Estorbo en la ciudad: En la calle hay guerra

Comparte

Por Octavio Guerrero

Parque Nacional es la frontera entre la Garita de Jalisco y Colinas del Parque. Su reja divide dos parques enemistados en el prejuicio. A la izquierda, la Unidad Deportiva Jacobo Payán presume su diamante de béisbol abandonado en un pastizal que lo disfraza de sabana. A la derecha, uno de los tantos parques sin nombre de la colonia donde jugué futbol con mis amigos antes de que conociéramos el desmadre. Antes de pasar el parque, lo último que veo es una lápida. Hace cinco años, en plena pandemia, un sujeto de cuarenta años oriundo de la Garita cruzó la frontera y se disparó con una 22 bajo un mezquite. Voy tableando justo a tiempo rumbo a casa de Iván. Él, así como yo, lleva dieciocho años viviendo aquí.

La Garita es un ejido que se convirtió en colonia, el primero que privatizó el país bajo el modelo de las inmobiliarias ejidales. Comenzó a urbanizarse en 1992 por empresarios de intenciones dudosas. Hace quince años era muy fácil que te tumbaran los Cobras o los Cuadraos si pasabas afuera de una vecindad. La llegada de los cárteles se llevó el fervor pandilleril que aspiraba a parecerse a Sangre por sangre, The Warriors o La banda de los panchitos. Hoy son simplemente narcos. Cuando finalmente llego a casa de Iván, los 0backside0 me esperan sentados con sus amplificadores en el cuarto de servicio forrado de hule espuma. Nina se echa frente a la batería y el gesto me recuerda a Lou Dog de la banda Sublime. Encendemos la grabadora y la pipa. Comenzamos a charlar.

Además de la música, ¿cómo ven el punk representado en sus vidas?

Iván: Yo lo veo representado en la forma en que no sigo un estilo de vida en el que todos están. Vivo mi vida muy a mi modo. Me gusta el punk porque es valemadrismo, esa parte de no encajar. No lo veo sólo andar sólo con mis shorts rotos, para mí esto es libertad de hacer lo que quieras y me late un chingo.

Pepe: No soy muy ortodoxo en la materia del punk, para mí es un rollo de hacer lo que quieres. No tiene que ser: me despierto, tomo un vaso de whisky y me fumo un gallo. Si es lo que quieres hacer termina siendo punk, pero si lo que quieres hacer es despertarte, hacer ejercicio y comer bien, eso también. Es mi manera de vivir donde todavía hay una batería, guitarras con distorsión, canciones con gritos… Dejar ese pie en el rock: el punk para mí significa eso. El ancla que yo tengo a ese lugar.

Rula: Yo lo veo más una forma de lidiar con la vida, viejo, ¿sabes? Creo que la vida madrea a la gente de muchas formas y veo el punk como una forma de gritarlo, no dejarte y no conformarte. Lo veo así.

Es común escuchar que el punk está muerto, ¿qué les dirían a las personas que van diciendo eso por ahí?

Iván: No conocen lo suficiente. Hay que buscar más allá de lo común. Hay que indagar para conocer a las bandas. Nosotros somos una banda que quiere mostrar, pero no sabemos llegar a toda la gente. Tenemos videos, tenemos redes sociales, pero no estamos al alcance de todo el público. Si hay alguien que no nos conoce puede decir: “el punk está muriendo”, pero tal vez si nos escucharan, a nosotros o a alguna otra banda, entenderían que todavía hay una chispita que puede encender el pedo.

Pepe: No, todo vuelve siempre pero no de la misma manera. Las cosas que ellos buscan no van a volver así, todo tiene que evolucionar para surgir. Lo mismo no va a volver a pasar. Tienen que abrir las orejas. Nada está muerto realmente.

Rula: Yo diría la famosa frase: “punk is not dead”. El punk no está muerto porque cada que la banda alza la voz, que se revela contra una injusticia, está haciendo punk. En cierta forma es eso. No está muerto en cuanto a forma de vida. Musicalmente hay muchas variantes y se ha perdido un poco la esencia, pero mientras la gente cante lo que le inconforma yo creo que no está muerto.

En su última rola dicen: “No fue fácil, pero seguimos aquí”, ¿qué significa esto para ustedes?

Iván: Es una de las frases que más representa a 0backside0 porque hemos pasado por un chingo de cosas, altibajos y todo eso. Ha estado a punto de valer verga, pero seguimos aquí. Estamos bien plantados con lo que queremos.

