Por Sebastián Jorgenson
Ilustración de Jaime G. Rueda
En este mundo parece que todos tienen acceso a internet, adolescentes pegados a sus smartphones mientras ignoran a sus padres; trabajadores de home office frente a un ordenador por 10 horas diarias; niños disfrutando del contenido lúdico que ofrecen muchos sitios web; migrantes haciendo uso de videollamadas para ver a sus familiares a cientos de kilómetros; incluso los adultos mayores se han adaptado a estas nuevas tecnologías. Cada quien le da el uso según sus preferencias y necesidades, la realidad innegable es que la era digital está aquí y con ella nuevas rutas para diversos campos profesionales.
¿Digital marketers?, ¿influencers?, ¿streamers?, ¿qué son todas estas profesiones? Y ¿por qué todas tienen un “sofisticado” nombre en inglés? En la actualidad se han popularizado muchas profesiones, todas, por su fonética, parecen involucradas con los mayores adelantos tecnológicos. La realidad es un poco confusa, pues no todo lo que brilla es oro, algunas simplemente son dependientes y no desarrolladoras de esos avances tecnológicos, esto sin demeritarlas. Una pregunta surge frente a este panorama ¿hay carreras o estudios académicos que se relacionen con estas ocupaciones?, por ejemplo ¿qué estudia un influencer?
La era digital no solo significa redes sociales, influencers, youtubers, etc., también abarca a los desarrolladores de las mismas aplicaciones con las que los internautas vemos a los creadores de contenido audiovisual. Carreras como Desarrollo de Software o Desarrollo de Inteligencia Artificial, entre otras, no requieren salir en cámara o estar atrás de un micrófono, sin embargo, son los artífices de LAS plataformas y aplicaciones que usamos diariamente.
Instituciones como la Universidad Tecnológica de México (UNITEC), la Universidad Autónoma de Guadalajara o la UNAM ofrecen planes educativos para las carreras antes mencionadas, las cuales presentan un crecimiento en su demanda debido a un campo laboral cada vez más demandante. ¿Qué tan rentable es estudiar estas profesiones?, pues todo indica que mucho, si consideramos que el 66.8% de la población activa en México gana menos de 15 mil pesos mensuales (2 salarios mínimos) según el INEGI, mientras que un desarrollador de inteligencia artificial gana en promedio 55 mil pesos mensuales, esto de acuerdo al Reporte de Mercado Laboral TI realizado por Hireline.
La inteligencia artificial, la cual consiste en la creación de algoritmos programados con el propósito de crear máquinas con una inteligencia igual o hasta superior a la del ser humano y que sea capaz de convivir con esta, por ejemplo, ha tenido un alto nivel de popularidad en estos últimos años debido a que el uso de esta tecnología se ha vuelto más comercial y común, pero aun así existe un campo de oportunidad amplio en torno a esta.
¿Qué profesión tiene alguien que se dedica a desarrollar la inteligencia artificial?, además de la homónima ingeniería en Inteligencia artificial, se encuentran las carreras de Ciencias de la Computación e Ingeniería de Software. Todas las anteriores preparan a los futuros profesionistas en áreas como lenguajes de programación, bibliotecas y frameworks (para la automatización), y plataformas en la nube, entre muchas más cosas.
Al día de hoy no se ha creado una regulación legal para el uso de inteligencia artificial en México, pero conforme pasan los años nos damos cuenta de la necesidad de hacerlo, debido a derechos de autor, manejo de imagen, o hasta seguridad pública, privada y gubernamental. La Unión Europea dio el primer paso a nivel mundial para acordar un reglamento para su uso, ¿en qué consiste?, algunos puntos incluyen la prohibición de sistemas de inteligencia artificial que pueden reconocer las emociones en centros de trabajo y escuelas; los que manipulan el comportamiento humano; y los sistemas de categorización biométrica por creencias ideológicas y religiosas, o por su raza y orientación sexual.
Algunas de estas carreras son muy nuevas y puede que no muchas universidades ofrecen alguna de ellas, pero sin duda no tardan en hacerlo, ya que el campo laboral en estas disciplinas es cada vez más competitivo y rentable.
Hablemos ahora de los creadores de contenido, de las nuevas profesiones que orbitan en torno a Instagram, Tik Tok, YouTube y cualquier otra aplicación. Muchos jóvenes aspiran al estrellato como influencers o youtubers, un sueño común entre las nuevas generaciones, pero… ¿cómo se llega ahí?
Si bien algunos de estos casos han sido de pura suerte, también hay otros que saben cómo, cuándo y por qué hacer las cosas. Carreras como Ciencias de la Comunicación o licenciaturas en producción audiovisual y marketing, son fundamentales para crecer en este ámbito, para ser el próximo PewDiePie, Rubius o la siguiente Yuya, pero… ¿cuál es la historia detrás de estas personalidades?
PewDiePie, por ejemplo, inició estudios en economía industrial, pero los abandonó para dedicarse a Photoshop y a su carrera en plataformas web. En 2019 se convirtió en el primer youtuber en llegar a los ¡100 millones de suscriptores! y si bien no se sabe cuánto genera, se estima que al año gana alrededor de 7 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los youtubers más grandes y con mayores ganancias de la historia de la plataforma.
Por otro lado, y gracias a su diversificación en múltiples plataformas, los influencers (líderes de opinión y con una comunidad de seguidores en internet) tienen más formas de conseguir remuneraciones, ya sea por posts, menciones o colaboraciones con otros creadores de contenido. Esta remuneración también depende del tamaño del influencer, ¡sí!, porque en internet no todos somos iguales. Una clasificación general divide a estos influencers en nano, micro o macro-celebridad, quienes en promedio pueden ganar de 10 a 100, de 100 a 500 y de 5,000 a 10,000 dólares americanos respectivamente por mes.
Los influencers pueden hacer colaboraciones con marcas o empresas, en las cuales ambas partes se ven beneficiadas, tanto el influencer al recibir un contrato de hasta miles de dólares como la marca quien se beneficia de la atención que el público de la celebridad le pueda dar a su producto o servicio.
En esta era digital, mucho es de preparación, pero el factor suerte, sobre todo en lo que respecta a los creadores de contenido, es innegable. En torno a la imagen hay especialidades como los community managers o los especialistas en relaciones públicas, que sirven para apoyar a esas figuras públicas, empresas e instituciones que mucho lo necesitan para proyectarse frente a los internautas en un campo muy competido, pero que, si se contrata a la persona correcta, es muy redituable.
En la era digital hay mucho espacio para el crecimiento laboral, con nuevas carreras y profesiones que brotan como margaritas en pleno campo. Las puertas están ahí para quien decida optar por alguno de estos nuevos campos de trabajo, con estrategia, preparación, y un poco de suerte, quien lea estas líneas puede convertirse en el nuevo as del internet.