Migraciones: humanas e inhumanas
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra “sinónimo” como “una palabra o expresión que, respecto de otra, tiene el mismo significado o muy parecido”. Algunos líderes políticos de nacionalismo arraigado parecen ignorar esta definición.
Enemigos públicos de la migración, afanados con la búsqueda de popularidad electoral, se han dado a la tarea insana de construir falsos sinónimos sobre la base de prejuicios sociales, de tal forma que “musulmán” es igual a terrorista; latinoamericano a ladrón; negro a violador; y la lista sigue.
Para marco de referencia encontramos los discursos de Donald Trump, Marine Le Pen, Matteo Salvini o Alexander Gauland.
Si algo posee cierto grado de verdad en el discurso ultraderechista, en torno a la migración, es quizás lo caótico que resulta la realidad de este fenómeno, sin embargo, sus causas parecen incomodar a estas corrientes ideológicas, que no entienden estos fenómenos; menos aún como consecuencia del pasado colonial de algunas naciones o de la inequidad mundial.
Actualmente se estima que existen 271 millones de migrantes en todo el mundo, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones. El tema ciertamente es interesante en la medida en que se profundiza en sus orígenes históricos y contemporáneos, por ello en esta edición nos dedicamos a abordar con sensibilidad el tema desde la complejidad de sus orígenes, buscando desde nuestra trinchera contribuir a la desestigmatización de los diversos grupos sociales.
Estimado lector, en esta edición encontrará un trabajo periodístico que incluye colaboraciones internacionales, a fin de conocer perspectivas desde otras latitudes; entrevistas a expertos, los cuales aportan una visión científica del tema; y trabajos literarios que brindan una chispa de esa sensibilidad que tanto falta en algunos xenófobos.
“Siempre acabamos llegando a donde nos esperan”, así reza la portada de la novela El Viaje del Elefante de Saramago. Estas páginas son un homenaje a todos los que como el viejo elefante Salomón han sufrido las peripecias de un viaje involuntario.