Pepe: Queremos que todo sea directo y no adornarlo, no queremos fingir que no tenemos pedos de varo, personales… Hay música que adornan con metáforas, está chido, me gusta, pero he tratado de que todo sea más crudo, directo: hay deudas y pedos. Cada vez todo se pone más cabrón y está claro. Es un desahogo tener una canción de eso, llevarlo como símbolo. Se trata de algo pesado, pero lo hacemos llevar en alto. Tal vez es algo por lo que pasan todos a su manera y esa es la idea: que sea un espacio.  

Rula: Para mí es una forma de verla muy estoica porque todos tenemos problemas, emocionalmente nos está llevando la mierda, pero nos juntamos para hacer ruido, para componer. Es una forma de decir: nos está yendo mal a todos, pero seguimos haciendo música, componiendo y dándole chingazos a la vida.

En los nombres de sus canciones, en sus letras, hay palabras como anarquía, guerra, calle, miedo… ¿qué ideología mantiene la banda?, ¿en las calles de San Luis hay guerra?

Pepe: En la de “en la calle hay guerra”, hay una frase que me gusta mucho que dice que no somos activistas. Tampoco es que queramos dar un mensaje político. Es música, un trip. Estas canciones son universos que se respetan.

Rula: Sólo hablamos de lo que se ve, no es un mensaje político como dice Pepe, pero es que hablamos de lo que vemos. En la calle hay un desmadre: asaltos, robos, secuestros y no estamos cantando precisamente para hacer un cambio, no vamos a lograrlos solos.

Iván: Yo no hago la letra, pero sí las leo y me identifico cuando las escucho. Analizo lo que dice Pepe y me sirve para darle enojo. En la parte que dice “hay guerra”, hago un remate con la tarola y el tom de piso como si fueran unos balazos. Tatatatatata. Le pego fuerte, entonces la voz y lo que dice la letra me hace identificarme con el sentimiento, y así busco desquitarme con la bataca.

¿Cómo fue la experiencia con la sesión de fotos en la casa abandonada de Carranza?, ¿sintieron alguna vibra extraña?

Iván: Todo empezó porque ganamos el segundo lugar en una guerra de bandas. Teníamos derecho a una sesión, el vato, que se llama Cresa, nos dijo: “Sobres, yo soy de Stendhal production, manejo una casa productora de bandas, está chido, les quiero tomar unas fotos”. Fuimos ahí, entraban güeyes con su mochila, escuchabas unos martillazos porque estaban sacando fierro o algo. Estuvimos recorriendo varios spots, no me dio tanto miedo porque íbamos todos juntos. Vi un chingo de papel triturado en el piso, como si tuvieran acolchonado.

Rula: La experiencia estuvo rara por el lugar, estaba lleno de basura. Iba transcurriendo bien la sesión, íbamos al nivel de abajo y nos salió un vago, estuvo cagado.

Pepe: Íbamos varios, pero no recomiendo que la gente se ande metiendo a esa casa. Es peligroso, se meten a robar materiales para comprar droga. Ese tipo de banda hace lo que sea por eso. Cuando fuimos no era tan peligrosa, pero se fue haciendo peor con el tiempo, con las cosas que pasaron en Carranza. No hay que meterse.

Pepe, ¿cuál fue tu reacción cuando te dieron un botellazo en un toquín?

Pepe: Sentí el putazo, me destanteé, toqué mal con la frente ensangrentada.

Rula: Con la frente en alto… (risas).

Pepe: Hay una foto en Instagram donde estoy enfrente del Rulas preguntándole: “¿Qué pedo?, ¿qué tengo en la cara?”. Me dio entre las cejas. No podía cantar, no llevábamos ni la mitad de la rola. Me ayudaron y me dieron un curita de Monsters Inc.

Rula, ¿cómo compaginas tu guitarra metalera con el punk?, ¿qué piensas de combinar esos géneros musicales?

Rula: Mi escuela, desde que empecé a tocar, siempre ha sido el metal. Yo creo que musicalmente, pero en lírica letras punk de bandas como Eskorbuto, Acidez y Non Servium. Combinar los gustos, más que nada. A veces es fácil adaptar lo que te gusta. Iván trae mucho power en la batería y así podemos congeniar ideas.

Iván: Simón, de hecho, yo nunca había tocado punk. Me estrené con 0backside0 (risas). El punk me hizo exigirme un chingo en la batería en cuestión de rapidez y precisión. Me sacó del confort de la pegada del metal. Aquí trato de ser rápido y con buena pegada. Me gusta porque es un valor agregado, creo, cuando metes buena técnica y le gusta a la banda. Uno vive la experiencia de darse ese trip, de saber cómo suenas.

¿Cómo fue tocar con la banda japonesa Hexvoid en Ciudad Fernández?

