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Por Ana Teresa López Serrano

“Si volviera a nacer, definitivamente elegiría ser músico otra vez”.

Daniel Alejando Castillo Sánchez, mejor conocido en el gremio musical como “Papilla Mospi”, es un músico potosino nacido el 3 de enero de 1993. Vivió la mayor parte de su vida en el Barrio de San Miguelito y comenzó su historia musical a la edad de ocho años en el coro de su escuela dirigido por el maestro César Cervantes Díaz de Sandi. Por suerte para Daniel, el maestro César es el fundador de la Estudiantina Guadalupana Potosina (EGP) y fue él quien descubrió el talento de “Papilla”.

La experiencia musical de Daniel inició profesionalmente a los nueve años de edad, cuando tuvo presentaciones dentro y fuera de San Luis Potosí. Siendo voz principal en la Estudiantina Guadalupana Potosina, demostraba la razón por la cual el maestro César lo incluyó a la alineación sin tantos filtros como lo son las audiciones y selecciones.

Algunos de sus logros a tan corta edad incluyeron haberse presentado en lugares como Disneyland Orlando, El Vaticano y Las Vegas, todo gracias a que era parte de la estudiantina, agrupación la que duró alrededor de 16 años. Esa experiencia de pertenecer al grupo musical del maestro César le ayudó a tener un mejor control de su voz y un mayor manejo del escenario, así como improvisar, lidiar con la gente y valorar el trabajo arduo del músico que mucha gente simplemente omite que existe.

Daniel menciona que su amor e interés por la música llegó cuando ya estaba más grande, pues en los concursos a los que la Estudiantina Guadalupana Potosina asistía, en el intermedio, cuando los jueces se ponían de acuerdo para elegir a los ganadores, amigos de “Papilla” (también integrantes de la EGP) tenían sus propias bandas de rock las cuales se presentaban en los intermedios, fue entonces que Daniel comenzó a interesarse en la profesión, pues al ver lo que la música es capaz de hacer, comenzó a soñar con ser un músico profesional.

Con el anhelo de ser un gran músico y con el apoyo total de sus padres, Daniel obtuvo su primera guitarra eléctrica a los 14 años, en ese momento comenzó a sacar sus canciones favoritas de bandas como “Genitallica, “El Tri”, “Caifanes”, entre otras bandas del “Rock en tu idioma”, para después comenzar el proyecto de su propia banda de rock llamada “Standar“, que no solo era en español sino que ya estaba agregando a su “setlist” agrupaciones como “Metallica”, “Guns N’ Roses”, “Kiss”, entre otros grupos famosos del rock en inglés.

“Papilla” cuenta que las primeras presentaciones de su banda fueron muy divertidas, pues fue donde se dio cuenta que por fin su sueño comenzaba a tener más sentido.

A pesar de que no nos pagaban, lo disfrutaba porque estaba tocando con mis amigos, amigos con los que compartía el amor por la música, todo era de promoción; otras veces nos daban una chela a cada uno, y otras veces nos daban 500 pesos. Mínimo nos daban para el taxi de regreso y nos motivaron a luchar por lo que deseábamos”.

“Standar” era una banda de novatos que se dedicaba solo a tocar en fiestas privadas, cocheras, algunos bares que en aquel entonces eran pequeños, y en algunos casinos. Pero por la falta de una buena remuneración económica, algunos integrantes decidieron salirse. Por obvias razones “Papilla” se desanimó pero no fue razón suficiente para detenerse a lograr sus objetivos en el ambiente musical.

Luego del rompimiento de “Standar” creó una banda de hard rock con la que comenzó a cobrar una cantidad razonable, además de ganar varios concursos de guerras de bandas.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues debido a la necesidad y problemas económicos, Daniel decidió irse a trabajar a Estados Unidos.

“Una de las cosas de las cuales me arrepiento, es haberme ido a Houston, sí, gané muy bien, pero extrañé mi vida de músico, a mis padres, a mis amigos, pero extrañé más el ser yo ya que allá no hacía música. En Estados Unidos mi vida estuvo llena de depresión y fue entonces donde conocí la mala vida de la fiesta, drogas y alcohol. Extrañamente el alejarme de la música me llevó a eso; cuando los demás juraron que por estar en la música tendría una vida de perdición, pero fue al revés. En ese momento creí que mi sueño había terminado, me resigné”.

