
Por Jaime González Rueda
Ilustración Jaime G. Rueda
CONSTELACIONES, ¿QUÉ SÓN?
Orión o la Osa Mayor son, tal vez, dos de las constelaciones más famosas, además, por supuesto, de aquellas que refieren a los signos zodiacales, en el horóscopo griego. Pero existen muchas otras, de hecho, según la clasificación de la Unión Astronómica Internacional hay 88 constelaciones, un dato aceptado por consenso mundial, pero muy impreciso, ya que sería imposible determinar el número, pues una constelación puede ser un concepto ambiguo.
¿Qué son las constelaciones?, simplemente un conjunto de estrellas que unidas mediante líneas imaginarias forman una figura, misma que representa algún personaje mitológico o religioso. El “pequeño” detalle, es que estas estrellas no necesariamente son cercanas unas de otras, por el contrario, se encuentran a miles de años luz entre sí, y su conexión es solo por imaginación humana, de hecho hay constelaciones de diversas culturas (no todas las constelaciones son griegas) que repiten estrellas.
ESTRELLAS QUE SIRVEN…
¿Para qué sirven las constelaciones?, su uso, desde la antigüedad tiene que ver con cuestiones prácticas, los marinos, por ejemplo, suplían la carencia de tecnologías de navegación, así también los agricultores median las estaciones del año y eran útiles para la siembra.
Algunos planos de la bóveda celeste son verdaderamente muy antiguos, por ejemplo el disco de Nebra, descubierto en la región alemana de Sajonia apenas en 1999, es una pieza metálica que representa el sol, la luna y varias estrellas, con una antigüedad aproximada de 3600 años. En el antiguo Egipto también se realizaron cartas celestes, o en Roma, donde resalta la escultura del titán atlas, conservada hasta la actualidad, conocida como el Atlas de Farnesio del siglo II D.C., que soporta la bóveda con la representación de las 12 constelaciones zodiacales.
La realidad es que el humano siempre ha tenido una curiosidad incesante por el espacio, por aquellos objetos que parecen cercanos, pero que se encuentran a millones de años luz. Gracias a la observación de estrellas se pudo presumir que la tierra no es estática, ni plana, pues algunos astrónomos de la antigüedad eran conscientes de que las constelaciones desaparecen por periodos de meses, lo que se explicaba con los movimientos terrestres.
DE LA ASTRONOMÍA A LA ASTROLOGÍA
Más allá de la ciencia, ya en los terrenos de la superstición y la astrología, las constelaciones también se relacionan con aspectos más personales, incluso íntimos. La creencia de que nacimos bajo la influencia de un signo zodiacal es una idea bien difundida en muchas sociedades.
Josue Briano, vidente y lector del tarot, explica que existe una conexión entre los astros y la vida de cada persona. “existen cartas astrales, pero la conexión con los astros es diferente para cada quien, la energía influye distinto en cada persona, pues mucho depende de cuanto tu creas o percibas estas energías, ya que hay gente muy escéptica, aunque siempre influye en menor o mayor medida, seas consciente o no. Por ejemplo, con las fases lunares una persona podría ser mas agresiva o mas calmada, incluso en los negocios, hay gente que evita cerrar contratos durante eclipses”, comenta Josué Briano.
La adivinación a través del tarot no es algo nuevo, de hecho sus orígenes se remontan hasta la Europa del siglo XV. Para Briano, el tarot es un instrumento que ayuda a meditar, comprender y visualizar la historia de una persona, su relación con los astros y el éter radica en que se libera energía, misma que se usa para responder preguntas.
Contrario a lo que se piensa popularmente, Josué Briano afirma que el signo zodiacal bajo el que se nace, no necesariamente condiciona la conducta o temperamento de una persona. “Cuando nacemos, nacemos sin nada, ósea limpios, para mi en los primeros años se fija el carácter, sin relación directa con el signo. Ahora, la parte de los signos zodiacales es algo subsecuente. Lo que se busca más bien es poder identificar qué constelación me representa a mi, y con base a ello, identificar ciertas características, porque las emociones cambian, no son fijas”, dice Josué Briano.
ENTRE LA CIENCIA, EL ARTE Y LA SUPERSTICIÓN…
Escépticos o creyentes, las constelaciones han estado ahí desde los albores de la civilización humana. Su utilidad puede variar según la época, o incluso de las intenciones y creencias de cada sociedad o persona, desde la agricultura, la navegación, adivinación del futuro o incluso solo como una retórica a través de las diversas disciplinas artísticas.