Pepe: Eran metaleros, muy pros esos güeyes, se ve que tienen otra cultura: en el buen sentido. Era una vibra muy organizada al momento de hacer las cosas. Mira, el short que traigo es de esa banda.

Iván: Un dato curioso de ese short es que Pepe no traía varo, pero traía las yeras de la banda y se las intercambió.

Pepe: Nunca traigo varo (risas). He aplicado esa muchas veces con otras bandas y casi siempre jalan. La banda va de tour, es como un recuerdo que queda para ellos y está chido. A mí me gustan mucho las playeras de las bandas. Como dato curioso, una vez, hace como dos años, The Warning tocó en Ciudad Fernández con el mismo organizador que hizo el evento.

Iván: Aparte de que esos vatos tocaban bien verga, traían una vibra bien chida, muy respetuosos con el equipo de audio, con la gente. Hubo una morra que se puso muy peda, pero el vocalista le daba la mano para que no se cayera. No lo hacía con ningún plan, cantaba y todo, pero le ayudaba si estaba cerca de él. Terminaron de tocar, el vato traía una bandera de México que colgó durante el show. Cuando se bajaron le dio un beso, se vio natural, si lo hubiera hecho como Daddy Yankee que viene a México y besa el suelo, pues no mames (risas). Este güey se vio chido, lo hizo con mucho respeto, dobló la bandera en el backstage y la guardó. Sentí chingón que hiciera eso por el lugar, por amor, por lo que sea. Lo hizo en su pedo, sin afán de aparentar nada. Tocaron otras bandotas ese día como Zekta Luz. Eran de Coahuila y tocaban muy perro. Bueno y el Rula…

Pepe: ¡Zekta Luuuuuuz!

Rula: Como trabajo de noche esa vez me fui en vivo. Dije: “sí aguanto”. En el camino me eché tres cheves. Cuando llegamos me quedé jetón en una mesa, no por el alcohol, sino por el cansancio. Me despertaron cuando íbamos a tocar, luego nos bajamos, me regresé a dormir a la mesa y luego a la camioneta. Me perdí todo el show y me contaron que estuvo verguísima.

Van a sacar un disco próximamente, todas las canciones son inéditas excepto “Piratas” y “Seguimos aquí”, ¿cómo definirían el sonido?

Iván: Siento que es algo híbrido. De cierta forma le estoy dando continuación porque cuando entré a la banda ya había algunas rolas de las que van a salir. Estoy respetando el sonido de Junk, por una parte, aunque también estamos haciendo otras rolas que vienen un poco más diferentes. Esas baterías son hechas por mí. Punk y poder metalero, así podría definir el próximo disco.

Pepe: Por ejemplo, “Seguimos aquí” nunca la tocamos con el otro bataco, sólo teníamos la estructura. Concuerdo que es híbrido. Reflexiono mucho sobre eso. Hay canciones que son muy viejas y otras muy nuevas: se siente raro, pero hay cosas que se corrigen. Son sentimientos encontrados porque algunas son pensamientos que han ido cambiando, diferentes ideas. Una vez escuché, se me hizo muy rara la pregunta: “¿tienes alguna rola con la que no te identifiques?”. Yo decía, si es tu rola cómo no te vas a identificar, pero sí puede pasar. Puedes hacer una rola y después ya no sentirte así, está bien hacer eso porque vas cambiando y se ve una evolución musical. Es como un personaje que cambia, hay cosas que te afectan para la siguiente canción, te va pesando todo. En una rola puedo decir que fumo mota y en otra puedo decir que ya me duele la cabeza por eso. 

Rula: Voy a partir comparándolo desde el Junk, que fue nuestra primera grabación en estudio donde hubo muchas cosas que no sabíamos hacer. Hay errores en los instrumentos por parte de nosotros y del productor. A pesar de ello son rolas que me gustan mucho. “Ella” y “Ritual” son algunas a las que le metimos buen tiempo para componer. Este nuevo disco es un sonido más pulido, más ponchado, en el que pudimos explayarnos en ideas. Ahora ya estamos haciendo cosas que no teníamos la habilidad o no sabíamos cómo sinchar en la estructura de una rola.

Pepe: Antes pensaba que sólo era ir y cantar la rola, pero, ¿si pienso en capas, en armonías y la voz? Voy escuchando más música y me vuelvo más consciente. ¿Qué piezas vamos a jugar en el estudio?, ya en vivo vemos qué onda, hay que elevar el show. Este disco va a estar más consistente. Es un paso donde me di cuenta a qué le tengo que dedicar más atención.  

TE RECOMENDAMOS:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.