Por: Deborah Chavarría y Leonardo Reyes
La depresión es un tema delicado y del cual hoy en día las personas están cada vez más conscientes y entender tanto el problema como a las personas que lo padecen, a pesar de eso, aún existen quienes lo toman a la ligera y no terminan por comprender la gravedad del problema, lo que podrían hacer para ayudar y superar este trastorno.
La psicóloga Marisela Mendoza Torres, nos comparte desde su perspectiva como profesionista en la materia, todo lo que conlleva a la depresión, cómo tratarla y qué podemos hacer nosotros por alguien que la padece.
Pero antes que nada ¿Qué es la depresión? La psicóloga la define como un trastorno de ánimo que se caracteriza principalmente por dos síntomas, el primero, tristeza o un sentimiento de vacío, el segundo, un cambio en las motivaciones, desmotivación o la pérdida de alguna cosa que la persona solía disfrutar hacer. Así mismo, no se debe confundir la depresión con un estado de tristeza como por los que todos hemos pasado; Marisela menciona que “la tristeza es una emoción básica y necesaria en nuestras vidas, sucede cuando algo cambia, cuando estamos en un entorno no muy motivante, por alguna pelea con alguien cercano ya sea una pareja, amigo o familiar. Para hablar de una depresión hay cinco criterios mínimos a considerar, 1. La persona debe tener un sentimiento de vacío y desesperanza, 2. La persona tiene que perder el interés por hacer cosas que antes le gustaba hacer, 3. Caen sobre la persona trastornos del sueño, ya sean insomnio o hipersomnia, 4. Pérdida de la concentración, hay confusión y los pensamientos no fluyen y 5. Trastornos alimenticios, ya sea pérdida o aumento de peso”.
Así mismo, está la distimia, o el trastorno depresivo persistente, según la psicóloga es similar a una tristeza pero que dura años, donde la persona vive en una desesperanza constante. La depresión por otra parte se divide en tres tipos: leve, moderada y severa. La primera, permite que el sujeto funcione, hay ciertos aspectos que pueden mantenerlo bien, como el trabajo, convivir con gente cercana a pesar de que el disfrute no sea al 100%, una depresión moderada empieza afectar estos ámbitos y la severa es la que se necesita un tratamiento como tal, ya que incluso puede impedir que la persona funcione.
Marisela nos comparte factores que pueden llevar a una persona a un estado depresivo: “Uno de los factores que lleva a la depresión es un sentimiento de pérdida, hay algo que perdí, que ya no poseo, es una sensación de vacío y puede causar que la persona se sienta desmotivada. La otra causa, se trata de una cuestión genética, es importante saber si hay familiares con depresión, también el ambiente en el que nos encontramos influye mucho, si no es muy motivante, si es problemático esto puede llevar a una pérdida de sentido a la vida, y por ende a la depresión”.
Por otro lado menciona que aún existe mucha desinformación sobre este trastorno y esto lleva a que se hace fácil que digamos “échale ganas”, “tú puedes” y “no te rindas”, siendo que esto solo afecta de manera negativa, haciendo que la persona se sienta más incomprendida y que se hunda más en su estado.
Así como una persona con depresión puede ser afectada en su entorno, la psicóloga nos comenta de qué manera puede esta influir en el entorno “si yo soy depresivo, puedo influir en el entorno con un sentimiento de impotencia, generando en mis padres, hermanos o amigos una impotencia sin importar lo que digan o hagan, la persona puede verse incluso en la necesidad de aislarse, se siente incomprendida, empieza a haber un rechazo hacia los familiares generando en estos un sentimiento de frustración e impotencia”.
En cuanto al tema del suicidio menciona que si bien la depresión si tiene gran relación con actos de esta índole, sin embargo no siempre es a causa de este trastorno, hay muchos otros como los delirios o alucinaciones auditivas que pueden llevar a una persona a cometer el acto, pero no siempre está relacionado a la depresión.
¿Pero qué sucede si nosotros sospechamos que padecemos este trastorno? Según la psicóloga, lo más importante es mantener una buena comunicación, hablar con alguien de confianza sobre lo que está sucediendo, ya que darse cuenta por si solo es muy complicado y se necesita de una muy buena toma de consciencia.
Claro que no siempre aceptarán nuestro apoyo a causa del rechazo anteriormente mencionado, pero hay que hacerle ver que no tiene por qué atravesar eso solo, que lo que tiene no está bien y tiene que ver a un profesional, puede que tema depender del medicamento que se le recete pero debe entender que solo es temporal y que es necesario para el tratamiento.
Por otra parte, ¿Qué podríamos hacer nosotros como gente cercana para ayudar al bienestar de esa persona? Maricela dice que “es necesario evitar frases como “échale ganas” así como no juzgar y no generar un entorno tóxico y lleno de problemas. Lo que podemos hacer es inmediatamente pedir ayuda profesional, forzarlo a mantenerse activo con alguna actividad que le guste, no dejar que se quede en el círculo vicioso así como reconocer esfuerzo en alguna actividad que haya realizado para que así retenga lo bueno, ya sea poco o mucho de la actividad”.
Finalmente Marisela nos da cinco puntos para así apoyar a una persona con depresión:
- Conocer qué es la depresión e informarse al respecto del tema. Que diferencien entres tristeza y este trastorno.
- Saber que la activación física genera motivación a través de la dopamina y satisfacción a través de la serotonina.
- Proponer actividades nuevas y variadas a la persona.
- Acompañar y apoyar a la persona, demostrar tu apoyo.
- Ofrecer un entorno favorable para que la persona pueda enfocarse en aquello que si le da sentido a su vida.