Redacción por Arely García
Fotografía por Kenia Hernández
Invisibilizadas y aparte sexualizadas. Difícil vivir con ello, ¿no? Esto es lo que viven día a día las chicas lesbianas, ya que durante los últimos años ya no solo tienen que luchar contra el ser invisibilizadas, ahora también tienen que luchar contra la sexualización que viven diariamente.
Aunque durante mucho tiempo se dijo por todos lados en redes sociales que las relaciones lésbicas eran más “normales” de ver que las relaciones gay, estábamos usando mal el término “normalizar”. Solo veíamos su sexualización disfrazada de algo “normal”
Iniciemos con que hasta hace pocos años, si en el buscador de Google ponías la palabra “Lesbiana” lo primero que te aparecía eran videos o imágenes pornográficas, algo aterrador. Y basta solo con mirar las cifras de gente que ve pornografía. Según un estudio sacado por el sitio web “PornHub”, en el año 2019 la categoría más buscada y más vista fue la de “Lesbianas”
La sexualización no solo afecta de manera morbosa, también afecta a que muchas chicas no quieran salir del closet, ya que han escuchado comentarios morbosos hacia las lesbianas. Cosas como “Ver a dos mujeres besándose es lo más sexy que he visto”, entre muchas peores. Pero basta con el solo hecho de ver cómo son representadas para que se les quiten las ganas de decir abiertamente que son lesbianas.
Uno de los “marketing” más sexualizados fue el beso de Madonna y Britney Spears. El público enloqueció y lo tomó como algo normal, pero ¿qué hubiera pasado si hubieran sido dos hombres los que se estuvieran besando? El mundo se habría vuelto loco y no de la misma manera, hubiera sido tomado como algo grotesco. Pero eso no pasó con ellas, porque la mayoría del público lo consideró algo “sexy”. No fue algo normalizado, fue algo sexualizado.
Y no nos vayamos tan lejos, estoy más que segura que alguno ha escuchado a personas decirle a una pareja lesbiana “A ver, bésense” ¿Cuántas veces te tendrán que decir que no para que pares de sexualizarlas?
A las parejas lésbicas no se les da la credibilidad que se necesita en esta sociedad, dado que su relación gira en torno del morbo, porque son vistas como entretenimiento. Si algo no cumple con las reglas de la sociedad, se comodifica para que se convierta en objeto de consumo.
Si algo no cumple con sus estándares de belleza o, mejor dicho, no puede ser capitalizado monetariamente, no sirve. Lo vemos todos los días cuando “rechazan” a una chica lesbiana que se viste con ropa más holgada, que tiene el cabello corto, que simplemente no cumple con sus estándares de feminidad. Se burlan de ella, les llaman “machorras”, a comparación de las chicas lesbianas que sí cumplen con sus estándares; a ellas se les halaga.
Pregunté por Instagram a varias amigas qué opinaban sobre el tema y por qué creían que las mujeres lesbianas eran tan sexualizadas en esta época, y todas me dieron una respuesta similar.
“…Los hombres no visualizan más allá de la fantasía sexual que experimentan a través de una pantalla”
“Me da asco que los hombres digan ‘Qué asco, beso entre vatos’, pero si les preguntas por mujeres, ellos dicen ‘Es que es diferente’”
“Misoginia y machismo”
“No sé, pero es muy incómodo estar con tu pareja y que se acerquen hombres a decirte bésense, o empiezan a hacer preguntas demasiado incómodas sobre tu vida sexual”
Y mientras navegaba me encontré con esta frase:
“El lesbianismo es peligroso para la heteronorma. La tónica en la que se concibe es una donde si la masculinidad tiene algo que no puede poseer o controlar, mejor lo cosifica, y lo convierte en un objeto de deseo propio quitándole su credibilidad”.
-Psicoterapeuta feminista Valentina Valli Lauritano.
La mayoría de la sociedad ve al lesbianismo con morbo, como un mito o, simplemente, como algo que puedan consumir.
En conclusión, después de ver todo lo que esta sexualización hacia la mujer lesbiana puede traer a su entorno y su persona como tal, espero nos pongamos un poco en su lugar y nos demos cuenta de la pésima sociedad en la que vivimos, porque al final de día solo queda recordar que ni las mujeres ni las lesbianas son para y consumo de la sociedad.