese sentido. No me gusta hacer copias tal cual porque desde que empecé a pintar me enseñaron que tenía que explorar mi propio estilo, también se tiene que tomar en cuenta todo lo que está pasando alrededor, el contexto del artista al momento de hacer esa obra”.

En Roma, la creación de los bustos mostró un superior realismo a los griegos, al representar en cada uno la anatomía particular de los personajes. Fue aquí donde apareció Galeno de Pérgamo, médico y filosofo que comenzó a realizar informes anatómicos a partir de disecciones de monos y cerdos.

Cabe mencionar que la disección de cadáveres comenzó en la Escuela de Alejandría en el siglo III a. C., en ella aparece Herófilo de Calcedonia, quien efectuó disecciones públicas, recopiladas en la obra “De Medicina” por Aulo Cornelio Celso. Múltiples fuentes le atribuyen a Herófilo la creación de más de nueve tratados relacionados con la anatomía, lamentablemente estos desaparecieron con el incendio de la biblioteca de Alejandría.

Durante la Edad Media, la ideología teocéntrica captó la atención en las acepciones artísticas, se deja de lado los desnudos y el interés por el realismo. El arte cristiano concibe al cuerpo humano mediante la representación del sufrimiento y la muerte, con claros ejemplos en las reproducciones anatómicas del cuerpo de Jesús.

En el renacimiento, Leonardo Da Vinci comenzó con su formación anatómica a la edad de 18 años, al ser discípulo de Andrea del Verrocchio, quien defendió el estudio de esta disciplina, al considerarla fundamental para aprender a representar el cuerpo humano.

Da Vinci realizó múltiples disecciones en los hospitales de Florencia, Milán y Roma, donde colaboraría con Marcantonio Della Torre (1481-1511), anatomista de Pavía, juntos crearon el Tratado sobre la pintura. Mención especial requiere la creación del famoso “Hombre de Vitrubio” de Da Vinci, que buscaba describir las proporciones del ser humano perfecto.

Andreas Vesalius (1514-1564), considerado el fundador de la anatomía humana moderna, es autor de uno de los libros de anatomía más influyentes de la historia, “De humani corporis fábrica”, que contó con más de 200 ilustraciones.

De acuerdo Giorgio Vasari, pintor contemporáneo de Miguel Angel, este último disecaba cadáveres con fines de estudio, los cuales se verían aplicados en obras como La Creación de Adán y El David.

Fue hasta los siglos XIX y XX que en las escuelas de Medicina se reconoció a la anatomía como parte esencial en la investigación médica. El Romanticismo de la época se manifestó en pinturas con ondulaciones y líneas suaves que otorgaban una característica emocional. Dichas aristas se complementaron con los movimientos como el cubismo, el dadaísmo, el surrealismo y el pop art con el fin de transmitir la esencia de la anatomía humana.

Así el estudio de la anatomía se hizo obligatorio en las Bellas Artes y trajo consigo la total desaparición de los cánones de belleza para comenzar a retratar cuerpos reales. En la escultura resalta “El Pensador” de Auguste Rodin (1840-1917), que, a pesar de su descansada postura, evoca una clara tención en los brazos y los músculos.

Dentro de la anatomía la barrera no se queda en las imágenes estáticas y con gran detalle, Andrea menciona que el estudio de la misma ofrece un sinfín de posibilidades para crear desde cero acciones y expresiones con una gran cantidad de significados:

“Si quieres hacer un humano no hay mucha diferencia en cuanto a la estructura. Tienes una referencia y puedes hacer lo que quieras al conocer cómo se mueve el cuerpo y de esa manera tienes mil formas de hacer combinaciones con el cuerpo dando la intención que quieres al personaje”.

En la actualidad los procesos anatómicos continúan creciendo a la par de los nuevos estilos y tecnologías de representación artísticas que ofrecen nuevas ideas vanguardistas.

Para Andrea, la constante práctica en conjunto con nuevas herramientas es lo que permite la perfección de las habilidades artísticas de todo aquel que busque expresarse mediante el dibujo:

“Hay ciertas aplicaciones que te ayudan con los planos de las caras, en 2D en 3D, incluso para hacer manos que anatómicamente es lo más difícil. Jamás te sale a la primera, así que no te queda de otra más que practicar y practicar para ver más o menos la forma de tu estilo”.

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