Por: Rolando Morales Flores
La edición de los premios Oscar 2022 están próximos a emitirse, aunque ya se han dado a conocer las películas nominadas en las diferentes categorías. Sin embargo, la joya de la corona es más que visible, The Power of the Dog, dirigida por Jane Campion y protagonizada por Benedict Cumberbatch, Kristen Dunst y Jesse Plemons, encabeza la lista al contar con 12 nominaciones.
Sin embargo, su enorme cantidad de nominaciones no es lo único que ha posicionado los reflectores sobre este filme, sino que, y sin demeritar sus virtudes naturales, la película pertenece a Netflix. Por segundo año consecutivo, la plataforma encabeza las premiaciones, una prueba más del reconocimiento y la definitiva bendición por parte de Hollywood y de la Academia hacia las producciones provenientes del streaming.
Es un fenómeno que se ha esparcido como un implacable fuego en la industria, y nos hace preguntarnos ¿es un nuevo horizonte para el séptimo arte? ¿Es una sentencia de muerte absoluta para las producciones cinematográficas y las mentes creativas detrás de ellas? ¿Amigo o enemigo?
El concepto del streaming se refiere principalmente, a todo el contenido multimedia, tanto grabado como en vivo, al que podemos acceder a través de distintos dispositivos. Música, películas y series son algunos de estos contenidos. Aunque cuando escuchamos este concepto es natural que inmediatamente nos venga a la mente los diferentes servicios y plataformas, en su mayoría de películas y series, que tenemos a nuestro alcance. Tales como Netflix, Amazon Prime Video, Disney Plus, Star Plus, Paramount Plus, HBO Max, Apple Tv+, entre muchos otros. La cantidad dependerá de en cuánto tiempo las productoras y empresas restantes se suban al tren arrasador que son estos servicios.
Desde 2010, el año en que Netflix expandió su servicio de streaming a un nivel internacional creó una situación idónea para productos audiovisuales que ha generado ganancias de 29, 697, 8 millones de dólares, cifra con la que cerró el pasado 2021. En este contexto la plataforma se ha convertido en la más exitosa del mercado, pero todo rey puede ser destronado y más aún si todos quieren exprimir a la gallina de los huevos de oro.
Durante 2020 y 2021, el panorama de la pandemia sirvió como nido para que múltiples empresas convergieran en los servicios de streaming. Debido a la contingencia sanitaria, se vieron afectadas múltiples actividades presenciales. El cine fue el más pisoteado, con una caída en las exhibiciones de hasta un 80% en contraste con las plataformas digitales que incrementaron en hasta un 24%, según datos de la reconocida consultora PwC en su informe “Entertainment and Media Outlook 2020-2024”.
En México según los datos publicados en Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2020 por el Instituto durante el 2020 la industria del cine perdió 27.7 millones de pesos y se registró una reducción de asistencia del 84% respecto al 2019.
Es por ello por lo que muchas empresas se vieron obligadas a recurrir a otras alternativas para poder estrenar sus máximas producciones, el surgimiento de servicios como Disney Plus y HBO Max fueron la oportunidad idónea para la situación. La nueva opción ofrece una gran cantidad de ventajas las cuales no han pasado desapercibidas por las ambiciosas productoras, tales como una sustanciosa reducción de gastos en la promoción y la distribución.
Múltiples películas como Mulan, Soul, Black Widow por parte de la plataforma del ratón o Wonder Woman 1984, Dune, Matrix 4, Godzilla vs. Kong, por parte de HBO Max, fueron algunos ejemplos de películas hijas de la pandemia que se estrenaron únicamente o de forma híbrida en sus respectivas plataformas, como es el caso de las películas de Warner, cuya estrategia fue exclusiva de Estados Unidos.
Esta nueva práctica fue la respuesta a una desesperada situación y en cierto modo parecía una solución adecuada, sin embargo, no todo es color de rosa.
La otra cara de la moneda se ve perfectamente ejemplificada con la película Tenet, de Christopher Nolan. Una película audaz que llegó a las salas de cine a pesar de un contexto para nada favorable, lamentablemente la valentía no lo es todo. El filme apenas recaudó 450 millones de dólares, lo cual provocó que se estrenara con premura en HBO Max.
“Algunos de los más grandes cineastas y estrellas de cine de nuestra industria se acostaron la noche anterior pensando que trabajaban para el mejor estudio de cine y se despertaron para descubrir que trabajaban para el peor servicio de streaming”, expresó Nolan en una entrevista con el Hollywood Reporter.
Se nos presenta entonces un conflicto entre dos bandos. Por un lado, tenemos a los grandes y diabólicos corporativos quienes buscan desesperadamente acortar los gastos e intermediarios con el consumidor directo a través de sus servicios digitales, y por otro lado, se encuentran las mentes creativas y artistas quienes no visualizan una remuneración y reconocimiento adecuado en el streaming.
¿Es entonces el streaming el más perverso enemigo del séptimo arte? No, es tan solo la consecuencia de unas circunstancias extraordinarias, que naturalmente fueron aprovechadas por los estudios cinematográficos, pero que es lamentable que en algunos casos sea usado para barajar costos. Sin embargo, actualmente el panorama es distinto, las personas cuentan con una mayor confianza para regresar a las salas de cine, y hay que aceptar que la comodidad, el costo y la cantidad de productos audiovisuales que podemos disfrutar desde nuestros hogares, jamás se comparara con ir al cine, sentarse y disfrutar de una buena película.