Cuando su permiso de trabajo en Estados Unidos terminó, Daniel regresó a San Luis Potosí, y sin perder el tiempo regresó a su vida soñada. Creó el grupo llamado “Acrópolis”, a su vez también fue solicitado para ser parte del grupo versátil “Kalipsso”, donde no le pagaban bien pero se compensaba con las presentaciones en los teatros del pueblo de ferias nacionales de la República Mexicana.

En el 2017, junto con amigos que conoció a lo largo de su vida, fundaron la banda “Mostrip” un proyecto de música propia con una mezcla de ritmos como el funk, rock, surf, jazz y disco. En ese grupo comenzó a vivir su sueño de una manera más directa. En el 2018, “Mostrip” lanzó su primer álbum y con ello empezaron una gira musical para la promoción del disco, la cual se hizo realidad gracias a la inversión económica de los integrantes de “Mostrip”, amigos allegados y familiares.

El tour comenzó en La Paz, Baja California en un festival llamado “La fiesta de la música”, continuando por Los Cabos y Mexicali; siguieron la costa para continuar la gira musical por Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco y finalmente terminaron el tour de su primer álbum en San Luis Potosí.

“Fue maravilloso llegar a los lugares a donde iba gente, poca, pero iban a ver a ‘Mostrip’ y que cantaran o tararearan nuestras canciones fue un sentimiento inexplicable porque no teníamos idea del alcance que estábamos teniendo en ese momento”.

Al llegar al estado que los vio nacer, les esperaba una sorpresa. Un supuesto representante de un sello discográfico les ofreció contratos por miles de pesos, con presentaciones pagadas por todo México, pero esos contratos necesitan inversión inicial para comprar vestuarios, organizar ruedas de prensa, pagar publicidad, entre otras cuestiones. “Mostrip” accedió invertir en ese proyecto sin pensar en las consecuencias, pues el “representante” era realmente un estafador que les robó alrededor de 80 mil pesos; además de jugar y aprovecharse del sueño musical.

A pesar de esa situación, Daniel no se rindió y fue el pilar para que “Mostrip” no se derrumbara, fue entonces que decidieron crear su segundo álbum donde cuatro canciones son autoría de Daniel.

“Este álbum me emociona porque cuatro de mis letras están en él. El álbum pasado tuvo solo dos letras mías pero participé en la creación musical. Ahora, igual soy el arreglista musical pero me llena de orgullo que una de mis canciones sea el sencillo principal”.

Desde el 2021, Daniel comenzó a trabajar como solista y huesero (persona que toca con varios grupos pero no es de planta). Colaboró con grupos como “Piña Colada”, “Baruck”, “The Queen” (tributo a Queen), “Toma Base”, Tributo a Los Fabulosos Cadillacs, entre otros. Pero a pesar de que le gusta tocar en grupos musicales, “Papilla” prefiere darle prioridad a su proyecto como solista, en el cual, junto con su guitarra ameniza restaurantes, bares, fiestas, reuniones, “y hasta divorcios”.

Ahora, su vida ha dado un giro de 180 grados, pues su instinto aventurero le dijo que debía llevar su sueño más allá. Por ello decidió aventurarse a recorrer la República Mexicana tocando de pueblito en pueblito, de bar en bar, conocer diferentes lugares, salir de su zona de confort, hasta llegar a Cancún, donde espera lograr su próximo objetivo: trabajar directo en algún hotel.

“Desafortunadamente, en San Luis no le pagan al músico como deberían, ni siquiera nos valoran. Pero en los lugares turísticos es lo que más se ocupa, música en vivo. No es que mi sueño haya terminado aquí en San Luis solamente quiero explorar más allá y si no funciona, te juro que no me voy a arrepentir porque siempre he hecho lo que dicta mi corazón”.

Hasta la fecha, Daniel Castillo ha logrado cada cosa que se ha propuesto, es una persona feliz que no se arrepiente de sus decisiones porque todas y cada una de ellas lo han llevado a ser la persona que es hoy, ha conocido grandes personas que se lleva en su corazón, ha pisado grandes escenarios y se imagina siendo un viejito amante de la música.

“Moriré feliz por haber luchado por mis sueños, y si volviera a nacer, definitivamente elegiría ser músico otra vez”.

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