Por Sarai Tapia
El universo, en su concepción más amplia, ha sido un enigma y un reto para la comprensión humana. A lo largo de la historia, diversas culturas han creado sus propias formas de interpretar su significado, otorgándole valores que van desde lo científico hasta lo espiritual. Para algunos, el universo es un sistema complejo regido por leyes físicas; para otros, es un espacio sagrado donde convergen fuerzas superiores que dan sentido a la existencia. Este concepto, tan vasto como la imaginación misma, adquiere matices únicos según el contexto, la tradición y las creencias de quienes lo observan.
En este marco, la comunidad triqui, originaria del estado de Oaxaca, presenta una visión del universo profundamente arraigada en su cosmovisión y prácticas culturales. Durante una entrevista con Palmira Flores, representante de esta comunidad en San Luis Potosí, se indagó en las maneras en que los triquis comprenden y se relacionan con el cosmos, integrando lo espiritual y lo terrenal en una sola realidad. Para los triquis, el universo no es solo un espacio físico, sino una red de elementos interconectados que dan sentido y orden a la vida. En sus creencias y prácticas, se refleja una filosofía que considera que todo en la vida está interrelacionado: la naturaleza, el amor, la familia y el respeto por los ancestros.
Palmira, ex alumna de la carrera en Ciencias de la Comunicación y representante de la comunidad triqui en San Luis Potosí, compartió cómo en el universo triqui, los valores y costumbres se entrelazan con la espiritualidad y el entorno natural. Por ejemplo, la interpretación de los sueños es una práctica fundamental que conecta el mundo onírico con la realidad. Las personas con el don de interpretar sueños son altamente respetadas dentro de la comunidad, ya que sus conocimientos pueden prevenir problemas o guiar a otros. Además, la presencia de abuelos y abuelas que conservan saberes ancestrales, como la habilidad de prever el futuro o identificar el estado de salud a través de rituales, muestra cuán profundamente arraigadas están estas tradiciones.
La lengua triqui desempeña un papel crucial en la forma en que esta comunidad percibe y expresa su universo. A través de su idioma, se transmiten significados y conceptos que no pueden ser plenamente captados en español. Esto refuerza la idea de que las lenguas originarias son más que herramientas de comunicación; son vehículos de una cosmovisión única y profunda. Palmira destacó que la música, la vestimenta tradicional como el huipil triqui, y las festividades también son esenciales para preservar la identidad cultural en contextos urbanos, donde las dinámicas aceleradas y el racismo amenazan con diluir estas tradiciones.
La relación de los triquis con los astros, como el sol, la luna y las estrellas, también forma parte integral de su universo cultural. Aunque estas creencias están más presentes en las generaciones mayores, su influencia sigue viva en ciertos rituales y prácticas. Sin embargo, el reto de transmitir este conocimiento a las nuevas generaciones es cada vez mayor. Según Palmira, las comunidades triquis han respondido a este desafío a través de proyectos de revitalización cultural, como coros infantiles y actividades que integran la música, la lengua y los textiles tradicionales.
A pesar de los desafíos que implica vivir lejos de su territorio de origen, la comunidad triqui en San Luis Potosí ha logrado mantener su identidad cultural. Esto se debe en gran parte a la organización comunitaria y al liderazgo de personas como Palmira, comprometidas con la preservación de su patrimonio. La colaboración con otras comunidades indígenas y el creciente interés de la sociedad por conocer sus tradiciones también han sido factores clave para su fortalecimiento.
En un mundo donde las culturas originarias enfrentan constantes amenazas, el ejemplo de la comunidad triqui nos invita a valorar y preservar la diversidad cultural. Su concepción del universo nos enseña que todo está conectado y que el respeto por la naturaleza, la espiritualidad y las tradiciones son fundamentales para construir un futuro más armonioso y equitativo. La riqueza de su cosmovisión no solo es un testimonio de resistencia, sino también un legado que tiene mucho que enseñarnos a todos.